CELOS EN LA RELACIÓN DE PAREJA

CELOS EN LA RELACIÓN DE PAREJA

Los celos en la relación de pareja, son una reacción emocional que produce normalmente sentimientos de miedo, inseguridad, desconfianza en ocasiones. Es habitual, sentir celos en algún momento, a lo largo de nuestra vida. En la relación de pareja, también es habitual que se den, pero habría que diferenciar entre los celos adaptativos y los celos patológicos o celotipia.

Los primeros, los celos adaptativos, están presentes en la relación de pareja en mayor o menor medida. Están relacionados con el sentimiento de apego a la otra persona y el miedo a perderla. En cuanto a sus consecuencias, son inofensivos, ya que no generan una distorsión en la percepción que la persona tiene acerca de su pareja, de sus relaciones ni de su entorno.

La celotipia o celos patológicos, si tienen consecuencias emocionales tanto para la persona que los padece como para la relación de pareja. Se manifiestan como  preocupaciones desproporcionadas, irreales y reiteradas sobre la fidelidad y lealtad de la pareja. Como consecuencia, la persona necesita ejercer conductas de control sobre el otro, debido a la ansiedad y estado de hipervigilancia que experimenta continuamente, pensando que así, aliviará el malestar que siente. Además, esas conductas de control, le sirven como modo de confirmar que su pareja no le es infiel, con lo que entra en un bucle de control y confirmación del que le es muy complicado salir.

Las causas de la celotipia en la mayoría de los casos, están relacionadas con inseguridad y baja autoestima. Esto les genera tener el pensamiento, de que quizá no sean lo suficientemente buenos para sus parejas, y por lo tanto terminarán abandonándoles. En ocasiones, la persona que sufre celotípia, ni siquiera es consciente de esto en primera instancia, ya que están convencidos de que su pareja tiene comportamientos sospechosos y necesitan averiguar si su pareja le está siendo desleal o no.

El origen de estas creencias de falta de valía puede ser diverso. Puede que la causa de su baja autoestima esté localizada en sus primeros años de vida, pues no sintió que recibía el afecto y aprobación suficiente. Otra de las posibles causas, pueden ser experiencias pasadas traumáticas, que no tengan que ver con relaciones de pareja, pero donde la persona haya podido sentir la deslealtad por parte de otros. O lo más habitual, que hayas tenido experiencias de infidelidad pasadas y crea que es bastante probable que le pueda volver a suceder.

La celotípia, también puede tener su origen en las propia personalidad, como es el caso de personas que no toleran la incertidumbre y tienden a aliviar su ansiedad con conductas de control, o personas que necesitan un control elevado de su entorno, o personas con miedo al qué dirán, a las consecuencias sociales de la deslealtad.

Menos frecuente, pero que en ocasiones, está en el origen de los celos patológicos, son las creencias mágicas acerca de lo que es el amor y las relaciones de pareja

La consecuencia más evidente de este tipo de celos en la relación de pareja, es la dinámica de acercamiento de la pareja y de distancia y alejamiento. Normalmente, el control que se quiere ejercer sobre el otro, genera distancia de la persona que lo padece para poder asegurarse su independencia. Esto es interpretado por la persona que sufre celos como posible señal de infidelidad, con lo que ejercerá más control y terminará derrumbándose. De éste modo consigue que la pareja se acerque para tranquilizarle y asegurarle su amor y vuelta a empezar.

La persona con celotipia suele mostrar síntomas de ansiedad y de control de impulsos, sin embargo la pareja se siente muy frustrada y experimenta un miedo constante a las reacciones de su pareja, con lo que su vida se ve condicionada y limitada por completo. Esta relación disfuncional, provoca una relación insana de pareja que puede acabar en ruptura.

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Trastorno Obsesivo Compulsivo Infantil

Trastorno Obsesivo Compulsivo Infantil

El Trastorno Obsesivo Compulsivo Infantil, no es tan conocido como en adultos, pero se manifiesta prácticamente del mismo modo y limita la vida del niño o del adolescente e interfiere en su día a día, como sucede en la vida de los adultos

El Trastorno Obsesivo Compulsivo Infantil (TOC infantil),consiste en la presencia de obsesiones y compulsiones. Las Obsesiones son pensamientos intrusivos, involuntarios y persistentes, que generan un grado de preocupación y angustia en el niño o adolescente por su contenido, ya que les alertan que algo malo podría suceder. Pese al esfuerzo de no pensarlo, a la persona le resulta imposible, eliminarlos de su mente. Las compulsiones son acciones, comportamientos o rutinas que se realizan en un intento de aliviar la angustia que generan las obsesiones.

