La fobia social es un temor muy intenso y persistente que se experimenta ante una o más situaciones sociales o ante actuaciones en público, tales como:

  • Pedir una consumición en un bar.
  • Preguntar el precio o  características de un producto a un dependiente en un comercio.
  • Preguntar una duda en clase.
  • Hablar en una reunión de gente.
  • Iniciar o mantener una conversación con una persona atractiva.
  • Expresar una queja o mostrar tu desacuerdo cuando sientes vulnerados tus derechos, (p.e. alguien se cuela en la cola del supermercado).
  • La simple relación con los compañeros de clase o del trabajo, comer o beber en público.

Dicho temor no desaparece hasta que la situación acaba o la persona escapa de ella.

La persona con fobia social tiene miedo a cometer un error y que los demás se den cuenta, o a decir o hacer algo que les provoque vergüenza, por temor a lo que piensen los demás.

Dicho miedo provoca la aparición de una respuesta de ansiedad que va acompañada de sudor, rubor( se pone cara roja), temblor, nauseas o ganas de vomitar, lo que provoca que la persona escape de las situaciones porque entiende que sólo así su miedo desaparecerá, o evite todas aquellas situaciones en las que cree que le podría ocurrir.

De hecho, en la mayoría de los casos, la anticipación de la situación ya produce dicha respuesta de ansiedad, con lo que la persona se siente incapaz de poder enfrentarse, al pensar que, si lo hace, su ansiedad será mucho peor. Así, de este modo, la persona entra en un círculo vicioso, en el que cada vez se enfrenta a menos situaciones por temor, ya no sólo a lo que puedan pensar los demás, sino también a que se le pueda notar su imagesCAK0588MLa clave del trastorno radica precisamente en ese doble temor, que provoca que la vida cotidiana de la persona con fobia social se vea interferida y limitada significativamente.

Pero fobia social no es lo mismo que timidez. La persona tímida puede que no se encuentre cómodo en determinadas situaciones sociales o no elija como profesión el dar conferencias, pero es capaz de desarrollar su vida con normalidad, ya que no desarrolla una respuesta de ansiedad ante las situaciones sociales.

Es decir, la mayoría de las personas nos ponemos nerviosos ante ciertas situaciones sociales (sobre todo cuando nos enfrentamos por primera vez), nerviosismo que se considera normal y que va acompañado de determinados síntomas. Sin embargo, los entendemos como normales, pasamos el mal trago y continuamos con la situación.

La persona con fobia social, no interpreta la aparición de estos síntomas de nerviosismo como algo normal, su aparición provoca el miedo a que se noten y el temor a que, por su presencia, no saber actuar bien y ser juzgado. En ocasiones, la fobia social va acompañada de trastorno de pánico, pues la persona teme que esos síntomas sean el inicio de una crisis y en este caso la persona tiene miedo de la crisis y del ridículo de mostrar esa crisis en público.

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