¿Observas que tu hijo es más inquieto que el resto de niños?¿Que no puede dejar de moverse?¿Que incluso sentado se remueve en su asiento?¿Que se levanta continuamente de la mesa o cuando está en clase?¿Que corre o salta en situaciones donde no es apropiado ni por las circunstancias ni para su edad?¿Tiene dificultades para jugar con otros niños? ¿Le cuesta guardar turno y precipita sus respuestas? ¿Interrumpe actividades de otros? ¿Es despistado, incurre en errores y parece que no te escucha cuando le hablas?¿Tiene dificultades para organizarse y le disgusta hacer cualquier tarea que implique un esfuerzo mental?
Si tu respuesta es afirmativa a varias de estas preguntas, puede ser que tu hijo sufra un Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)
El TDAH es un trastorno que se caracteriza por la presencia de tres síntomas atípicos:
- Déficit de atención
- Impulsividad
- Hiperactividad motora y/o vocal.
Se identificará como un trastorno cuando, dichos síntomas o los comportamientos que se deriven,se observen con mucha frecuencia e intensidad en comparación a niños de su edad, e interfieran significativamente en su vida escolar, familiar y social.
En el tratamiento para el niño o el adolescente, se trabajará conjuntamente padres, maestro y terapeuta, para dotar al niño de estrategias, que le permitan controlar su comportamiento de un modo eficaz y consiga centrar su atención. Además se trabajan aspectos tales como, baja autoestima, capacidad para tolerar la frustración y habilidades sociales, ya que el niño con TDAH, suele tener dificultades en estas áreas.