Un ejemplo de obsesión en un niño puede ser pensar que algo malo puede sucederle a algún miembro de su familia. El pensamiento va acompañado de una emoción de miedo tan intensa, que provoca que el niño sienta que ese pensamiento podría hacerse realidad. La compulsión de este niño podría ser el asegurarse continuamente que su familia está bien, incluso intentar evitar que hicieran cosas que para él pueden ser fuente de peligro, como por ejemplo viajar.

El TOC suele comenzar entre los 7 y los 10 años.

Afortunadamente, el TOC se puede tratar. La terapia cognitivo-conductual se ha demostrado ser efectiva con adultos y niños.

Lo primero con lo que nos encontramos cuando un niño padece de una preocupación excesiva, es realizar un buen diagnóstico diferencial, para no confundir el TOC, con una ansiedad de separación o un trastorno de ansiedad generalizada.

Una vez que el diagnóstico es claramente de un Trastorno Obsesivo Compulsivo, lo primero es explicarle al niño lo que le ocurre, adaptando la explicación a su edad para que lo pueda entender y tranquilizarle al mismo tiempo.

Una técnica que funciona bastante bien con niños, es lo que conocemos como «externalización», explicarle al niño que hay algo como por ejemplo un ser posado en su hombro, que le genera esas preocupaciones. Podemos usar, dependiendo de la edad del niño y sus preferencias en ese momento, diferentes personajes que sean sus ídolos de películas, series, comic, etc. Podemos crear un pequeña historia donde ese personaje posado en su hombro, cuando se entusiasma con algo, habla sin parar, y nosotros tenemos que aprender a relajarlo. Si el niño es más mayor, podemos utilizar la metáfora de que nuestro cerebro es como un ordenador, y hay una parte de él con un virus que cuando ataca, nos genere preocupaciones. Y nosotros, cuando eso sucede, tenemos que poner en marcha un antivirus o cortafuegos.

El niño tiene que entender que las obsesiones no forman parte ni de la realidad ni de su identidad. No forma parte de su persona y a su contenido no hay que darle credibilidad.

Una vez que ha entendido lo que son las obsesiones, hay que intentar identificar las compulsiones que utiliza para quedarse tranquilo, ya que habrá que explicarle, que no son realmente efectivas y tendrá que aprender otras herramientas o formas de tranquilizar al personaje o de poner en marcha el antivirus.

Las compulsiones más comunes son: la argumentación lógica o razonamiento, confirmación, reaseguración, repetición, orden, limpieza, evitación y rituales supersticiosos.

Ansiedad Infantil: los niños también padecen ansiedad.

Ansiedad Infantil: los niños también padecen ansiedad.

La ansiedad infantil es más frecuente de lo que podríamos imaginar. Los niños, al igual que los adultos, también padecen ansiedad. Sin embargo, puede pasarnos desapercibida a los adultos.

La ansiedad es una emoción de miedo, que como cualquier emoción, cumple una función para el ser humano. En concreto, el miedo nos alerta de posibles amenazas para preservar nuestra supervivencia, o de situaciones nuevas de las que aún no sentimos control.

La ansiedad infantil se considera patológica, y por tanto, recomendable tratarla, cuando es excesiva para lo esperado en la etapa de desarrollo o edad del niño, perdura en el tiempo y no parece mejorar pese a los esfuerzos de niño por no sentirla.

Cuando mencionamos que el miedo dura más de lo esperado para la edad del niño, nos referimos a que en ocasiones los miedos evolutivos, que son naturales y suelen remitir de modo espontáneo con la maduración del niño, persisten y pueden derivar en una ansiedad patológica. Aunque en la mayoría de los casos, suelen ser miedos leves y no persisten con el paso del tiempo, tales como el miedo a la oscuridad, a ciertos animales, ruidos…

La ansiedad en los niños, al igual que en los adultos, se manifiesta a través de síntomas físicos, cognitivos y conductuales.

Los síntomas físicos, que en la mayoría de ocasiones, encierran ansiedad en niños y adolescentes son:

  • Temblores
  • Dificultades para dormir ( pesadillas o terrores nocturnos)
  • Dolores de cabeza
  • Sudoración en las manos y sensación de tenerlas frías.
  • Nausias, vómitos y quejas de dolor de barriga
  • Problemas en el control de esfínteres, en ocasiones de forma regresiva
  • Tartamudez.


