¿Cómo saber si mis pensamientos son obsesiones? ¿Tengo un trastorno obsesivo compulsivo?

¿Cómo saber si mis pensamientos son obsesiones? ¿Tengo un trastorno obsesivo compulsivo?

«Psicólogos en Murcia»

mis obsesionesSi estás leyendo estas líneas es porque como comúnmente se dice “estás obsesionado con algo”. Con mucha frecuencia, utilizamos esta expresión u otras parecidas como, eres un maniático, «tiquismiquis», paranoico…, para referirnos a situaciones en las que no podemos evitar pensar en algo que nos preocupa o en las que necesitamos que las cosas sean de una determinada manera para sentirnos tranquilos.

Sin embargo, cuando estas «manías», o preocupaciones, nos superan, no podemos evitarlas, ya que nos generan un nivel de angustia elevado, e interfieren en nuestro día a día, empezamos a pensar que todos estos términos que utilizamos de manera cotidiana, como una forma de hablar, ya no es lo que a nosotros nos ocurre. Comenzamos a pensar que lo que a nosotros nos sucede no es eso, no es algo que entre dentro de lo que consideramos normal.

Y ahí es donde tenemos la curiosidad de interesarnos por saber qué es lo que realmente nos pasa y buscamos información.

Así que creo que lo primero de lo que nos tenemos que ocupar si estás leyendo estas líneas es de dar respuesta a unas cuantas preguntas que supongo rondarán por tu cabeza

¿Preocupación excesiva, manías u obsesión? Esa es la cuestión

Si te encuentras continuamente preocupado excesivamente por aspectos de la vida cotidiana  como el trabajo, estudios de tus hijos, cosas por hacer, relaciones con los demás, tareas domesticas, no cumplir objetivos,… y esas preocupaciones van variando a lo largo del día, es decir, que no siempre es la misma, no te sientes raro por tenerlas, ni temor por ello, ya que necesitas pensarlas en un intento de encontrar la solución y la calma…

y además , esos pensamientos te  provocan síntomas físicos de inquietud continua, tensión muscular, problemas de sueño, problemas de estómago y muuuuucho cansancio, entonces se trata de……PREOCUPACIÓN EXCESIVA.

Sin embargo, cuando uno o varios pensamientos o imágenes, repetitivos, asaltan tu cabeza, y pese a tu intento por controlarlos no te es posible, aún sabiendo que son totalmente irracionales, y el pensarlos te crean una angustia intensa que aumenta cuanto más piensas en ellos ya que temes las consecuencias catastróficas que pudieran provocar, te hacen sentir vergüenza y sobre todo te hacen dudar, entonces estamos ante……UNA OBSESIÓN.

mis obsesiones 2Así que la PRIMERA ACLARACIÓN PRÁCTICA que dará respuesta a tus preguntas es que es una obsesión cuando:

  • Temes tener esos pensamientos o imágenes..
  • Luchas activamente contra ellos.
  • Evitas o por lo menos intentas evitar cualquier situación que te los recuerde ( lugar, programa de televisión, conversación…)
  • Si tu propósito de cada día es no tener más ese pensamiento, y te preocupas reiteradamente de poder tenerlo.

 

 

¿Un pensamiento que me preocupa se puede convertir en una obsesión? DEPENDE.

Hay ocasiones en las que uno de esos pensamientos de los tantos que pasan por nuestra mente a lo largo del día, llama nuestra atención por su contenido. Es un pensamiento agresivo, de contenido sexual que nos avergÜenza, o de algo a lo que tememos. A ello se une que la temática está relacionada con algo que nos importa en ese momento. Entonces la probabilidad de que ese pensamiento no salga de la mente sin más y se quede provocándonos una sensación de angustia es alta. Nos cuestionaremos por qué lo hemos pensado, y al volverlo a pensar la angustia aumentará. Hasta que me haga dudar acerca de lo que el pensamiento describe tienen algo que ver conmigo. En el momento en que el pensamiento me hace dudar, es cuando se convierte en una obsesión.

Si el pensamiento no está relacionado con principios o valores fundamentales para mi, algo que  no sea importante en ese momento, la probabilidad de que se quede en mi cabeza dando vueltas es muy baja.

 

Y ¿POR QUÉ ME OCURRE ESTO A MÍ?

Siento decirte que pese a que nos encontramos en la era moderna donde la tecnología avanza por segundos, en este caso las investigaciones no son del todo concluyentes.

Aún así, se han descubierto cositas que nos ayudan a explicar en parte, por qué tú, tienes un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

motivacion2Como ya sabemos, existe una mayor predisposición genética a padecer determinadas enfermedades. Nuestros genes determinan la facilidad con la que cada uno de nosotros recorreremos un camino u otro. Si seremos más propensos a dolores de estómago o a tener jaquecas. Pues en el caso de  enfermedades mentales ocurre lo mismo.

Así que uno de los motivos es que la madre naturaleza dejó en ti unos genes obsesivos, dormidos en principio, pero esperando ansiosos despertar.

Por otro lado existen áreas cerebrales relacionadas con las obsesiones. Estas áreas son los ganglios basales, la corteza cingulada y la corteza orbitofrontal. En este caso, una vez más, tampoco hay una claridad total de la causa ya que no se ha logrado clarificar qué ocurre antes, si las obsesiones y compulsiones provocan una actividad diferente o lesiones en estas áreas cerebrales o todo lo contrario, si las lesiones provoca la aparición de obsesiones y compulsiones.

Como otro ingrediente, tenemos otro tipo de herencia, la de la educación recibida en casa y fuera de ella. Cualquiera de estas nos vale:

  •  Asunción prematura de responsabilidades convirtiéndote en demasiado maduro para tu edad
  • Demasiada sobreprotección
  • Tus padres le daban mucha importancia a no cometer errores, a las consecuencias de ello
  • En algún momento pensaste  que  de tus padres estaban obsesionados con la limpieza o el orden
  • Acudiste a un colegio muy exigente, o con creencias religiosas extremas o quizá eras bueno en un deprote y el club al que acudías imponía normas de comportamiento y objetivos demasiado intransigentes para ti.

Y por último, la mala suerte, si la mala suerte.

Muchas personas con trastorno obsesivo relatan la mala suerte de haber asociado en su infancia un pensamiento con la ocurrencia de un acontecimiento traumático en sus vidas. Imagínate un niño al que le riñe su abuelo, en ese momento desea que le ocurra algo malo, y días después el abuelo fallece.

Mala suerte si…. Pero en su mente se queda grabada la idea de tener el poder de poder influir en las cosas que ocurran a su alrededor.

Una mala noticia, La ciencia aun no ha descubierto que tengamos poderes. Es una muy mala noticia, lo sé, pero por pensar las cosas no ocurren.

imagesCAAXVE2S¿Pero el tener estas obsesiones significa que estoy loco? y si no lo estoy, ¿me podré volver loco y hacer lo que mis pensamientos me dicen?

