RELACIONES TÓXICAS

RELACIONES TÓXICAS

Las relaciones tóxicas son más frecuentes de lo que pudiéramos pensar. Implica una relación desigual entre los miembros de la pareja. Las relaciones tóxicas no sólo se dan en relaciones de pareja, también son muy frecuentes entre familiares, amistad, compañeros de trabajo…Sin embargo, al igual que en otros casos identificamos rápido nuestro malestar y nos resulta relativamente fácil salir de esa situación, en las relaciones tóxicas, aunque implican sufrimiento, no nos resulta tan evidente el daño que nos pueda estar provocando, y nos quedamos en ellas, sobretodo por la codependencia que generan. En la mayoría de los casos no tomamos conciencia porque obtenemos un beneficio, casi siempre emocional de ellas, y no lo queremos ver. El miedo nos mantiene en ellas, y el hecho de que el sufrimiento va creciendo de forma progresiva y muy sutil, provoca que duran más de lo recomendable. Cuando nos damos cuenta que podemos estar inmersos en una relación tóxica, nuestra autoestima está deteriorada y la inseguridad nos impide salir de ahí

RELACIÓN TÓXICA

Para una mayor claridad, en las relaciones tóxicas se suelen dar las siguientes características:

  • Predomina la crítica constructiva, se machaca continuamente los errores y lo que uno no hace bien, sin resaltar nada positivo del otro. Por ello te desgastan la autoestima, impidiéndote
  • El mensaje continuo es recordarte tu necesidad de él/ella. De forma directa o indirecta te deja claro que no serías nadie si dejaras la relación. Utiliza el chantaje emocional.
  • Es controlador/a, ya que te organiza la vida y chequea cada gasto, actividad, pero siempre con el mensaje de que es por tu bien.
  • Te compara continuamente con otras personas, o lo que es más sutil, resalta de forma intensa cualidades en otros, que cuando se trata de ti no lo hace.
  • Pueden llegar a haber faltas de respeto, dándose incluso en público.
  • Critica a tu entorno y a todo el que suponga una amenaza en su control, intentando aislarte lo máximo posible.
  • La desconfianza es una de las protagonistas en vuestra relación. Comportamientos y actitudes de celos van en aumento, según avanza la relación.

Ante una relación de estas características, la persona se siente atrapada. Sin darse cuenta es cada vez menos feliz y en ocasiones se siente manipulada, se da cuenta que ha ido perdiendo su libertad en todos los aspectos de su vida y tiene claro, que esa relación no es bueno para ella. Pero el miedo le impide salir de ella.

Como se ha mencionado al principio existen diferentes tipos de relación tóxica. Algunas de ellas son:

  • Las relaciones que se inician sin haber superado relaciones anteriores. La presencia del otro es continua, comparaciones, críticas y se justifican actitudes incorrectas del presente, por lo vivido anteriormente
  • Relaciones para llenar un vacío, olvidando que una relación no llena sino que complementa.
  • Relación de codependencia. Los miembros de la relación han dejado pasar el tiempo. Se necesitan para todo, se pierde la individualidad, provocando a la larga infelicidad
  • Relación con comunicación inadecuada, basada en un bucle de ataque-defensa. La mayor parte del tiempo es una comunicación pasivo agresiva en la que no se habla claro, todo son indirectas y reproches
  • La relación fundamentada con ideas irracionales: pensamientos poco realistas y distorsionados acerca del amor y de lo que es una relación, sea del tipo que sea.
  • Relación basada en el miedo, ya sea miedo al maltrato, al abandono, al rechazo….Éstas son las más peligrosas, ya que la persona no se siente capaz nunca de salir de ellas.
  • Relación en la que los roles están ya preestablecidos, uno dirige y controla y el otro actúa de manera sumisa.

