¿Qué es la distimia?

La Distimia es un tipo de trastorno del estado de ánimo o también llamados trastornos afectivos. Se presenta como una depresión leve pero se prolonga a lo largo del tiempo. En ocasiones pacientes con distimia, pueden padecer además un episodio de depresión mayor.

La Distimia afecta aproximadamente a un 2% de la población. Es más frecuente en mujeres que en hombres a cualquier edad, pero se puede dar también en niños y en adolescentes.

Los síntomas  más comunes de la distimia, que como ya hemos señalado anteriormente son menos intensos pero más crónicos que los de la depresión mayor son :

  • Tristeza, ansiedad o sensación de «vacío» persistentes.
  • Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
  • Llanto excesivo.
  • Mayor inquietud e irritabilidad.
  • Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
  • Disminución de la energía.
  • Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
  • Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
  • Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
  • Alteraciones en los hábitos del sueño.
  • Aislamiento social.
  • Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).

Para un diagnóstico de distimia, la persona (adulta) debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión.

Las causas de la distimia no están todavía suficientemente clarificadas, atribuyéndose a una alteración de un determinado tipo de neurotransmisor denominado serotonina, responsable de manejar las emociones y los juicios de valor; igualmente podrían estar en su origen situaciones de estrés continuadas y factores de personalidad.

¿En qué se diferencia fundamentalmente la distimia de la depresión?

El afectado por Distimia suele tener una vida bastante rutinaria y normal no obstante de su trastorno. Sin embargo, el paciente depresivo no es capaz de mantener esa rutina. Por tanto, la diferencia fundamental es el grado de LIMITACIÓN que el sujeto presenta.

  • En el trastorno distímico no se experimenta falta de interés. Pueden experimentar placer, también.
  • No se presenta agitación, ni tampoco lentitud motora.
  • No son usuales los arrebatos o pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte.
  • Un diagnóstico preciso ha de ser realizado por un psicólogo o psiquiatra especializado en este tipo de trastornos.

 

Psicólogos en Molina de Segura, Murcia

Psicólogos especialistas, Clínica Vanesa Hernández

 

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