Ni estás loco ni te volverás ni harás lo que tus pensamientos te dicen. Tampoco por pensarlo significa que sea cierto, simplemente son pensamientos.

La mayoría de personas que padecen obsesiones, tardan en pedir ayuda, y mucho menos en contárselo a nadie, por miedo a que se piensen que están locos o por miedo a que se confirme su miedo y un profesional les diga que lo están.

Tienen miedo a perder el control y que se cumplan las consecuencias catastróficas que su mente les anuncia constantemente. En la mayoría de ocasiones, la persona desarrolla compulsiones para evitarlas y en consecuencia aliviar la angustia que les provocan las obsesiones.

Me gustaría acabar la publicación respondiendo a la pregunta de ¿Esto se cura?

El TOC obtiene muy buenos resultados con la terapia cognitivo-conductual, acompañada o no de medicación.

Así que sí, si podrás dominar tus obsesiones.

 

Anuncio publicitario

¿Seré homosexual? Esa es mi duda.

¿Seré homosexual? Esa es mi duda.

¿Te resulta familiar la pregunta: Seré homosexual?

Si de un tiempo a esta parte esa es la cuestión que irrumpe en tu cabeza, puede ser que este articulo te ayude a despejar tus dudas.

Por extraño que parezca para todos aquellos que leáis estas lineas, y no sepáis de qué hablo, las dudas a cerca de la orientación sexual, es una de las obsesiones más frecuentes que acuden a consulta.

Para el que sepa a qué me refiero, le sonará totalmente familiar, es más, puede que sienta una gran angustia al inicio y un gran alivio al final de la lectura, ya que mi intención con este artículo es simplemente describir lo que ocurre ( tal y como lo describen los pacientes a los que les ocurre) cuando alguien tiene obsesiones de este tipo, con el fin de poder ayudar a despejar la duda acerca de lo que les está pasando, a aquellas personas que se sientan identificadas con estas líneas.

obsesion 1Sin saber ni cómo ni por qué, hubo un día en el que en un determinado momento, asaltó esa duda en tu cabeza: ¿Seré homosexual?. Una pregunta a la que nunca habías tenido que responderte, de repente te atrapa, y una gran angustia recorre tu cuerpo haciéndote dudar de un modo que te asusta.

En ese momento tratas de no darle importancia y de normalizar lo que te acaba de ocurrir, pero la sensación indefinida de miedo, angustia, duda, no termina de desaparecer.

No quieres pensar en ello, pero la pregunta acude una y otra vez a tu cabeza, y no sientes la seguridad de poder responder a ella. A la vez te gustaría olvidarte del tema, y que todo volviera a ser como antes, pero es imposible, necesitas aliviar la duda, si no lo haces, no te quedarás tranquilo.

De repente te descubres mirando a un compañero de trabajo, a un amigo o a cualquiera con quien coincides en tu vida cotidiana y ta asalta una sensación de angustia acompañada de la duda ¿Me gustará?

Puedes sentir incluso como un impulso de mirar determinadas zonas del cuerpo (trasero, pecho, abdomen…), y sentir cierto bochorno o verguenza por hacerlo, y por supuesto la duda.

Para que esto no te ocurra, evitarás estas situaciones, aunque implique ir por la calle mirando hacia el suelo, o dejar de quedar con alguien.

La ansiedad se hace una constante en tu vida, y tu día a día puede convertirse en buscar información, o pruebas que te ayuden a despejar esa duda. Pruebas a favor o en contra de la afirmación «Soy homosexual».

Puedes buscar información en internet, mirar pornografía, acudir a sitios de ambiente gay…para comprobar si la duda que de repente invadió tu cabeza es fruto de una cuestión real a resolver, o no.

Tendrás también, relativos momentos de tranquilidad en los que racionalmente repasas tu vida, tus sentimientos, tus experiencias, y una gran parte de ti parece tener clara la repuesta, sabes que no eres homosexual, pero la claridad dura poquito, ya que la duda vuelve a hacerse contigo y la angustia vuelve a aparecer.

Tratas de llevar tu vida con normalidad, en ocasiones es algo que no se le cuenta a nadie, es algo que no se puede contar, y eso aumenta más la angustia.

Pero aunque se lo cuentes a alguien cercano y trate de tranquilizarte, no servirá.

Sientes que «te vas a volver loco», que «vas a perder el control». Tu ánimo se resiente, no te apetece hacer nada, pierdes la ilusión por las cosas, sientes que tu vida no tiene sentido, que no avanzará, si no eres capaz de despejar tus dudas.

Si tienes pareja, puedes sentirte culpable por lo que te está ocurriendo, no sabes si les estás mintiendo, si le estás haciendo perder el tiempo. Por ello puedes crear distancia emocional con ella para sentirte más cómodo o incluso rechazo para aliviar la culpa.

Sientes que hasta que no despejes tus dudas, no podrás realizar tu vida con normalidad.

Puedes dudar también acerca de si sigues sintiendo atracción hacia personas del sexo contrario, ya que dudarás de todo.

obsesiónPues bien, lo que realmente te ocurre cuando asalta esta duda angustiosa en tu cabeza y entras en el círculo de la duda infinita, es que padeces una obsesión.

La obsesiones son pensamientos que acuden a tu cabeza de forma repentina, involuntaria, que van seguidos de una emoción de angustia que hace que te cuestiones su veracidad. Son pensamientos que, se diferencian de otros en que se quedan dando vueltas en tu cabeza, provocando una sensación de angustia, que te lleva a darles credibilidad precisamente por eso, por la sensación que te hacen tener. Ya que la persona que los padece se cuestiona que si no fuera cierto por qué se siente así cuando los tiene y pese a intentar decirse a sí misma que no lo son, la duda sigue ahí.

Lo que hace que no desaparezcan sin más, y se queden en un simple pensamiento que pasó por tu mente, es la duda que provocan en tí. Duda que tendrás que despejar para quedarte tranquilo.

Pero esa es precisamente la trampa que te atrapa. El conceder credibilidad a la duda.

La obsesión se mantiene ahí por concederle credibilidad, por que ese pensamiento te hace dudar de algo que no es real, y como tal no podrás despejar nunca.

Si realmente fueras homosexual, no tendrías una duda eterna, ya que habría una realidad que enfrentar. Es más. No tendría porqué provocarte angustia el echo de serlo. Tampoco tendrías dudas acerca de si alguien te gusta, sabrías lo que te hace sentir, en mayor o menor medida.

La duda hace que pierdas de vista la realidad que vives, que tu criterio no cuente, por que la misma obsesión ya te hará dudar de todo.

Vanesa Hernández » Psicóloga en Murcia.

.

«La Herencia de una mala educación».

«La Herencia de una mala educación».