Los síntomas cognitivos variarán en función de la edad de l niño y de su desarrollo cognitivo y emocional

  • Enlentecimiento del pensamiento, el tiempo que necesita para realizar sus tareas es excesivo para su edad
  • Disminución de su rendimiento escolar.
  • Tendencia frecuente a preocuparse por diferentes aspectos del día a día.
  • Anticipación catastrófica del futuro.
  • Preocupación excesiva por lo que los demás piensen de él/ella.
  • Miedo excesivo y persistente por la pérdida de las figuras de apego o de que puedan sufrir un accidente o daño.
  • Pesadillas
  • «Manías» o rituales.

Los síntomas comportamentales, también varían en función de la edad del niño o del adolescente, entre otros puede manifestarse:

  • Irritabilidad y labilidad emocional
  • Agitación, nerviosismo o exceso de actividad
  • Rabietas más frecuentes de lo habitual y sin causa aparente
  • Impaciencia
  • Aislamiento social, no quiere jugar con otros niños y evita las actividades extraescolares
  • Resistencia a ir a dormir
  • Negación a ir al colegio

COVID-19, Confinamiento y Adicción a la Tecnología

COVID-19, Confinamiento y Adicción a la Tecnología

La etapa de confinamiento ha tenido graves consecuencias sobre algunas patologías, entre ellas, la adicción a la tecnología. Algunos estudios afirman que después de 6 semanas de confinamiento las actividades realizadas online de los menores españoles ha aumentado en torno a un 180%, y lo peor, es que se estima que este dato podría aumentar en la medida que aumente el tiempo de estar en casa

Pero en esta situación excepcional, ¿ Cómo se puede controlar esto?

Está claro, que hay que hacer algo, ya que aunque esta situación es temporal, pero no acabará radicalmente de un día para otro, con lo que el tiempo que los adolescentes seguirán en casa seguirá siendo mucho

Algunas RECOMENDACIONES PARA MINIMIZAR EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS:

1- Establecer en casa rutinas y horarios, aunque con cierta flexibilidad. Lo importante es que se diferencie el tiempo de ocio del que no lo es. Esto no son unas vacaciones

2.-Llevar un control de los contenidos y sitios web que visitan nuestros menores. Hay diversas aplicaciones que nos ayudan a ello

3- Relacionada con la primera recomendación, limitar el tiempo que pasan encerrados en su habitación; proponer actividades en familia que les puedan interesar, que la serie que ven en su cama la vea en el salón acompañados, que se comenten, o que cada día le toque a uno preparar la cena, jugar a juegos de mesa, compartir con la familia lo que siguen en las redes ( youtube, instagran)

4- Permitirles jugar a videojuegos, pero con un límite de tiempo. Esto habrá que adaptarlo a la edad del niño o adolescente

5. Y muy importante, realizar ejercicio o actividad física.

Aunque todo esto sería lo recomendable, se convierte en algo imposible en hogares donde el adolescente se queda sólo en casa o a cargo de hermanos menores porque ambos padres trabajan.

La gran pregunta es ¿Se puede crear una adicción en dos meses?

La respuesta a esta pregunta es algo más complejo que un sí o un no. En ello, influyen múltiples de factores.

Un grupo, que sí está en riesgo son todos aquellos jóvenes que ya padecían o estaban desarrollado una adicción a la tecnología, ya que ahora no tienen tantas alternativas o recursos para gestionar su problema. Estos casos son sólo los extremos, aunque algunos padres se percatarán de que sus hijos puedan tener una dependencia excesiva de la tecnología, después del confinamiento

Creo que, durante este periodo de confinamiento, habría que ser flexible y fomentar tiempo en familia con cosas que a nuestros niños y adolescentes les pueda interesar.

TERAPIA ONLINE ¿Problemas para dormir?¿Tu insomnio ha empeorado?

TERAPIA ONLINE ¿Problemas para dormir?¿Tu insomnio ha empeorado?

