«Psicólogos en Murcia»

imagesCAVR2Z9WDicen que el estado ideal del ser humano es el estar realmente enamorado.

Quien lo ha estado también estará de acuerdo, siempre que haya sido correspondido y haya podido compartir su amor, por supuesto.

Cuando no has tenido la suerte de estarlo, o sí lo estuviste, pero el amor terminó, podemos llegar a ansiarlo tanto, que cuando llega ese momento y por fin nos enamoramos, podemos perder de vista que, amar a alguien no es dejar de quererse uno o amar por dos.

Creo que todos estaríamos de acuerdo en esto, pero a partir de aquí, habrían tantas formas de describir lo que es estar enamorado, como personas se atrevieran a definirlo.

Sin embargo, más que describir el amor, llegados a este punto, me gustaría hacer una reflexión.

Me resulta sorprendente que, cuando pensamos en enamorarnos, tener pareja…Algo que no nos cuestionamos, pero que desde mi parecer es realmente importante,  es que, en este deseo, muy pocos nos paramos a preguntarnos

¿Pero,  yo sé enamorarme?¿Sabré hacerlo?

Es curioso que en el caso del amor no lo hagamos, porque, siempre que nos planteamos hacer algo en la vida, de algún modo nos aseguramos primero  si sabemos hacerlo, para que, en el caso de no saber, asegurarnos  aprender.

En el caso del amor no nos cuestionamos nada, damos por aprendida la teoría y  nos lanzamos directos a la práctica

¡Qué locura! ¿verdad?imagesCAVZACVB

Pues si, es lo que hacemos.

Así que, si eres uno de los que no se paró a pensarlo, te invito a que lo hagas, porque:

A AMAR TAMBIÉN SE APRENDE.

Como punto de partida, si estás enamorado, si no sabes si lo estás o no lo has estado nunca, me gustaría que leyeras este poema de Pablo Neruda.

Creo que refleja un modo muy realista y sano el saber enamorarse. Espero que te guste.

Si tú me olvidas.

QUIERO que sepas
una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.
Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

«Psicólogos en Murcia»

Deja tu opinión, sugerencia o petición de información