Psicólogos en Murcia. Vanesa Hernández

Hace unos días, mientras estaba en consulta con una paciente, fuí consciente de que un día antes otro paciente me había comentado la misma cuestión, y curiosamente tenían una historia personal bastante parecida. Sé que esto no es un hecho especialmente interesante, ya que cuando ves una cantidad de pacientes considerable, es lo normal. Sin embargo, me paré a pensar que últimanete, más pacientes, además de esos dos, me habian comentado una situación bastante similar. En ese momento, sentí la necesidad de escribir acerca de ello, ya que creo que al igual que algunos de mis pacientes, muchos de nosotros hemos recibido la herencia de una mala educación.cropped-cropped-images7.jpg

Aunque algunos de  nosotros hemos tenido la suerte de habernos dado cuenta de que algo fallaba en la forma de sentirnos, y hemos optado por buscar la forma de cambiar esa herencia o simplemente rechazarla, supongo que muchos otros de vosotros aún no os habréis percatado de esa herencia que con la mejor intención del mundo vuestros padres os dejaron.

¿A qué me refiero con «la herencia de una mala educación?»

Me refiero a los patrones emocionales que aprendimos de niños, resultado en parte, de la educación recibida de las figuras de referencia que tuviéramos en nuestros primeros años de vida. Normalmente estas figuras son los padres,

Dicho de un modo simple,los patrones emocionales son las formas en que las personas se sienten ante las diferentes situaciones a las que se enfrentan, el modo de sentirnos en las relaciones con los demás, en definitiva, el modo en que habitualmente nos sentimos. Estos patrones emocionales, aunque también dependen del temperamento con el que se nace, son en gran parte aprendidos. Por decirlo de algún modo, recibimos dos tipos de herencia, la física o biológica y la emocional o psicológica (con lo que se nace y lo que se aprende).

De todos los patrones emocionales que podemos heredar, me apetecía escribir acerca de dos, ya que son los que más frecuentemente he identificado en consulta: «el amor condicional» y «miedo a fallar».

 

Decir que, la gran mayoría de los padres, en lo que se refiere a la educación de sus hijos, lo hacen lo mejor que saben y pueden, y en la mayoría de los casos también, pensando en lo mejor para sus hijos.

Pese a ello, necesitan asegurarse que sus hijos serán personas «buenas». Y por buenas me refiero a buenas en todo, porque de ese modo entenderán que les estarán educando bien.

Además, no debemos olvidar que junto con esto, están inmersos en esta sociedad, en la que por miedo a que sus hijos, se queden atrás, se dejan arrastrar por la presión y queriendo o sin querer se las trasladan a sus hijos.

imagesCAOWMP8QHechas las aclaraciones, voy a intentar explicar a lo que me refiero con la herencia de una mala educación, en concreto, el amor condicional y el miedo a fallar.

El amor condicional, es aquel en el que se te quiere sólo si cumples una determinadas condiciones para ganarte este amor. Por ello, para que te quieran, necesitas hacer las cosas como le gustarían a la persona a la que quieres que te quieran  para conseguir  su amor y aprobación.

El amor de los padres, es entendido como un amor incondicional, quieren a sus hijos por el hecho de serlo, les querrán sean como sean, se comporten como se comporten, consigan lo que consigan. Esto es así, los padres lo sienten así. Pero ¿realmente se comportan así? ¿Trasmiten a sus hijos ese amor incondicional? y lo que es más importante ¿ A los hijos les llega ese amor incondicional de sus padres?¿Se logra trasmitir esto?

Pues bien, lo que he observado varias veces en consulta es que no, que el amor trasmitido a los hijos cuando son niños, no siempre adopta la forma de incondicional, y aunque cada niño es un mundo, como se suele decir, este aspecto es muy importante ya que condicionará con bastante probabilidad la forma en que esa persona aprenderá a sentirse a lo largo de su vida, consigo misma y en las relaciones con los demás.

¿Cómo se trasmite este amor condicional?

El amor condicional se trasmite cuando se muestra aceptación y afecto sólo cuando el otro se ha comportado como a tí te gustaría. El resto del tiempo, pasa desapercibido. Hasta aquí podría entenderse como un mecanismo para una sana educación, desde el punto de vista de educar a los niños en la norma de que un acto positivo tiene una consecuencia positiva.

Pero lo que suele ocurrir es que cuando un niño hace las cosas bien, empieza a pasar desapercibido su comportamiento, y sólo se le presta atención cuando no las hace como se esperaba. Se les exige cada vez más. No basta con que está bien, podría estar mejor.

Si saca en un examen un 7, podría haber sacado un 8, y si lo hace, un 9, y si saca un 10, eso es lo que tiene que seguir haciendo.

Y aquí es donde entra en juego, el segundo patrón emocional heredado: el miedo a fallar.thCAF5C1TE

Como los niños siempre querrán buscar el amor de sus padres, tratarán de hacerlo lo mejor que puedan, con el consiguiente miedo a fallar.

Para no fallar, desarrollarán una autoexigencia excesiva, de modo que, si persigo la perfección, no fallaré nunca. La perfección asegura a la persona la tranquilidad de que está bien hecho. Un niño si saca un 10, aunque nadie se lo reconozca entenderá que hizo lo correcto.

Pero también puede generar la respuesta contraria, es decir, sentir la incapacidad de agradar, porque sienta que haga lo que haga nunca será lo suficiente, y que abandone el buscar la aprobación de ellos, con lo que no aprenda la lección de el esfuerzo siempre tiene un buen resultado.

Cuando crecemos, y llegamos a la edad adulta, sin darnos cuenta, este patrón ha viajado con nosotros a lo largo del tiempo, y condiciona  nuestra forma de actuar y comportarnos ante los demás.

Si hemos recibido un amor condicional, seremos tremendamente exigentes, perfeccionistas, pero con la autoestima de cristal, ya que extrapolaremos el hecho de que si las personas que tendrían que habernos querido incondicionalmente no nos lo trasmitieron, por qué iba a quererme otro sin más.Puede que  desarrollamos comportamientos inseguros en las relaciones con los demás, que desconfiemos de si nos querrán lo suficiente, ya que siempre podría venir alguien mejor, alguien que lo haga mejor. Nos enseñaron que siempre podría estar mejor, y que cuando se consigue llegar a la cima no basta, hay que mantenerse ahí.

Aprendemos como mecanismo de mejora continuo, la autocrítica, que nos recuerda que si nos relajamos podríamos fallar. Si fallamos nos sentiremos culpables o fracasados.Necesitamos que todo esté bajo control.

Sólo conseguirá estar seguro, si persigues la perfección, si no el miedo a fallar estará presente. La perfección nos asegura que no hay margen de error. Aunque todos sabemos que la perfección no existe, la perseguimos.

