Si te gustaría recuperar la pasión con tu pareja, quédate y lee esto.
Cuando estamos en una relación estable de años, la probabilidad de que la chispa o la pasión disminuya, en el mejor de los casos, ya que en otros, desaparece por completo, es bastante alta. Compartir día tras día situaciones cotidianas como, mismo pijama nada favorecedor, aspecto dejado en casa, discusiones por hábitos nocturnos distintos, madrugones, mal humor, dificultades en el trabajo, estrés diario…y si se han tenido hijos: noches sin dormir, la llegada de un pequeño nuevo miembro a la cama, cambiar pañales, crianza con todo lo que implica, uno puede llegar a preguntarse: ¿Dónde está mi vida anterior en la que sentía deseo? ¿En qué momento se perdió la pasión y la chispa? ¿Podremos recuperarla algún día?
No son pocas las parejas que pasan por esta etapa. En la mayoría de los casos, la razón principal de llegar a esta situación es dejarse llevar por el estrés cotidiano, La vida de pareja se ve invadida por problemas, niños, asuntos diarios, y pensamos que el amor todo lo puede. No dejamos ningún tiempo a la pareja, relegando nuestra vida sentimental a ultimo lugar. Esto tiene como consecuencia que la relación pierde fuerza y se genera distancia, ya que cualquier relación si no la cuidas, tiende a romperse.
Ya que, es muy frecuente, que las parejas se presenten en consulta con esta situación, te vamos a describir una serie de recomendaciones, que no sustituyen la terapia, pero que te pueden ayudar a empezar un cambio en tu relación de pareja

Nosotras siempre recomendamos intentar la terapia, antes de tirar la toalla y decidir separarse.
1. CUENTATE VERDAD.
Desde un punto de vista emocional, cuando tratamos de resolver una situación, lo primero es ser honestos con nosotros mismos. Mentirnos no sirve de nada. La cuestión es que, a veces, ni siquiera somos conscientes de cual es nuestra realidad, ya que ni siquiera nos hemos parado a analizarla. Por ello, creo que en una situación como esta lo primero que tendríamos que preguntarnos es si ocurre algo más o simplemente es la rutina la que se ha «comido» la pasión. No es raro que, si un miembro de la pareja está descontento con el otro por algún aspecto, le rechace a nivel sexual a modo de castigo, por pensar que no se merece ese momento.
Si te sientes mal con tu pareja o hay cosas que no te gustan, expresalas, no te calles, porque esa opresión terminará en rabia y esa rabia hará que te distancies del otro.
2. NO ES MOMENTO DE REPROCHES.
Cuando uno llega a este punto puede estar dándose una situación de desgaste, o lo que es peor, de pasividad con respecto a la pareja, porque dé la situación por pedida. Por ello, es fácil que nos sintamos atacados por el otro y nos defendamos. Aunque lo habitual es culpar al otro y reprocharnos lo sucedido, no es lo más recomendable, ya que esta actitud generará más distancia con el otro y empeoraremos el problema. Por ello, ya que llevamos sin ocuparnos de forma efectiva de la pareja mucho tiempo, si aún queda amor, os merecéis trataros como trataríais a cualquier persona a la que queréis. No perdáis tiempo y poneros a cambiar la situación.
3. SI EL PROBLEMA ES LA RUTINA, SAL DE ELLA .
Vivir en piloto automático es más fácil de lo que parece. Nos sumergimos en el día de la marmota casi sin darnos cuenta. Por ello, habrá que poner voluntad para cambiar lo que no nos sale de forma espontánea. Genera situaciones con tu pareja, que creen un ambiente favorable. Una cenita con vino, cita a solas, sin niños, recuperar quines somos. Y si no hay tiempo, más vale calidad que cantidad. No hay que hacerlo todas las semanas. En el día a día de casa también se pueden generar cambios. Puedes cuidar más tu aspecto en asa, cambiar la ropa interior. Cualquier cosa que os haga sentiros más cerca y sentiros de una forma más consciente, nos valdría para salir de la rutina
4. TE PUEDE AYUDAR, RECORDAR LOS COMIENZOS.
La mente tiene la capacidad de hacernos sentir como si fuera real, simplemente con recordar. Por ello, traer a nuestra mente, momentos de nuestros comienzos puede transformar nuestras emociones y la percepción del otro. Puedes usar los recuerdos para cambiar esa rutina que os ha absorbido. Si queremos generar chispa y deseo, tenemos que recuperar el factor sorpresa que había al inicio. Necesitamos novedad, que nuestro día a día no sea tan predecible.
5. LA COMUNICACIÓN ES FUNDAMENTAL. HABLAR SIN MIEDO DE LO QUE OS EXCITA.
A pesar que pueda resultar raro, para muchas parejas, hablar de sexo en una situación tabú, que provoca que se hable poco o que no se hable con claridad. No descubrimos nada, si decimos que lo que le puede excitar a un hombre o lo que le puede gustar en la cama, es muy diferente a lo que le pueda excitar a una mujer. Además, cada persona en particular, tendrá sus preferencias particulares, que el otro, no tiene por qué conocer.
Aunque hablar de sexo con nuestra pareja puede darnos miedo o vergüenza, es necesario para que nuestra vida íntima sea satisfactoria. Si hablarlo cara a cara, es demasiado para ti, puedes hacerlo por escrito, o por whatsap, a oscuras, o como se te ocurra, la cuestión es hablarlo con claridad y sinceridad
6. PLANIFICA LO QUE NO SALE DE FORMA ESPONTÁNEA.
Si ya llevamos una temporada que el sexo brilla por su ausencia, no podemos esperar, que por pensar en un cambio, nos nazca un deseo irrefrenable. Por ello, no hay que dejarlo en manos de la espontaneidad, si no queremos dormirnos y que pase un día más igual. Habrá que planificar la cita y anticiparlo con tu pareja. Hablar de ese momento, y generar situaciones sensuales, de acercamiento físico previamente, para facilitar romper el hielo.
7. SEXUALIZA TU VIDA.
Uno de los motivos porque desaparece la necesidad de sexo, es porque dejamos de pensar en ello. Nuestra mente está repleta de otras cosas cotidianas y no dja espacio para la sxualiad. Para volver a pensar en sexo, introduce lecturas eróticas, películas, cualquier cosa con contenido erótico7sexual, hará que tu mente lo ponga en primer lugar y aumente tu líbido y deseo.
8. SORPRÉNDELE.
Seguro que hay algo que sabes que le gusta a tu pareja. Sorpréndela. Haz algo que le guste y esto aumentará la receptividad por su parte. Se una persona generosa y piensa sólo en lo que le puede gustar al otro y ofréceselo.
9. SI SENTÍS QUE SOLOS NO PODEIS, PEDIR AYUDA.
La terapia de pareja o sexual, puede ayudaros para salir de este bache. La sexualidad forma parte de la vida de pareja, y suele ser el termómetro que mide el estado de la pareja. Por ello, no tenéis por qué saber solucionarlo solos. Existen profesionales que pueden ayudaros y hacer el proceso más efectivo y amable.