Las razones por las que terminamos en una relación tóxica son diversas. Las más frecuentes son: el miedo a la soledad, a lo que piensen los demás, una baja autoestima, el no sentirse merecedor de amor por experiencias anteriores, ideas distorsionadas por pensar que el amor implica soportar todo, necesidad irracional de amor…

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¿ Realmente son necesarias las vacaciones? Beneficios reales de tomar vacaciones

¿ Realmente son necesarias las vacaciones? Beneficios reales de tomar vacaciones

¿Realmente son necesarias las vacaciones?  Seguramente la respuesta inmediata que se nos pase a todos por la mente sería un claro y rotundo sí. Pues en este caso el sentido común y el saber popular coincide con los estudios científicos. Diferentes estudios afirman lo beneficioso de poder desconectar no sólo del trabajo sino de la rutina diaria. Numerosos estudios realizados desde el campo de la psicología afirman que las vacaciones contribuyen a una disminución del estrés, disminución de la presión arterial y aumento del bienestar emocionalQuizá casi todos cuando pensemos en vacaciones pensemos en viajar, en grandes planes, a los que no todos tenemos acceso, por razones de tiempo, económicas, familiares. Sin embargo, no es eso a lo que se refieren los estudios psicológicos que hablan de lo necesario para el bienestar emocional de las personas el poder desconectar.

Lo realmente positivo es poder romper con la rutina que nos vemos obligados a seguir a lo largo de meses. Unas vacaciones pueden ser conceptos muy diferentes según a quien le preguntemos. Puede ser desconectar del trabajo, del jefe, simplemente descansar y dormir, pasar unos días a solas con tu pareja y sin los niños, para unos sería viajar a ver grandes capitales y  para otros desconectar en el campo sin coches ni bullicio de gente. Es muy importante que lo que elijamos realmente nos permita desconectar, ya que si vamos a volver más cansados que nos hemos ido, física y psicológicamente, nuestras vacaciones no habrán cumplido su función.

¿CUANTO TIEMPO ES NECESARIO DESCONECTAR PARA QUE SEA BENEFICIOSO? Los diferentes expertos especialistas en el tema recomiendan un mínimo de una semana. Por encima de dos semanas no se observan diferencias significativas en cuanto al bienestar.

Otro factor a tener en cuenta es que, dependiendo del tipo de actividad que realicemos, necesitaremos más o menos periodos de vacaciones y de mayor o menos duración. Las personas que se dedican a una actividad laboral en la que se sienten totalmente realizados y les gusta lo que hacen, necesitan menos vacaciones que quien realiza una actividad laboral que le sirve únicamente para ganarse un sueldo a final de mes.

Y ¿Qué pueden hacer aquellas personas que no pueden salir de vacaciones y tienen que quedarse en casa? Como ya he comentado anteriormente, las vacaciones no tiene que ser sólo grandes viajes. pueden ser pequeñas cosas que no podemos hacer cuando no tenemos tiempo libre y que las vacaciones nos permiten realizar, pasar más tiempo con pareja, amigos, familia, pasar el día en la playa, el campo, la piscina, largos paseos, ir al cine, realizar tu hobby, deporte, escuchar música, cuidarte…..

Sólo se trata de realizar actividades que nos saquen de la rutina para generar unas hormona llamada oxitocina, que ayuda a disminuir los niveles de estrés, aumentan el bienestar y previene enfermedades.

Te recomiendo  dos actividades que te pueden ayudar  a disfrutar de esos días .

Haz dos listas.

La primera: una listas de diez cosas que cuando no tienes tiempo te gustaría hacer y que te quejas porque no tienes tiempo para hacerlas.

La segunda: una lista de 0 a 100 cosas que si no las tuvieras las echarías de menos. Ésta te recomiendo hacerla no sólo para vacaciones, la haría a lo largo del año y sería tu refugio de cabecera para tomar consciencia de lo realmente importante.

Te pongo un ejemplo:

1.- la luz del sol

2.- Un abrazo

3.- Una buena ducha

4.- el chocolate….

El objetivo de esta lista, es centrarnos en que la vida nos da muchas pequeñas cosas que con la rutina del día a día dejamos de valorar, y que el tenerlas presentes nos hace centrarnos en lo realmente importante, y aumentemos los niveles de bienestar. Nos centra en nuestra realidad presente, y ese nivel de consciencia nos hace disminuir el estrés.

 

 

Clínica Vanesa Hernández

Psicólogos en Molina de Segura. Murcia

Distimia

Distimia

¿Qué es la distimia?

La Distimia es un tipo de trastorno del estado de ánimo o también llamados trastornos afectivos. Se presenta como una depresión leve pero se prolonga a lo largo del tiempo. En ocasiones pacientes con distimia, pueden padecer además un episodio de depresión mayor.