El insomnio es un mal del siglo XXI. El estrés y la presión social a la que nos vemos expuestos provoca un estado de alerta continuo, por la necesidad de tener que estar respondiendo continuamente a la información que nos llega del exterior. Este estado de alerta por la exigencia con uno mismo y exigencia social, no se apaga automáticamente cuando llega el momento de ir a dormir. Por ello, muchas personas padecen de insomnio. Nuestro cerebro asocia la cama al momento de pensar acerca de lo que me espera mañana, del repaso del día y lo que me ha quedado por resolver, al espacio dónde trato de buscar solución a las dificultades futuras. Por ello, cuando llega el momento de dormir, nuestro cerebro se pone a trabajar, ya que le hemos dado la instrucción que la cama es nuestro despacho nocturno

Los trastornos del sueño se pueden clasificar en cuatro grandes grupos:

  • a) trastornos con somnolencia diurna excesiva (narcolepsia, síndrome de apneas de sueño e hipersomnia idiopática)
  • b) trastornos con dificultad para conciliar y mantener el sueño insomnio
  • c) trastornos con conductas anormales durante el sueño parasomnias (sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas)
  • d) trastornos del ritmo sueño-vigilia.

Siendo de todos los trastornos el más común el insomnio.

Si tienes problemas de insomnio, estas recomendaciones te pueden resultar útiles.

  1. Acostarse y levantarse a la misma hora.
  2. Si tiene la costumbre de tomar siestas, que no sea superior a 45 min. Lo ideal no tomar siesta
  3. Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse
  4. No fumar.
  5. Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té y muchos refrescos, así como chocolate y azúcares.
  6. Evitar cenas copiosas, los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
  7. Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
  8. Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
  9. la temperatura del dormitorio que sea agradable.
  10. Tener la habitación bien ventilada.
  11. Bloquee todo el ruido y minimice la mayor cantidad de luz posible.
  12. Reserve su cama para dormir y el sexo, evitando su uso para el trabajo u otro tipo de actividades.

Psicólogos en Murcia. Psicólogos en Molina de Segura

¿ Realmente son necesarias las vacaciones? Beneficios reales de tomar vacaciones

¿ Realmente son necesarias las vacaciones? Beneficios reales de tomar vacaciones

¿Realmente son necesarias las vacaciones?  Seguramente la respuesta inmediata que se nos pase a todos por la mente sería un claro y rotundo sí. Pues en este caso el sentido común y el saber popular coincide con los estudios científicos. Diferentes estudios afirman lo beneficioso de poder desconectar no sólo del trabajo sino de la rutina diaria. Numerosos estudios realizados desde el campo de la psicología afirman que las vacaciones contribuyen a una disminución del estrés, disminución de la presión arterial y aumento del bienestar emocionalQuizá casi todos cuando pensemos en vacaciones pensemos en viajar, en grandes planes, a los que no todos tenemos acceso, por razones de tiempo, económicas, familiares. Sin embargo, no es eso a lo que se refieren los estudios psicológicos que hablan de lo necesario para el bienestar emocional de las personas el poder desconectar.

Lo realmente positivo es poder romper con la rutina que nos vemos obligados a seguir a lo largo de meses. Unas vacaciones pueden ser conceptos muy diferentes según a quien le preguntemos. Puede ser desconectar del trabajo, del jefe, simplemente descansar y dormir, pasar unos días a solas con tu pareja y sin los niños, para unos sería viajar a ver grandes capitales y  para otros desconectar en el campo sin coches ni bullicio de gente. Es muy importante que lo que elijamos realmente nos permita desconectar, ya que si vamos a volver más cansados que nos hemos ido, física y psicológicamente, nuestras vacaciones no habrán cumplido su función.

¿CUANTO TIEMPO ES NECESARIO DESCONECTAR PARA QUE SEA BENEFICIOSO? Los diferentes expertos especialistas en el tema recomiendan un mínimo de una semana. Por encima de dos semanas no se observan diferencias significativas en cuanto al bienestar.

Otro factor a tener en cuenta es que, dependiendo del tipo de actividad que realicemos, necesitaremos más o menos periodos de vacaciones y de mayor o menos duración. Las personas que se dedican a una actividad laboral en la que se sienten totalmente realizados y les gusta lo que hacen, necesitan menos vacaciones que quien realiza una actividad laboral que le sirve únicamente para ganarse un sueldo a final de mes.

Y ¿Qué pueden hacer aquellas personas que no pueden salir de vacaciones y tienen que quedarse en casa? Como ya he comentado anteriormente, las vacaciones no tiene que ser sólo grandes viajes. pueden ser pequeñas cosas que no podemos hacer cuando no tenemos tiempo libre y que las vacaciones nos permiten realizar, pasar más tiempo con pareja, amigos, familia, pasar el día en la playa, el campo, la piscina, largos paseos, ir al cine, realizar tu hobby, deporte, escuchar música, cuidarte…..

Sólo se trata de realizar actividades que nos saquen de la rutina para generar unas hormona llamada oxitocina, que ayuda a disminuir los niveles de estrés, aumentan el bienestar y previene enfermedades.