O la otra vertiente, en la que no me creo lo suficientemente válido, ya que tiré la toalla, y sólo recibí críticas, y no intento mejorar ni conseguir lo que me gustaría, por pensar que nunca podré, que nunca será suficiente. Mi baja autoestima condicionará lo que consiga en la vida y mis relaciones personales, sin plantearme si aquello que aprendí de mí era cierto.

Aunque os he trasmitido la idea de un modo muy simplificado ( ya que podríamos seguir escribiendo de este tema horas), me apetecía compartirla, ya que creo que es muy importante que indaguemos en la forma en la que nos sentimos.

Identificar nuestros patrones emocionales, más que para saber si vienen de la educación recibida o no, nos sirve para clarificarlos, y  si no nos gusta lo que identificamos poder  cambiarlo.

En nosotros está la responsabilidad de sentirnos como lo hacemos. Si un día aprendimos una determinada forma de sentirnos, hoy podemos abandonarla y aprender otra nueva. A fin de cuentas, nos acostumbramos a sentirnos de una determinada manera y nos conformamos.

Atrévete a cuestionar tus costumbres emocionales  y cámbialas.

imagesCABPPMYX

 

«Psicólogos en Murcia». Vanesa Hernández.

¿Necesitas motivación?

¿Necesitas motivación?

 

Creo que no te resultará raro el reconocer ese estado en el que todos nos hemos encontrado en alguna ocasión, momento en la que estamos bajos de ánimo, en el que nos gustaría hacer miles de cosas pero nos faltan las ganas para ello.

Es muy típico ese domingo por la tarde en el que es inevitable pensar que llega el lunes y nuestra mente ya está pensando en todo lo que haremos esa semana. Sin embargo, pese a que nos gustaría llevar a cabo todas esas pequeñas cosas, para conseguir nuestros objetivos nos falta motivación. Nos falta el empuje necesario para que, cada día,  persigamos esos objetivos que “supuestamente” nos harían felices.

Sin embargo nos armamos de ganas y voluntad y hacemos hacemos una lista de propósitos cada domingo. Y cada lunes vuelta a empezar, ya que la voluntad nos llegó hasta el martes como mucho. Y ahí es donde comienza ese estado circular en el que damos vueltas sobre el comienzo de algo, pero nos resulta difícil avanzar hacia la meta.

Ayer, domingo por la tarde, me apetecía leer. Realmente no sabía muy bien de qué, con lo que me puse a indagar en internet. Por casualidad, de estas cosas fantásticas que ocurren por eso, si, por casualidad, me encontré con una lista de frases motivadoras de Albert Einstein, y pensé: Si a él, todo un genio, le funcionaron, ¿por qué no nos iban a funcionar al resto?

Así que  tras leerlas, y comprobar que coinciden con las premisas que sigue la psicología positiva, decidí compartirlas, a modo de consejos prácticos, para ayudaros a aprender a automotivaros, pero sobre todo, a mantener la motivación a lo largo del tiempo, que es lo que os permitirá conseguir vuestros objetivos.

ALBERT EINSTEINAlbert Einstein, entre muchísimas otras cosas decía:

“Todo hay que reducirlo a su máxima simplicidad, pero no más”. 

Como se suele decir, las cosas, en definitiva, la vida,  es más sencilla de lo que parece. No hay que tomarse las cosas demasiado en serio, hay que relativizar la importancia de todo. Si hay cuestiones que resolver, busquemos la forma, y si no se puede dejémoslo estar.

Decidí poner esta frase en primer lugar, porque quien me conozca (pacientes o relaciones personales) sabrá que mi máxima cada día es ocuparme de las cosas y no preocuparme por ellas.

La preocupación es el arma que utiliza el miedo para desmotivarnos y que abandonemos el objetivo que nos habíamos planteado. Cuando te descubras pensando “¿Y si…..?, estarás saboteando tu motivación.

Busca un equilibrio entre pensar y actuar. Piensa menos y actúa más.

 

“Nunca pienso en el futuro, llega bastante pronto”. 

Elige como momento de vida tu presente. Lo único que puedes controlar es lo que está ocurriendo ahora mismo. El presente te da la opción de que si no te gusta lo puedes cambiar, y si estás satisfecho con lo que tienes lo podrás disfrutar.

Olvidamos a menudo que tanto el pasado como el futuro son estados muy tramposos, ya que aunque aparentemente pensar en ello nos da sensación de control, no podemos cambiar nada.

No te desgastes pensando en lo que posiblemente llegue, llegará sólo. Ocúpate de tener el presente que te apetece, ya que te llevará al futuro que deseas.

GANDHI

 

Como decía Gandhi:

“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”

¡Hagámos caso a estos dos sabios!

 

 

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.

Para conseguir un objetivo lo más importante es el compromiso contigo mismo, la disciplina. Tenemos que ser exigentes en la implicación, pero tolerantes a la vez en la debilidad. Los extremos nunca son saludables. Si quieres mantener la fuerza de voluntad comprométete con objetivos realistas y mímate en la consecución de los mismos.

 

 

“La creatividad es contagiosa, pásalo”. 

Aumentarás tu motivación si compartes tus ideas y objetivos con tus seres queridos, compañeros de trabajo…El hablar de un tema provoca el efecto espontáneo de ir generando ideas y aumentar la creatividad.

Además provocarás que ellos te cuenten los suyos y el modo en que se plantean conseguirlos. Su método puede valerte.

¡Alimentemos la creatividad y dejemos que el miedo pase hambre!

 

“Sólo aquellos que intentan lo absurdo pueden lograr lo imposible”. 

No tengas miedo, no dejes que ni tu miedo ni el de los demás te desanimen.

El que no lo intenta no se equivoca nunca, eso está claro, ¿pero quieres eso?. Si tu respuesta es sí, habrás llegado a tu objetivo, pero si no lo tienes claro, no te conformes con la mediocridad de lo necesario, porque en ocasiones no es suficiente.

 

“Entre las dificultades se esconde la oportunidad”. 

Siguiendo a lo anterior, Einstein decía esta frase. Cuando alguien se propone un reto, un objetivo, no todo va a ser un camino fácil, nos encontraremos dificultades, que en ocasiones nos llevarán al descubrimiento de otros, al logro de cosas totalmente inesperadas. Si crees que has tenido un error, significa que estás avanzando a tu objetivo.

Piensa que los grandes descubrimientos de la historia fueron así.

 

 

“Somos arquitectos de nuestro propio destino”. 

Eres el único dueño de tus decisiones. Puedes llegar donde te propongas. No olvides que donde te encuentres, lo decidiste tú, decide ahora donde quieres estar. Es cierto que no todo depende d ti, pero sí lo importante. No hablamos de conseguir un objetivo tomando una decisión, todo lo contrario. Las grandes metas se consiguen haciendo muchas pequeñas cosas. Podemos volver a decidir cada vez que queramos. No pasa nada. Eso es la mayor ventaja de la vida.

