En Clínica Vanesa Hernández somos especialistas en Psicología Infantil. Nuestras psicólogas infantiles ofrecen las mejores soluciones a través del tratamiento psicológico que necesite cada niño/a en particular.
Con la terapia infantil, se trabajan las dificultades tanto con los niños como con los padres, ya que ellos son los principales agentes de cambio dentro del seno familiar. Nuestra experiencia clínica nos indica la necesidad de trabajar con los padres por diversos motivos, pero principalmente, la necesidad que éstos mismos manifiestan en querer saber cómo gestionar las diferentes situaciones que viven día a día con su pequeño. Por ello dotamos a los padres de herramientas de gestión y afrontamiento, para que sepan cómo responder ante esas circunstancias, así como para poder ayudar a su hijo/a en su malestar.
Las principales dificultades que acuden a consulta son:
- Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA o TDAH).

¿Observas que tu hijo es más inquieto que el resto de niños?¿Qué no puede dejar de moverse?¿Que incluso sentado se remueve en su asiento?¿Qué se levanta continuamente de la mesa o cuando está en clase?¿Qué corre o salta en situaciones donde no es apropiado ni por las circunstancias ni para su edad?¿Tiene dificultades para jugar con otros niños? ¿Le cuesta guardar turno y precipita sus respuestas? ¿Interrumpe actividades de otros? ¿Es despistado, incurre en errores y parece que no te escucha cuando le hablas?¿Tiene dificultades para organizarse y le disgusta hacer cualquier tarea que implique un esfuerzo mental?
Si tu respuesta es afirmativa a varias de estas preguntas, puede ser que tu hijo sufra un Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)
2. Problemas de comportamiento.
Si tu hijo se porta mal y no sabes qué hacer, te vamos a explicar las causas de los problemas de comportamiento infantil, y cómo poder gestionarlos.
Si tu hijo no te obedece, no eres el único. El motivo más frecuente por los que los padres acuden a consulta son los problemas de comportamiento de sus hijos, tales como desobediencia, oposicionismo, rabietas desproporcionadas…
3. Desobediencia y/o oposicionismo.
4. Celos entre hermanos.
En general, los niños celosos pueden manifestar algunas de las siguientes conductas:
- Cambios de humor no justificados.
- Signos de infelicidad. Lloro frecuente sin motivo. Tristeza acompañada de expresiones tales como “No me quereis…”
- Conductas regresivas, (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas), con el simple motivo de llamar la atención de los padres (pipí en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
- . Vuelta a un lenguaje más infantil con presencia de gestos inmaduros como chuparse el dedo.
- Alteraciones en los patrones de comida (menos apetito o más selectivo con los alimentos, rechazando platos antes preferidos o se le tiene que dar la comida) y sueño (insomnio, despertar nocturno, solicitar dormir con los padres, etc.)
- Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer.
- Niegan sus errores y culpabilizan a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos).
5. ANSIEDAD INFANTIL
Al igual que en las personas adultas, los niños también tienen ansiedad. La manifestación de los síntomas en ellos, puede se ligeramente diferente a cómo se presenta la ansiedad en adultos, pero la viven con el mismo sufrimiento.
Para poder prevenir la ansiedad en los niños, el cómo actúen las personas de su entorno, (padres, educadores, cuidadores, familiares próximos), es muy importante, ya que la aparición de la ansiedad depende de diversos factores, entre ellos, el ambiente del niño y las experiencias vividas.
6. MIEDO Y FOBIAS INFANTILES
Al igual que en los adultos, los miedos en los niños son reacciones de alarma frente a situaciones desconocidas o que ellos perciben como peligrosas. Es algo normal en el desarrollo evolutivo de los niños. Por ello, la mayoría de ellos remiten por sí solos, sin tener que actuar de modo especial sobre ellos.
Sin embargo, en ocasiones persisten más allá del periodo de tiempo en el que se supone que es algo normal, o se presentan con una intensidad mayor de lo que debiera, provocando un gran sufrimiento para los niños.
Los niños manifestaran su miedo a través de conductas como llanto, gritos, irritación, huída o evitación de una determinada situación, temblores, sudoración, urgencia para orinar, aceleración cardiaca o tensión muscular, entre otras muchas.
7. DEPRESIÓN INFANTIL
Es motivo de estar atentos de nuestro hijo cuando observemos en él algunos de estos síntomas:
– Está continuamente triste y llora con más facilidad
– Ha perdido el interés por los juegos preferidos y por la escuela
– Se distancia de sus amigos y de la familia
– Habla menos
– Se aburre y se cansa con facilidad
– Presenta menos energía o concentración
– Está irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad
– No tolera hacia el rechazo y el fracaso
– Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo
– Elige “finales tristes” para sus cuentos y representaciones
– Se comporta de una manera agresiva
– Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago
– Duerme demasiado o muy poco
– Come demasiado o muy poco
– Presenta comportamientos regresivos, hablando como un bebé u orinándose en la cama
– Habla de suicidio o ideas de muerte
– Habla de escaparse de casa
8. PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN.
Son muchos los padres preocupados por la falta de apetito de sus hijos. Para muchos se convierte en una preocupación diaria, pues el hecho de que un hijo no coma o no coma lo que uno espera o cree que es lo adecuado, se convierte en el problema a solucionar a diario. Los padres prueban con todo tipo de juegos, hacer la comida más atractiva para el niño, prometer recompensas, pero nada de esto les funciona en ocasiones. Entonces entran en un bucle en el que los momentos en que toca comer se cargan de tensión y mal humor.
9. DIFICULTADES PARA ESTUDIAR Y TÉCNICAS DE ESTUDIO.
Las dificultades a la hora de estudiar, de hacer deberes, superar exámenes, se dan con frecuencia entre los escolares de distintas edades.
Las causas pueden ser muy diferentes: dificultades para centrar la atención, dificultades en el aprendizaje, carencia de hábitos de estudio adecuados, motivación insuficiente, técnicas de estudio inadecuadas, ansiedad ante los exámenes…
Estas dificultades pueden tener también múltiples consecuencias, desde conflictos continuos con los padres hasta ansiedad y estado deprimido en los niños o adolescentes.
Por ello, es necesario, identificar el problema para poder poner la solución adecuada. Con el aprendizaje de técnicas de estudio adecuadas, establecimiento de hábitos eficaces, aumentar la motivación, gestión de la ansiedad, y demás técnicas necesarias, según cada caso, el niño o adolescente podrá conseguir los resultados académicos deseados
10. ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES Y FALTA DE MOTIVACIÓN.
11. HABILIDADES SOCIALES Y DE RELACIÓN.
Para los niños su grupo de iguales y el ser aceptado por ellos es una de las cosas más importantes. Sin embargo, en ocasiones, el niño no consigue integrarse por falta de habilidades y timidez.
12. ADICCIÓN A LA TÉCNOLOGÍA.
La adicción a la tecnología es ya un hecho, que por desgracia en los adolescentes va aumentando por días. Si tienes dudas, consúltanos
13. PROBLEMAS DE ACOSO ESCOLAR.
Equipo Clínica Vanesa Hernández
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