Te recomiendo  dos actividades que te pueden ayudar  a disfrutar de esos días .

Haz dos listas.

La primera: una listas de diez cosas que cuando no tienes tiempo te gustaría hacer y que te quejas porque no tienes tiempo para hacerlas.

La segunda: una lista de 0 a 100 cosas que si no las tuvieras las echarías de menos. Ésta te recomiendo hacerla no sólo para vacaciones, la haría a lo largo del año y sería tu refugio de cabecera para tomar consciencia de lo realmente importante.

Te pongo un ejemplo:

1.- la luz del sol

2.- Un abrazo

3.- Una buena ducha

4.- el chocolate….

El objetivo de esta lista, es centrarnos en que la vida nos da muchas pequeñas cosas que con la rutina del día a día dejamos de valorar, y que el tenerlas presentes nos hace centrarnos en lo realmente importante, y aumentemos los niveles de bienestar. Nos centra en nuestra realidad presente, y ese nivel de consciencia nos hace disminuir el estrés.

 

 

Clínica Vanesa Hernández

Psicólogos en Molina de Segura. Murcia

Distimia

Distimia

¿Qué es la distimia?

La Distimia es un tipo de trastorno del estado de ánimo o también llamados trastornos afectivos. Se presenta como una depresión leve pero se prolonga a lo largo del tiempo. En ocasiones pacientes con distimia, pueden padecer además un episodio de depresión mayor.

La Distimia afecta aproximadamente a un 2% de la población. Es más frecuente en mujeres que en hombres a cualquier edad, pero se puede dar también en niños y en adolescentes.

Los síntomas  más comunes de la distimia, que como ya hemos señalado anteriormente son menos intensos pero más crónicos que los de la depresión mayor son :

  • Tristeza, ansiedad o sensación de «vacío» persistentes.
  • Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
  • Llanto excesivo.
  • Mayor inquietud e irritabilidad.
  • Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
  • Disminución de la energía.
  • Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
  • Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
  • Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
  • Alteraciones en los hábitos del sueño.
  • Aislamiento social.
  • Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).

Para un diagnóstico de distimia, la persona (adulta) debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión.

Las causas de la distimia no están todavía suficientemente clarificadas, atribuyéndose a una alteración de un determinado tipo de neurotransmisor denominado serotonina, responsable de manejar las emociones y los juicios de valor; igualmente podrían estar en su origen situaciones de estrés continuadas y factores de personalidad.

¿En qué se diferencia fundamentalmente la distimia de la depresión?

El afectado por Distimia suele tener una vida bastante rutinaria y normal no obstante de su trastorno. Sin embargo, el paciente depresivo no es capaz de mantener esa rutina. Por tanto, la diferencia fundamental es el grado de LIMITACIÓN que el sujeto presenta.

  • En el trastorno distímico no se experimenta falta de interés. Pueden experimentar placer, también.
  • No se presenta agitación, ni tampoco lentitud motora.
  • No son usuales los arrebatos o pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte.
  • Un diagnóstico preciso ha de ser realizado por un psicólogo o psiquiatra especializado en este tipo de trastornos.

 

Psicólogos en Molina de Segura, Murcia

Psicólogos especialistas, Clínica Vanesa Hernández

 

Tipos de Trastornos del estado de ánimo

Tipos de Trastornos del estado de ánimo

Las emociones son algo inherente al ser humano. Sin embargo, nos han educado a que sentir determinadas emociones es algo que tendríamos que evitar. Sin embargo, la tristeza forma parte de nuestra vitalidad humana y como emoción cumple una función de adaptación al medio.

¿Qué sucede cuando esa tristeza es profunda y nos provoca un sentimiento de vacío irremediable? Pues bien, cuando eso ocurre y nos produce un malestar y/o deterioro significativo en nuestro funcionamiento diario a nivel familiar, social, laboral y personal, podrías estar padeciendo un trastorno depresivo.

Aunque la depresión no entiende de diferencias culturales ni de religión , ni de niveles socioeconómicos, si que existen algunos factores que podemos considerar de riesgo en la aparición de esta misma. Dichos factores pueden ser:

Factores personales: No todos tenemos una misma forma de responder a nuestro entorno, ni la misma percepción de nosotros y de los demás. Las personas se vuelven más vulnerables cuando su afectividad es negativa, ya que se sienten con menos recursos a la hora de responder a las demandas del ambiente, sobre todo si se sienten desbordadas por ellas, provocando una situación de estrés.