 

 

“La única manera segura de evitar cometer errores es no tener nuevas ideas”.

Se constante. Levántate las veces que haga falta. Sólo fracasarás cuando dejes de intentarlo.

 

Como habrás observado, la sabiduría de Albert Einstein, residía en parte en ser plenamente consciente que la perfección no existe, que sólo podemos ocuparnos de nuestro presente, que de nada sirve preocuparnos de las cosas, que lo que nos ayudará será ocuparnos de ellas, que no tenía miedo al fracaso, pero eso sí, tenía muy claro que las cosas sin constancia, disciplina y compromiso no se conseguían. Tenía claro también que la vida no es eterna, que estamos de paso, y que por ello, la mayor motivación la encontraremos en disfrutar de nuestro presente y no esperar a conseguir las cosas para entonces ser felices. La felicidad reside en el camino a la felicidad. No perdía tiempo en buscar controlar lo que no podía

Además no tenía miedo a lo que pensarán los demás de él, ni del resultado de sus estudios, ni del fracaso, ya que para  él, el fracaso hubiera sido no intentarlo.

 

AHORA INTÉNTALO TU!!!!

Vanesa Hernández, psicóloga en Murcia.

La Gestión Emocional como clave para sentirte mejor.

La Gestión Emocional como clave para sentirte mejor.

 

 

 

Una de las claves para sentirte mejor es aprender a gestionar bien tus emociones.

 

gestion de emociones 2

La gestión emocional consiste básicamente en aprender a identificar las emociones, ser plenamente consciente de ellas, comprenderlas  y en unos casos aceptarlas y en otros reconducirlas por ser inapropiadas.

La gestión emocional te proporciona un mayor conocimiento de ti mismo y de los demás, haciéndote sentir dueño de tus actos y en definitiva de tu vida, por no dejarte arrastrar por ellas.

Creo que a todos nos a ocurrido en alguna ocasión el vernos en un una circunstancia y pese a que no queríamos actuar como lo hicimos no pudimos evitarlo. Nos descubrimos diciendo frases como: «sabía que no tenía que estallar pero lo hice», «Se que no era para tanto pero no pude evitar ponerme así», «Pensaba que tenía que decirle tal o cual cosa, pero me quedé bloqueado, no me salía palabra».

En esos momentos no nos sentimos dueños de nuestra vida, ya que son nuestra emociones las que deciden nuestros comportamiento.

¿Por qué nos ocurre esto? ¿La solución reside en reprimirlas?¿o quizá en evitar situaciones?¿por qué una y otra vez nos ocurre lo mismo pese a que reconocemos nuestro error?

Lejos de pensar que las emociones son una reacción perjudicial para nosotros, las emociones son reacciones de nuestro cuerpo que nos alertan de lo que ocurre fuera. Es el modo en que respondemos ante la interpretación que estemos haciendo ante lo que ocurre en nuestro entorno, en nuestra vida.

Sin embargo, en ocasiones, da la sensación de que nuestras emociones se han vuelto locas, y que no se corresponden con lo que nosotros creemos que estamos viviendo. Se vuelven desobedientes, y pese a que nosotros de modo consciente queremos reaccionar de una determinada manera, no podemos evitar sentirnos de otra.

 

gestion de emocionesComo resultado del aprendizaje que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida, generamos un bagaje de creencias, realistas o no, que nos sirve para poder enfrentarnos y adaptarnos a las diferentes situaciones que nos vamos encontrando. Esas creencias, nos ayudan a qué pautas seguir en la relación con los demás, qué es lo correcto e incorrecto, qué camino seguir. Esas creencias proceden de ideas directas trasmitidas por nuestros padres, maestros, amigos, compañeros, y por experiencias vividas u observadas a lo largo de nuestra vida. En ese aprendizaje las emociones adoptan el papel de recordarte o dirigirte en función de lo que en un momento dado tu pensaste. Se quedan grabadas en tu cerebro. Como un mecanismo primario que en definitiva nos ayuda a sobrevivir, será muy resistente, y pese que posteriormente nosotros de modo superficial podamos cambiar nuestros pensamientos, ellas, las emociones, seguirán reaccionando en función del patrón emocional primario.

Sin darnos cuenta, no reaccionamos a los acontecimientos en función de lo que esta realmente ocurriendo, sino en función de lo que nosotros creemos que ocurre, y ahí es donde aparecen las emociones asociadas a nuestras creencias.

Quizá, si nos pararamos a pensar de un modo objetivo, veríamos que realmente no está ocurriendo lo que provoca que mi emoción aparezca.

 

Por ejemplo: si mi pareja me dice que una chica le parece guapa, no me está diciendo que le guste más que yo, ni que yo no le guste, ni que me vaya a dejar por ello. Simplemente me está diciendo que le parece guapa como me lo podría parecer a mí misma. Aunque racionalmente esto parezca una estupidez, emocionalmente uno reacciona en función de lo que uno interpreta, y si me molesta su comentario me tendría que plantear por qué.

La cuestión es que para uno poder gestionar tus emociones necesitas saber identificarlas, entenderlas, tener una conciencia plena de donde vienen, y en ocasiones aceptarlas y en otras  reconducirlas cuando no sean adecuadas.

La gestión eficaz de las emociones es fundamental para sentirse bien, sereno, feliz.

Te da un pleno conocimiento de ti y de los demás.

Provocará que tu relación con los demás, a nivel sentimental, familiar, laboral, social, mejore infinitamente.

Aprenderás a sentir emociones, a tolerarlas, normalizarlas, así como a modificar otras.

Puedes aprender a hacerlo, mediante un entrenamiento adecuado.

No permitas que organicen tu vida sin tu permiso.

 

Obsesiones….duda….miedo…y más obsesiones.

Obsesiones….duda….miedo…y más obsesiones.

 

 

«Psicólogos en Murcia»

 

imagesCAAXVE2SÚltimamente es muy habitual en la consulta que acudan pacientes con obsesiones.

En anteriores publicaciones, ya hablé de en qué consisten, cómo se manifiestan, cómo se siente la persona que las padece…

En esta ocasión me gustaría relatar, cómo los pacientes me trasmiten la angustia que les produce el tenerlas, y cómo, pese a saber que lo que les ocurre son obsesiones, les cuesta el aceptar que lo son.

Voy a tratar de explicar esto último.

Simplificando, cuando una persona acude a consulta por primera vez, en algunos casos tienen una ligera idea de lo que les puede ocurrir, pues ya han echado un vistazo por internet, buscando información acerca de lo que les sucede.

En otros casos, ya acuden diagnosticados por un psiquiatra, el cual les prescribió medicación, y que han encontrado ligeramente cierta mejoría, pero las obsesiones siguen ahí.

