Las personas con fobia específica presentan un temor intenso, desproporcionado o irracional,  por la presencia de objetos o por la exposición a situaciones específicas que les producen dicho miedo: animales, lugares cerrados, alturas, oscuridad, tormentas, vuelos, ver sangre, recibir inyecciones (intravenosas, mus-culares), intervenciones médicas (dentales, p.ej.), tragar alimentos sólidos, conducir un coche, aguas profundas.

En ocasiones basta con la anticipación a ellos. Con la anticipación a ellos, nos referimos a que, el sólo hecho de pensar en que se tienen que exponer o que la situación sucederá, les produce casi el mismo temor o el mismo que si la estuvieran viviendo en realidad.

Cuando la persona se expone a lo que le produce miedo se da una respuesta inmediata de ansiedad, que puede llegar incluso a ataque de pánico. Aunque normalmente la persona reconoce que su miedo es exagerado, no puede evitar sentirse así.

Existe una excepción dentro de las fobias específicas en cuanto a la respuesta ansiosa. Es el caso de la fobia a la sangre, en la que suelen aparecer nausias y desvanecimiento y no siempre miedo.

En todos los casos, la solución que adopta la persona, es evitar las situaciones temidas o en el caso de tener que soportarlas, lo hace con un intenso miedo y malestar. El hecho de que alguien experimente un intenso miedo a algo, por sí solo, no significa que tenga una fobia específica. Dicho miedo tiene que afectar significativamente la rutina normal de la persona a nivel laboral, académico o socio-familiar.

Es decir, alguien podría experimentar un miedo muy elevado a los canguros, pero si en su vida cotidiana no se va a encontrar a ninguno porque no vive en un entorno donde sea habitual la presencia de ellos, eso no supondría una fobia específica. En contraposición, si un alto ejecutivo que tiene que viajar continuamente, y hacer uso del avión, tuviese fobia a volar, ahí si hablaríamos de fobia específica.

Entre los profesionales de la psicología hablamos de diferentes tipos de fobias específicas:

  •  Animal. El miedo es causado por uno o más tipos de animales. Los animales más temidos son las serpientes, arañas, insectos, gatos, ratas, ratones y pájaros. –
  • Ambiente natural. El miedo es provocado por situaciones naturales: tormentas, viento, alturas, agua, oscuridad. –
  • Sangre/inyecciones/heridas (SIH). El miedo es inducido por la visión de sangre/heridas, por recibir inyecciones u otras intervenciones médicas invasoras, por la realización de un análisis de sangre y/o ver o hablar de intervenciones quirúrgicas. También se han incluido en este apartado el miedo a los hospitales, ambientes médicos y dentales, instrumental médico y olores de medicinas, aunque no está claro si constituyen una subtipología. Estos fóbicos no temen la visión de su sangre menstrual o la manipulación de carnes rojas.
  •  Situacional. El miedo es inducido por situaciones específicas tales como transportes públicos, túneles, puentes, ascensores, volar en avión, coches (conducir o viajar), lugares cerrados. –
  • Otro tipo. El miedo hace referencia a otro tipo de estímulos. Se incluyen situaciones que pueden conducir al atragantamiento, vómito o adquisición de una enfermedad (cáncer, SIDA); la fobia a los espacios (miedo a caerse si no se está cerca de paredes o de medios de sujeción).

Hay ocasiones en que, una misma persona tiene más de una fobia específica de un mismo tipo, por ejemplo, fobia a varios animales, o también que el tener una fobia específica vaya acompañada de otros miedos (no necesariamente fóbicos).imagesCA3L6AUE

Además, hay que tener en cuenta que las personas con una fobia específica  pueden temer un posible daño (accidente aéreo, mordedura, choque de automóviles, ahogarse), pero también pueden estar preocupados por perder el control, hacer el ridículo, marearse, desmayarse o tener un ataque de pánico con las consiguientes consecuencias anticipadas en este último caso: quedar avergonzado ante los demás, lastimarse al huir, volverse loco o tener un ataque cardíaco. El miedo a las sensaciones físicas experimentadas parece más frecuente en la claustrofobia, en la fobia a las alturas y en la fobia a la sangre/inyecciones/heridas.

La diferencia con el trastorno por pánico, es que estos síntomas sólo aparecen mientras dura la situación temida.

2 comentarios en “Fobia Específica: «Tengo miedo…»

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