Ambientales. Los acontecimientos vitales estresantes también pueden convertirse en factores que contribuyan a un estado de ánimo deprimido. Situaciones como problemas económicos continuados, situación precaria o de estrés en el trabajo, problemas de pareja, enfermedades, duelos,  son ejemplos de situaciones que pueden favorecer a la aparición de trastornos depresivos.

La autoestima es uno de los aspectos que más se ve afectado en una depresión. Lo habitual en una depresión es sentir que uno no vale nada y no es capaz tampoco de hacer nada bueno ni de valor para sí mismo, para los demás y para el mundo.

Genéticos y fisiológicos. La herencia, es algo a tener en cuenta también en la aparición de los trastornos del estado de ánimo. las personas que tienen familiares en primer grado que hayan padecido depresión aumenta su probabilidad de padecerlos en torno a un 2-4% con respecto a la población general. El factor heredable es de aproximadamente el 40 %, y los rasgos neuróticos de la personalidad cuentan en proporción considerable para esta asociación genética.

Como trastorno secundario. El padecer otros trastornos puede aumentar el riesgo de que un sujeto desarrolle depresión, sobretodo el trastorno por consumo de sustancias, la ansiedad y el trastorno límite de la personalidad se encuentran entre los más frecuentes. Asimismo, las enfermedades médicas crónicas o que provoquen discapacidad también aumentan el riesgo.

Voy a pasar a describir los tipos de trastornos del estado de ánimo.

TRASTORNO DE DEPRESIÓN MAYOR

Cinco (o más) de los siguientes síntomas están presentes la mayor parte del día, casi todos los días durante al menos dos semanas..

  • Sentimientos acusados de tristeza, vacío y/o desesperanza. En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.
  • Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades.
  • Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más de un 5% del peso corporal en un mes) o disminución/aumento del apetito. En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Agitación o retraso psicomotor (observable por parte de otros, no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento).
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante, no tratándose simplemente del autorreproche o culpa por estar enfermo).
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones.
  • Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

La clasificación para el diagnóstico del trastorno de depresión mayor se basa en si es un episodio único o recurrente, en la gravedad actual (leve, moderado, grave), en la existencia de características psicóticas si las hubiera y el estado de remisión (parcial, total) cuando no se cumplen todos los criterios

DISTIMIA: TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE: se caracteriza por un ánimo deprimido que aparece la mayor parte del día, está presente más días que los que está ausente, durante un mínimo de dos años. En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable y la duración ha de ser como mínimo de un año. Cualquier intervalo sin síntomas dura como máximo dos meses.

Durante los períodos de ánimo deprimido deben presentarse al menos dos de los síntomas siguientes:

  • Poco apetito o sobrealimentación,
  • Insomnio o hipersomnia,
  • Poca energía o fatiga,
  • Baja autoestima,
  • Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones,
  • Sentimientos de desesperanza.

TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL: en la mayoría de los ciclos menstruales del último añoal menos cinco de los síntomas siguientes han de haber estado presentes en la última semana antes del inicio de la menstruación, empezar a mejorar unos días después del inicio de la menstruación y hacerse mínimos o desaparecer en la semana después de la menstruación:

  • Labilidad afectiva intensa (p. ej., cambios de humor, de repente está triste o llorosa, o aumento de la sensibilidad al rechazo).
  • Irritabilidad intensa o enfado, o aumento de los conflictos interpersonales.
  • Estado de ánimo intensamente deprimido, sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio.
  • Ansiedad, tensión y/o sensación intensa de estar excitada o con los nervios de punta.
  • Disminución del interés por las actividades habituales (p. ej., trabajo, escuela, amigos, aficiones).
  • Dificultad subjetiva de concentración.
  • Letargo, fatigabilidad fácil o intensa falta de energía.
  • Cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos.
  • Hipersomnia o insomnio.
  • Sensación de estar agobiada o sin control.
  • Síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular, sensación de “hinchazón” o aumento de peso.

Para confirmar el diagnóstico provisional se requieren evaluaciones diarias prospectivas de los síntomas durante al menos dos ciclos sintomáticos.

La intensidad y la expresividad de los síntomas pueden estar estrechamente relacionadas con las características sociales y culturales de la mujer afecta, de sus perspectivas familiares y de otros factores más específicos, como las creencias religiosas, la tolerancia social y aspectos relacionados con el papel de la mujer.