Hay un pequeño porcentaje de gente, que cuando acude no tiene ni idea de lo que le puede estar ocurriendo, pero tienen mucho miedo a estar locos, o de poder volverse locos en un futuro, si no logran controlar lo que les pasa. Piensan cosas «raras» (como ellos mismos relatan) y temen que eso sea la antesala de la «locura».

Independientemente, de cual sea el grado de información que tengan, todos necesitan que les des un diagnostico y saber si tiene solución. Básicamente, si la angustia que sienten, se pasará algún día.

El contenido de las obsesiones que más se dan últimamente en mi consulta son: miedo a ser homosexual, miedo a hacer daño físico a alguien o a sí mismo, miedo a que algo malo ocurra si no se hace lo que la mente te dicta en ese momento, miedo a no controlar lo suficiente una situación y necesidad de comprobación.

Por diferentes que sean las obsesiones, ya que una misma persona puede tener varias, lo común a todas ellas, es el miedo a aceptar que son obsesiones, lo que implica no prestarles atención e importancia, y no hacer nada con respecto a ellas.

Se que parece una contradicción, ya que la mayor necesidad de alguien cuando las tiene, es que les confirmes que son obsesiones, y no realidades lo que su pensamiento le dice. Pero una vez que aceptan que es una obsesión, cuando toman conciencia de que no están haciendo nada con respecto a lo que su pensamiento obsesivo  les dice, surge el miedo a que no sea una obsesión y entonces estén cometiendo el error de engañarse a sí mismos y ocurran las fatídicas consecuencias que las mismas obsesiones le anticipan.

Y ahí es donde cerramos el círculo de la duda. Es el «colmo de la obsesión». La persona se obsesiona con no obsesionarse.imagesCAMGH8SC

La obsesión me puede hacer dudar acerca de si su contenido es cierto o no, y mantenerme en esa duda constante continuamente. Pero también pueden hacerme creer que no me puedo dejar de obsesionar porque, si lo hago, dejaré de ejercer control para evitar las consecuencias que la obsesión misma relata.

Así, por ejemplo, si una paciente tiene miedo a ser lesbiana, tiene miedo a aceptar que no es una cuestión de dudas acerca de su orientación sexual, sino que es una obsesión, porque » ¿y si acepta que es una obsesión, y luego no lo es y echa su vida por la borda?» «¿Como puede seguir con su novio, si resulta que dentro de unos años se da cuenta de que lo es?».

Llegar a este estado, produce un nivel de angustia elevado, de desesperación y desesperanza, ya que la persona por unos momentos, días o semanas, ha experimentado la serenidad que le produce el aceptar que es una obsesión. El haberlo hecho, le ha permitido no concederle credibilidad, lo que a su vez a ocasionado que reduzcan en su frecuencia de aparición, y en la intensidad con que le afectan.

Y ahora otra vez, se sienten descontrolados, con su mente cargada de DUDAS, y con la angustia de no saber si algún día serán capaces de superar lo que les pasa.

imagesCA8YSYPXSin embargo, en la medida que entienden que esta duda, es una obsesión, que refuerza a la anterior, otra vez recuperan el control de sus pensamientos, y confianza en que lo superarán,

No cabe duda, que el dominar las obsesiones, es un proceso complejo y costoso para las personas que las padecen, pero si tienen la paciencia y confianza suficiente se consigue siempre.

 

«Psicólogos en Murcia»

 

Miedo a perder el control

Miedo a perder el control

«Psicólogos en Murcia»

 

images[4]No sé si en algún momento habrás sentido ese miedo indefinido, pánico más bien, a perder el control. Es una sensación difusa en la que uno teme hacer o decir cualquier cosa en contra de su voluntad, no sabe muy bien que, pero la sensación es de mucho miedo.

Se tiene miedo a cometer una locura, a volverse loco….

Miedo a estarlo, por tener este tipo de pensamientos y sensaciones. Y miedo a que esa sensación no se pase nunca, y terminemos confirmando muestro mayor temor.

Junto con esa sensación, el contenido de los pensamientos que tengas puede ser de todo tipo. De violencia física contra ti, o con los demás, o violencia verbal…

Un pensamiento muy típico, es estar al lado de un balcón o una ventana y pensar, «¿Y si me tiro?».

Uno  se angustia, porque evidentemente no se quiere tirar, pero entonces se pregunta, «SI NO QUIERO, ¿POR QUÉ LO HE PENSADO?» y ahí se angustia más, porque cree que el pensar las cosas puede hacer que se puedan hacer realidad.

Lo sé, dicho así parece una tontería, algo sin ninguna importancia, pero cuando a uno le pasa, te puedo asegurar que no lo ve como una tontería.

El miedo a la locura o a perder el control, es muy frecuente en personas que padecen ansiedad.

Podemos considerarlo como un síntoma más, dentro de la gran gama de síntomas provocados por la ansiedad que se pueden tener. Sin embargo es uno de los más desagradables para la persona que los sufre, porque no entiende por qué lo está pensando.thCAYMG58O

Su miedo a que sus pensamientos se hagan realidad, provoca un miedo a poder pensarlo, y es este reacción de miedo es lo que los mantiene.

La persona entra en un bucle en el que se tiene miedo de sí mismo, lo que provoca el que empiece a darle credibilidad a esos pensamientos. Por ejemplo, empieza a no quedarse sola, a no quedarse al cuidado de menores, a no enfrentarse a situaciones que la puedan desestabilizar, a evitar cualquier tipo de conflicto o emoción….

Esta actitud, evidentemente, aunque le hace sentir a salvo de modo inmediato, refuerza más el miedo y la intensidad de los pensamientos, que no dejan de ser pensamientos, nada más.

Sin embargo, a medida que van pasando los días, lo más común, es que la persona se venga abajo, se sienta deprimida y limitada, ya que no se reconoce al sentirse así, es más, al no poder hacer nada con ello.

Esto produce tristeza, desilusión, perdida de la capacidad de disfrutar con lo que antes se disfrutaba, desesperanza…

Y ya uno no sabe si tiene ansiedad, si se va a volver loco, si se está deprimiendo, o qué le pasa.

Los pensamientos se vuelven obsesivos, ya que cuanto más uno los teme más se cuelan en la cabeza, provocando esa angustia incontrolada, que te hace dudar de todo.

Decirte, que si te sientes identificado con lo que acabas de leer, tranquilo, no te estás volviendo loco, ni cometerás esa locura que tanto temes.

Pero si no logras perder el miedo a los pensamientos y controlar la ansiedad, pide ayuda. Se puede reconducir más fácil de lo que parece.

 

«Psicólogos en Murcia»

Miedo: ¿Motor o freno? ¿Amigo o enemigo?.

Miedo: ¿Motor o freno?  ¿Amigo o enemigo?.

images[8]Si nos ponemos a hablar del miedo, todos sabemos de lo que estamos hablando.

Una y mil veces hemos podido sentir miedo en nuestra vida.