La Distimia afecta aproximadamente a un 2% de la población. Es más frecuente en mujeres que en hombres a cualquier edad, pero se puede dar también en niños y en adolescentes.

Los síntomas  más comunes de la distimia, que como ya hemos señalado anteriormente son menos intensos pero más crónicos que los de la depresión mayor son :

  • Tristeza, ansiedad o sensación de «vacío» persistentes.
  • Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
  • Llanto excesivo.
  • Mayor inquietud e irritabilidad.
  • Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
  • Disminución de la energía.
  • Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
  • Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
  • Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
  • Alteraciones en los hábitos del sueño.
  • Aislamiento social.
  • Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).

Para un diagnóstico de distimia, la persona (adulta) debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión.

Las causas de la distimia no están todavía suficientemente clarificadas, atribuyéndose a una alteración de un determinado tipo de neurotransmisor denominado serotonina, responsable de manejar las emociones y los juicios de valor; igualmente podrían estar en su origen situaciones de estrés continuadas y factores de personalidad.

¿En qué se diferencia fundamentalmente la distimia de la depresión?

El afectado por Distimia suele tener una vida bastante rutinaria y normal no obstante de su trastorno. Sin embargo, el paciente depresivo no es capaz de mantener esa rutina. Por tanto, la diferencia fundamental es el grado de LIMITACIÓN que el sujeto presenta.

  • En el trastorno distímico no se experimenta falta de interés. Pueden experimentar placer, también.
  • No se presenta agitación, ni tampoco lentitud motora.
  • No son usuales los arrebatos o pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte.
  • Un diagnóstico preciso ha de ser realizado por un psicólogo o psiquiatra especializado en este tipo de trastornos.

 

Psicólogos en Molina de Segura, Murcia

Psicólogos especialistas, Clínica Vanesa Hernández

 

Adicción a internet y redes sociales y nuevas tecnologías.

La adicción a internet, redes sociales o nuevas tecnologías, es algo relativamente reciente, pero de lo que cada vez se oye más hablar. Es un problema que sufren muchas personas, y lo preocupante es que se trata de un tipo de adicción que cada vez comienza a darse a edades más tempranas, incluso en niños.

La entrada de internet a casi todos los hogares, supuso una mejor calidad de vida y un mayor y más rápido acceso a la información y al mundo en general. Gracias a internet, se hizo posible acceder a lugares y a noticias que hace unos años era impensable, además de dar la posibilidad de comunicación desde cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, como todo, el mal uso o uso excesivo que se haga de ello, puede llegar a convertirse en un problema.

Desde el inicio de las redes sociales, como Facebook, Twiter, Instagran, se han llevado a cabo muchísimos estudios de cómo el uso de las redes sociales puede influir en el modo que las personas tenemos de relacionarnos y en nuestro comportamiento. Y efectivamente, han cambiado por completo en cómo hoy día se relacionan sobretodo los jóvenes. El ciberamigo, es aquel con el que sólo hemos tenido relación a través de internet, pero nunca le hemos conocido en la vida real. Puede suponer un choque para muchos adolescentes el pensar que tienen muchos amigos y en menos de un día, sentirse solos. Además, los estudios demuestran que las redes sociales afectan a la autoestima y el modo en que las personas se valoran. Un uso excesivo de redes sociales provoca un elevado estrés aumentando el sentimiento de soledad y disminuyendo la sensación de felicidad.

Consecuentemente, si la autoestima la basamos en las opiniones de los demás y en el numero de likes, la persona se sentirá no sólo esclava de estar alimentando una vida cibernética continuamente, sino que se sentirá tremendamente insegura.

Evidentemente, este uso excesivo, puede generar en los jóvenes una necesidad de estar continuamente conectados, pudiendo dar lugar a una adicción.

Puede ser una adicción al teléfono móvil, a internet, redes sociales, videojuegos, youtube….

O también a redes sociales, cuyo único objetivo es encontrar pareja. Estas son especialmente perjudiciales para la autoestima y su mal uso puede generar relaciones tóxicas y engañosas.

 

Equipo Clínica Vanesa Hernández

 

Psicólogos en Murcia y Molina de Segura

Personas Altamente Sensibles (PAS)

Personas Altamente Sensibles (PAS)

¿Quienes son las Personas Altamente Sensibles?