TRASTORNO DEPRESIVO INDUCIDO POR UNA SUSTANCIA O MEDICACIÓN:

Se caracteriza por un estado de ánimo deprimido, disminución notable del interés o placer por todas o casi todas las actividades. Estos síntomas se han desarrollado durante o dentro del mes posterior al consumo de una sustancia capaz de producir un trastorno depresivo y persisten más tiempo de lo esperable sobre los efectos fisiológicos o del período de intoxicación o de abstinencia.

TRASTORNO DEPRESIVO DEBISO A OTRA AFECCIÓN MÉDICA

Consiste en un período de tiempo importante y persistente de estado de ánimo deprimido, o una disminución notable del interés o del placer en todas o casi todas las actividades, que está relacionado con los efectos fisiológicos directos de otra afección médica.

Una consideración es la presencia de una asociación temporal entre el comienzo, la exacerbación o la remisión de la afección médica general y la alteración del ánimo.

Una segunda consideración es la presencia de rasgos que son atípicos en los trastornos del ánimo primarios (p. ej., una edad atípica de comienzo, un curso atípico o ausencia de historia familiar).

TRASTORNO DE DESRREGULACIÓN DISRRUPTIVA DEL ESTADO DE ÁNIMO

En este caso la sintomatología aparece antes de los 10 años, pero el diagnóstico no debe hacerse antes de los 6 años o después de los 18 años. El rasgo central es una irritabilidad crónica, grave y persistente, que ocurre en al menos dos ambientes (p.ej., casa y colegio) y es inapropiado para el grado de desarrollo del niño. Se dan accesos de cólera frecuentes (3 o más veces a la semana en al menos un año) que ocurren en respuesta a la frustración y pueden ser verbales y/o conductuales (agresividad contra objetos, uno mismo y otras personas) y cuya intensidad o duración son desproporcionadas a la situación o provocación. El estado de ánimo entre los accesos de cólera es persistentemente irascible o de enfado crónico la mayor parte del día, casi todos los días y es apreciable por otras personas del entorno del menor.

 

TRASTORNO DEPRESIVO ESPECIFICADO:

Se da cuando predominan los síntomas característicos de un trastorno depresivo pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de dicha categoría diagnóstica. Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un trastorno depresivo específico (p. ej., “episodio depresivo de corta duración”).

TRASTORNO DEPRESIVO NO ESPECIFICADO:

Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de un trastorno depresivo específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico (p. ej., en servicios de urgencias).

Si soy una Persona Altamente Sensible, ¿Qué puedo hacer?

Si soy una Persona Altamente Sensible, ¿Qué puedo hacer?

Si eres una Persona Altamente Sensible te preguntarás ¿Qué puedo hacer?

En las siguientes líneas voy a darte unas recomendaciones para que empieces a responderte a esta pregunta:

Lo primero que te recomendaría sería la aceptación de esa alta sensibilidad. Como ocurre con cualquier otra información que nos llega y supone un cambio en nuestra vida, lo primero y necesario para continuar de modo saludable hacia adelante es la aceptación de lo que ocurre. Las preguntas de ¿por qué me ocurre esto? ¿Por qué a mí?, son sólo escudos de negación para no aceptar la realidad que te ocurre.

La alta sensibilidad, no es más que un rasgo que posees, y que al no tratarse de ningún trastorno, enfermedad, anomalía, no tenemos que ponernos tristes ni lamentarnos por ello. Hay que recibirlo con todo el amor que puedas ya que es algo que forma parte de ti, y como cualquier otro rasgo o cualidad de tu personalidad te hace único, te hace ser quien eres y por ello lo tienes que querer.

Lo siguiente, o quizá ya lo has hecho antes es conocer de modo objetivo y real qué es la alta sensibilidad. Hay personas que cuando descubren que pueden tener este rasgo, comienzan un estudio profundo de él, sin embargo hay otras que si intuyen que pueden padecerlo, sienten miedo y evitan el saber más de ello, por temor a no saber gestionar esa información. Si aún no te has empapado de lo que es la alta sensibilidad, ya es hora, adelante.

Seguramente te sientas solo/a, incomprendido en ocasiones, un bicho raro…, pero no eres el único que es tan sensible, ¿has pensado en buscar otra personas como tu para compartir experiencias y de paso quizá nuevas personas con las que compartir tu vida? Seguramente existen ya grupos creados, pero hoy día con las redes sociales e internet es muy fácil la comunicación. Anímate y sal ahí fuera, no estás solo.