Es nuestra emoción más primaria, ya que su función es ayudarnos a sobrevivir y protegernos desde que llegamos al mundo.

Tanto es así  que no necesitamos tener ´conocimiento ni razón para sentirlo. Nos alertará de modo automático de cualquier amenaza que nuestro cerebro perciba, y su modo de avisarnos es hacernos sentir eso, MIEDO.

Aprendemos a que esa sensación significa que algo va mal, por ello cuando la sentimos conectamos nuestro radar porque algo en nuestro alrededor está fallando, algo puede hacernos daño, a nosotros o nuestros seres queridos.

Visto así es un mecanismo totalmente positivo, ya que es el motor de avanzar, de sobrevivir a las circunstancias.

Sin embargo, ¿es realmente así? Párate a pensar. El miedo ¿Te mueve o te paraliza?

Supongo que la respuesta mas común será: «Depende»

Desde mi parecer el Miedo es la emoción más poderosa con la que cuenta el ser humano, se esconde debajo de muchas otras emociones, y de forma explícita o no, nos mueve o frena para casi todo en nuestra vida.

Nos mueve por miedo a que si nos paramos ocurran o dejen de ocurrir cosas. Y nos frena por miedo a lo que pueda ocurrir, por miedo a perder lo que un día conseguimos, y ante el riesgo, preferimos quedarnos como estamos.

Frases como «piensa mal y acertarás», «Mas vale malo conocido que bueno por imagesCASKER3Vconocer», «más vale un pájaro en mano y ciento volando», hacen referencia a este echo.

Lo que cotiza alto hoy día es la seguridad, la estabilidad, pero ¿Realmente hay algo seguro y estable? ¿Puedo yo realmente estar seguro de algo en esta vida?

Todos sabemos que no, y el ser conscientes de ello, nos provoca entrar en la rueda de querer controlar lo máximo posible porque se supone que cuanto más lo hagamos, más cerca estaremos del bienestar.

Sin embargo, como no se puede, podríamos estar así siempre.

No creo que diga nada nuevo si afirmo que lo único que podemos controlar es nuestro presente.

De lo que pueda ocurrir no nos podemos ocupar, sólo podemos preocuparnos. Y ahí es donde nuestro miedo pasa de ser un motor a ser un freno.

Nos podemos ocupar de hacer lo mejor que podamos en este preciso momento nuestro trabajo, pero de si me despedirán o me harán fijo en la empresa o me darán un aumento sólo me puedo preocupar. No me puedo ocupar de ello porque aún no ha ocurrido. De lo que está ocurriendo, que es el momento inmediato si, pero de lo que ocurrirá mañana no.

imagesCAQURNN8Y ahí está la clave.

El reeducar a nuestro miedo, que tan maleducado fue por los refranes y creencias populares.

Desprendernos de esa herencia que la sociedad en definitiva nos dejó, y empezar a asumir la responsabilidad real de las cosas.

OCÚPATE DE LAS COSAS PARA QUE TU MIEDO CUMPLA SU FUNCIÓN DE MOTOR Y DEJA DE PREOCUPARTE PARA QUE NO TE FRENE MÁS

Estos refranes junto con la creencia popular de que la felicidad y el bienestar son sinónimo de control y seguridad, son en parte responsables, de que en lugar de utilizar el miedo como un motor, nos sirva para limitarnos y permanecer parados el mayor tiempo posible.

Y entonces se produce el efecto llamado «profecía autocumplida». Terminamos provocando lo que mi miedo me dijo que ocurriría en un principio.

Como me da miedo a esforzarme en un ascenso y luego no soportar la frustración que supone el que no me lo den, por miedo a sentirme fracasado , pienso que no soy lo suficientemente capaz. No lo intentaré como debiera y terminaré diciendo, «Lo ves yo sabía que no me ascenderían».

y como esta situación infinidad de muchas otras que sin darnos cuenta, por nuestro afán de controlar perdemos de vista que es el miedo el que nos está controlando a nosotros.

Toma las riendas de tu vida, y déjale al miedo sólo el lugar que le pertenece.

Alíate con él, no dejes que el enemigo siga en casa.

 

.

.

D

Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad: Indicaciones prácticas para su manejo

Trastorno por Déficit de Atención con  Hiperactividad: Indicaciones prácticas para su manejo

hiperactividad[1]¿Observas que tu hijo es más inquieto que el resto de niños?

¿Que no puede dejar de moverse?

¿Que incluso sentado se remueve en su asiento?

¿Que se levanta continuamente de la mesa o cuando está en clase?

¿Que corre o salta en situaciones donde no es apropiado ni por las circunstancias ni para su edad?

¿Tiene dificultades para jugar con otros niños?

¿Le cuesta guardar turno y precipita sus respuestas?

¿Interrumpe actividades de otros?

¿Es despistado, incurre en errores y parece que no te escucha cuando le hablas?

¿Tiene dificultades para organizarse y le disgusta hacer cualquier tarea que implique un esfuerzo mental?

Si tu respuesta es afirmativa a varias de estas preguntas, puede ser que tu hijo sufra un Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)

El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno que se caracteriza por la presencia de tres síntomas atípicos:

  • Déficit de atenciónimages[3]
  • Impulsividad
  • Hiperactividad motora y/o vocal.

Se identificará como un trastorno cuando, dichos síntomas o los comportamientos que se deriven, se observen con mucha frecuencia e intensidad en comparación a niños de su edad, e interfieran significativamente en su vida escolar, familiar y social.

En el tratamiento para el niño o el adolescente, se trabajará  conjuntamente padres, maestro y terapeuta, para dotar al niño de estrategias, que le permitan controlar su comportamiento de un modo eficaz y consiga centrar su atención. Además se trabajan aspectos tales como, baja autoestima, capacidad para tolerar la frustración y habilidades sociales, ya que el niño con TDAH, suele tener dificultades en estas áreas.

En principio, es muy complicado manejar el comportamiento de estos niños, pues parecen no escuchar lo que les dices, y no responden a las órdenes como debieran. Hay que saber que la paciencia es algo necesario para que el proceso de educación de nuestro hijo conduzca al bienestar de todos

 

Para empezar y a modo de ORIENTACIONES BÁSICAS Y GENERALES PARA LOS PADRES tienen que establecer normas:

  1. Que sean estables: el cumplimiento o incumplimiento de las normas siempre ha de tener las mismas consecuencias.
  2. Que sean consistentes: las reglas no cambian de un día para otro.
  3. Que sean explícitas: las reglas son conocidas, comprendidas y pactadas por ambas partes (padres y niños).
  4. Que sean predecibles: las reglas están definidas siempre de antemano, no después, de esta forma el niño no percibe castigo, simplemente se cumple lo pactado que normalmente es la retirada de un privilegio.

images[4]

A modo más específico, para trabajar la atención hay que tener en cuenta que:

  • Hay que mantener una situación estructurada en la casa, con horarios constantes, y evitando estímulos demasiado llamativos. En este punto hay que tener en cuenta que, aunque inevitable en la mayoría de ocasiones, la presencia de los hermanos puede ser un distractor importante, que dificulte que el niño se centre en lo que toque en ese momento. Si sucede, tratar de separarles para iniciar la actividad.
  • Alejarle de estímulos que puedan distraer su atención. Al principio quedarnos con ellos realizando la actividad, pero ir retirando la ayuda progresivamente, dejándoles cada vez más tiempo solo.
  • Cuando parece que no nos escucha cuando le hablamos, sujetarle la cabeza con las manos,, mantenerle la mirada y hablarle con voz firme pero suave, sin enfadarnos (utilizamos el contacto físico para atraer su atención). Después pedirle que repita lo que le hemos dicho, y si no lo recuerda, volvérselo a repetir de la misma manera las veces que sea necesario.