El término Altamente Sensible, fue acuñado por la psicóloga norteamericana Elaine Aron. Elaine descubrió que dos de cada diez personas eran más sensibles que la media. Al parecer dichas personas posee un sistema nervioso «más fino» que el resto, lo que les provoca la llegada de mucha más información sensorial a la vez que al resto de personas.

El término de Persona Altamente Sensible, ha ido tomando fuerza y se han definido cuatro criterios para determinar si en tu caso posees esa alta sensibilidad.

Las Personas Altamente Sensibles según está definido hasta este momento:

  1. Reflexionan profundamente acerca de la información recibida.
  2. Tiende a saturarse o sobreestimularse.
  3. Tienen una alta empatía, así como una alta emocionalidad.
  4. Presentan una alta sensibiliad sensorial sobretodo con sutilezas.

Estas cuatro características tienen que darse necesariamente para poder ser una PAS.

 

Si quieres más información, quizá estas pistas se sirvan de guía:

  • Les afecta mucho el ruido en general, los olores fuertes y las luces brillantes.
  • Les encanta el arte y la naturaleza.
  • Son inseguras y tímidas.
  • Se sienten abrumadas por exceso de trabajo y masas de personas.
  • Sufren por el dolor ajeno.
  • Sienten necesidad de ayudar a quien lo necesita.
  • Suelen enamorarse con facilidad.
  • Suelen ser perfeccionistas.
  • No se manejan bien en la gestión de situaciones estresantes.
  • Dificultades para decir que no al otro y mantener y respetar sus límites personales.
  • Alta capacidad de detectar sutilezas.
  • Tienen un umbral al dolor bastante bajo con respecto a la media.

Es importante saber que la alta sensibilidad no es una enfermedad, ni trastorno ni nada parecido. Está considerado un rasgo y como tal no se cura. Pero esto no es algo negativo para ti. Ya que puedes aprender a gestionar ese exceso de sensibilidad para llegar a un mayor equilibrio emocional. Tu alta sensibilidad seguirá siendo la misma, pero podrás aprender a cuidarte un poquito mejor para que la información que te viene de fuera te afecte un poquito menos.

La doctora Elaine Aron, elaboró un test para identificar a Personas con Alta Sensibilidad. Si contestas menos de 14 «si» hay poca probabilidad de que sea una PAS. Si en tus respuestas hay más de 15 «si», la probabilidad de que seas una PAS, es alta.

  1. Me afecta el comportamiento de los demás.
  2. Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno.
  3. Suelo ser muy sensible al dolor.
  4. En los días ajetreados, suelo tener la necesidad de retirarme, de echarme en la cama, Buscar una habitación en penumbra o cualquier otro lugar donde pueda encontrar algo de tranquilidad y alivio frente a la estimulación.
  5. Soy particularmente sensible a los efectos de la cafeína.
  6. Me abruman fácilmente las cosas como las luces brillantes, los olores fuertes, los tejidos bastos o las sirenas de policías o ambulancias.
  7. Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo/a.
  8. Tengo una vida interior rica y compleja, le doy muchas vueltas a las cosas.
  9. Me conmueve profundamente las artes o la música.
  10. Soy muy concienzudo/a.
  11. Me asusto con facilidad.
  12. Me agobio cuando tengo que hacer muchas cosas en poco tiempo.
  13. Cuando alguien se siente incómodo o a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que hacer para hacerle sentir más cómodo.
  14. Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
  15. Me esfuerzo mucho por no cometer errores u olvidarme de algo.
  16. Suelo evitar las películas violentas o las series violentas en la televisión.
  17. Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
  18. Los cambios en la vida me conmocionan ( mudanza, separación, cambio de trabajo…).
  19. Suelo percibir y disfrutar las buenas esencias, sabores, olores, sonidos y obras de arte.
  20. Para mí tiene mucha importancia el poder disponer mi vida de forma que evite situaciones perturbadoras o abrumadoras.
  21. Cuando tengo que competir o ser observado en la ejecución de una tarea me pongo tan nervioso/a o inseguro/a que termino haciéndolo peor de lo que podría.
  22. Cuando era niño/a mis padres y profesores me solían ver como una persona sensible o tímida.

Espero que esta información te ayude.