En este punto, vendría bien que te observaras para tener el máximo conocimiento de ti, de cómo esa alta sensibilidad actúa en ti, y cómo condiciona el modo en que percibes y vives tu mundo. Coge papel y lápiz y comienza a trabajarte.

¿Cuándo notas esa sensibilidad? ¿Cuando te desbordas y no puedes más? ¿Cómo te comportas en reuniones? ¿Cual es tu discurso interior? ¿Qué piensas de ti? ¿y del mundo en general? ¿Por qué crees que piensas así?  ¿Cómo gestionas las emociones? ¿Ha cambiado algo  desde que supiste que eres PAS? ¿Qué has comprendido? ¿Cuáles son tus puntos fuertes y qué podrás aportar al mundo? ¿Cuáles son los aspectos de ti  que merecen atención?

Otras  cosas que te vendrían bien:

  1. Sal a la naturaleza, el contacto con ella te dará paz: el campo, la montaña, la playa…lo que prefieras.
  2. Realiza alguna actividad artística o creativa: pinta, haz fotografía, manualidades, danza…
  3. Practica yoga, meditación, relajación….
  4. Lleva una vida con rutinas, estructura tu día a día para sentir orden.

Algo muy importante para el bienestar de todos pero especialmente para ti, es ser asertivo. Saber decir que no a las demandas del ambiente es necesario para preservar momentos para ti y poder recuperar energía.

 

Respeta tus tiempos y tus necesidades. Se consciente que de vez en cuando necesitarás tu isla de tranquilidad. Es algo necesario para ti, que tienes que normalizar y formar parte de tu rutina. No es algo negativo, ni signo de debilidad.

Normalmente esa isla necesita ser silenciosa, sin luz y ausente de cualquier aparato electrónico. Puedes meterte en la cama a descansar o pedes irte a la naturaleza a tumbarte y respirar aire puro. Cada uno tendrá sus preferencias. Pero respétalo y hazlo.

Y sobre todo lo que te recomiendo es normalidad, libertad y tomártelo con humor. A unos nos tocan unas cosas y a otros sensibilidad.

 

Espero haber contribuido un poquito a tu bienestar.

 

 

Psicóloga en Molina de Segura, Murcia

 

Adicción a internet y redes sociales y nuevas tecnologías.

La adicción a internet, redes sociales o nuevas tecnologías, es algo relativamente reciente, pero de lo que cada vez se oye más hablar. Es un problema que sufren muchas personas, y lo preocupante es que se trata de un tipo de adicción que cada vez comienza a darse a edades más tempranas, incluso en niños.

La entrada de internet a casi todos los hogares, supuso una mejor calidad de vida y un mayor y más rápido acceso a la información y al mundo en general. Gracias a internet, se hizo posible acceder a lugares y a noticias que hace unos años era impensable, además de dar la posibilidad de comunicación desde cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, como todo, el mal uso o uso excesivo que se haga de ello, puede llegar a convertirse en un problema.

Desde el inicio de las redes sociales, como Facebook, Twiter, Instagran, se han llevado a cabo muchísimos estudios de cómo el uso de las redes sociales puede influir en el modo que las personas tenemos de relacionarnos y en nuestro comportamiento. Y efectivamente, han cambiado por completo en cómo hoy día se relacionan sobretodo los jóvenes. El ciberamigo, es aquel con el que sólo hemos tenido relación a través de internet, pero nunca le hemos conocido en la vida real. Puede suponer un choque para muchos adolescentes el pensar que tienen muchos amigos y en menos de un día, sentirse solos. Además, los estudios demuestran que las redes sociales afectan a la autoestima y el modo en que las personas se valoran. Un uso excesivo de redes sociales provoca un elevado estrés aumentando el sentimiento de soledad y disminuyendo la sensación de felicidad.

Consecuentemente, si la autoestima la basamos en las opiniones de los demás y en el numero de likes, la persona se sentirá no sólo esclava de estar alimentando una vida cibernética continuamente, sino que se sentirá tremendamente insegura.

Evidentemente, este uso excesivo, puede generar en los jóvenes una necesidad de estar continuamente conectados, pudiendo dar lugar a una adicción.

Puede ser una adicción al teléfono móvil, a internet, redes sociales, videojuegos, youtube….

O también a redes sociales, cuyo único objetivo es encontrar pareja. Estas son especialmente perjudiciales para la autoestima y su mal uso puede generar relaciones tóxicas y engañosas.

 

Equipo Clínica Vanesa Hernández

 

Psicólogos en Murcia y Molina de Segura