 

Por otro lado, para la conducta impulsiva, podemos seguir los siguientes consejos:images[7]

  1. Proporcionar normas para que el niño sepa en cada momento qué debe y qué no debe hacer. Las instrucciones deben ser:
  • Claras y específicas.
  • Comprensibles ( lenguaje adaptado al niño y haciendo uso de términos concretos).
  • Instrucciones cortas, de una en una y espaciadas en el tiempo.
  • No deben acompañarse de contacto físico instigador.
  • No deben entrar en contradicción unas con otras.
  • Deben ser un número reducido de instrucciones, si son muchas el niño necesitará mucho tiempo y muchos recursos que no sabrá gestionar.

2.    Cuando se va a algún lugar donde van a haber muchas personas es conveniente que se le den de antemano algunas pautas concretas, breves y claras de comportamiento. Si se pone muy nervioso en un lugar público donde haya muchas personas, es conveniente apartarle a un lugar donde no haya nadie y calmarle antes de volver al lugar anterior. Reforzar su esfuerzo y hacerle ver que es capaz de seguir las reglas.

3. Comunicarle con antelación cualquier cambio de rutina.

El objetivo es que el niño, en un entorno con muchos estímulos, algunos desordenados, otros deseados, otros rechazables, etc, lleve a cabo sus obligaciones, intentando que aprenda a seguir instrucciones, demorar la gratificación e inhibir el primer impulso.

No olvidemos que para el niño no es fácil. Necesitará su tiempo para aprender rutinas e interiorizarlas.

Ello implica que el adulto se tendrá que cargar de paciencia y comprensión, además de afecto, que siempre es necesario.

Si se es sistemático en las instrucciones, se conseguirán cambios significativos.

El niño celoso: Cómo ayudarle

El niño celoso: Cómo ayudarle

 

«Psicóloga en Murcia»

 

thCAKDS14LLos celos pueden definirse como un estado del niño  caracterizado por una sensación de frustración al creer que ya no son correspondidos emocionalmente por las personas queridas (padres, parejas…) o, al menos, con la intensidad y frecuencia que desean o necesitan

“Se trata de un rey destronado”. “Ya no es el rey de la casa”.

 

Los adultos, no podemos perder de vista que no es un proceso únicamente a nivel racional. Ellos pueden entender la situación, y en el caso de que no lo hagan se lo podemos explicar las veces que sean necesarias.

Pero lo que les está jugando una mala pasada son las emociones. Tienen sensaciones que no saben cómo manejar. De repente tienen miedo a no ser queridos y a ser abandonados. Se encuentran con situaciones nuevas en las que se espera que ellos reaccionen con normalidad, y ellos se sienten bloqueados, todo es nuevo para ellos.

Y cuando comprueban que no es nuevo, porque perdura, y que además se quedara el nuevo hermano se quedará  ahí para siempre, se rebelan esperando que su comportamiento cambie lo que no les gusta. Prueban a llamar la atención como su hermano, por ello comienzan a mostrar conductas regresivas: «Si él llora y se le atiende, yo llorare también».

Pero todo es un lío, porque a él no se le atiende de la misma manera.

Cuando los niños tienen celos, lo viven con mucho sufrimiento. De ahí la importancia de que los adultos tengamos la paciencia y comprensión suficiente para manejarlos.

En general, los niños celosos pueden manifestar algunas de las siguientes conductas:thCAPDK07N

  • Cambios de humor no justificados.
  • Signos de infelicidad.
  • Lloro frecuente sin motivo.
  • Tristeza acompañada de expresiones tales como “No me quereis…”
  • Conductas regresivas, (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas), con el simple motivo de llamar la atención de los padres (pipi en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
  • . Vuelta a un lenguaje más infantil con presencia de gestos inmaduros como chuparse el dedo.
  • Alteraciones en los patrones de comida (menos apetito o más selectivo con los alimentos, rechazando platos antes preferidos o se le tiene que dar la comida) y sueño (insomnio, despertar nocturno, solicitar dormir con los padres, etc.)
  • Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer.
  • Niegan sus  errores y culpabilizan a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos).

 

 

thCAY3777I

Una vez identificados los celos, los padres y demás familiares relevantes deberán consensuar una estrategia común para ayudar al niño.

A nivel general exponemos una serie de orientaciones para minimizar las conductas celosas entre hermanos:

 

  • Es fundamental establecer un equilibrio en el trato a los diferentes hermanos de forma que no haya un trato de preferencia hacia ninguno de ellos ni se establezcan comparaciones.
  • Siempre es más eficaz alabar los aspectos positivos que recriminarle los negativos.
  • Delante conductas celosas (rabietas, desobediencia, negativismo, etc…) puede aplicarse la retirada de atención o alguna de las técnicas conductuales que se utilizan en la modificación de conducta. Si los celos suponen un reclamo de atención emocional, debemos ser capaces de dársela contingentemente a las conductas deseadas o positivas, nunca tras los episodios de celos.
  • Aumentar el tiempo en actividades y juegos de toda la familia es buen método para mejorar la comunicación y estrechar lazos.images[11]
  • Responder con tranquilidad a los episodios celosos, sin estridencias ni recriminaciones, comunicarle al niño nuestra decepción por su comportamiento y dejar de prestarle atención. Posteriormente cuando se tranquilice y, según la edad, podemos intentar razonar lo ocurrido y darle la atención emocional. No obstante, “razonar” con el niño celoso (aunque tenga edad suficiente para comprender nuestros argumentos) no funcionará siempre. Debemos entender sus conductas como síntoma de un malestar y no desde la perspectiva adulta.
  • Cuando los celos son del hermano mayor hacia otro de edad inferior puede resultar útil irle recordando de forma sutil las ventajas y “privilegios” que tiene al ser mayor (por ejemplo: acostarse más tarde o poder realizar ciertas actividades).
  • La relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Si el clima familiar es emocionalmente estable y equilibrado, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayores problemas.