¿En qué puede ayudarte la terapia de pareja? Descubre siete beneficios clave

¿En qué puede ayudarte la terapia de pareja? Descubre siete beneficios clave

¿En qué puede ayudarte la terapia de pareja?

Clínica Vanesa Hernández – Psicóloga en Molina de Segura

Las relaciones de pareja pueden ser fuente de amor, crecimiento y apoyo, pero también enfrentan momentos de conflicto, distancia o decisiones difíciles. En esos momentos, la terapia de pareja se convierte en una herramienta valiosa para recuperar el equilibrio, mejorar la comunicación y fortalecer el vínculo.

En la Clínica Vanesa Hernández, ofrecemos terapia de pareja en Molina de Segura y también sesiones online, adaptadas a las necesidades de cada pareja. A continuación, te explicamos con más detalle cómo puede ayudarte este tipo de intervención:


1. Mejorar la comunicación

Una de las razones más frecuentes por las que las parejas acuden a consulta es la dificultad para comunicarse. En muchas relaciones, se habla, pero no se escucha. O se escucha, pero no se comprende. La terapia ayuda a:

  • Identificar formas de expresión que generan conflicto.
  • Aprender a hablar desde la emoción, sin atacar ni reprochar.
  • Desarrollar la capacidad de escuchar activamente al otro.

Esto permite reducir malentendidos, hablar con más claridad y conectar desde un lugar más empático.


2. Resolver conflictos de manera saludable

Discutir es natural en cualquier pareja, pero lo importante es cómo se discute. Muchas veces se repiten los mismos patrones sin encontrar solución. La terapia os permite:

  • Detectar dinámicas repetitivas que dañan la relación.
  • Encontrar nuevas formas de manejar el desacuerdo.
  • Establecer límites y acuerdos saludables.

El objetivo no es evitar el conflicto, sino aprender a resolverlo sin dañar la relación.


3. Recuperar la intimidad y la conexión emocional

El paso del tiempo, el estrés o la rutina pueden hacer que la pareja pierda la cercanía, tanto emocional como física. En la terapia de pareja trabajamos para:

  • Reconectar con las necesidades afectivas y sexuales del otro.
  • Abordar bloqueos emocionales o sexuales con respeto.
  • Fomentar la expresión de cariño, admiración y deseo.

La intimidad no es solo física, también es emocional. Recuperarla significa volver a sentirse en sintonía con la persona que tienes al lado.


4. Superar infidelidades o rupturas de confianza

La infidelidad es una de las crisis más profundas que puede atravesar una pareja, pero no siempre significa el final. La terapia de pareja ofrece:

  • Un espacio neutral para hablar del daño sin juicios.
  • Herramientas para reconstruir la confianza, si ambos lo desean.
  • Claridad para decidir si seguir juntos o tomar caminos distintos.

El objetivo no es forzar una reconciliación, sino acompañar a la pareja en su proceso de comprensión y toma de decisiones.


5. Tomar decisiones importantes en pareja

Mudarse juntos, tener un hijo, casarse o incluso separarse. La vida en pareja está llena de decisiones que requieren diálogo, comprensión y alineación de expectativas. En terapia trabajamos:

  • La toma de decisiones desde el respeto y la comunicación.
  • La expresión de dudas, miedos y deseos sin juicio.
  • El fortalecimiento del compromiso, si ambos así lo desean.

Tomar decisiones en pareja es más fácil cuando se hace desde la claridad emocional.


6. Afrontar juntos el estrés externo

Problemas laborales, familiares, económicos o de salud afectan muchas veces a la relación. Aunque no sean conflictos entre la pareja, el estrés externo puede generar tensión, discusiones o distanciamiento. La terapia ayuda a:

  • Entender cómo el entorno está afectando la relación.
  • Establecer estrategias de apoyo mutuo y autocuidado.
  • Fortalecer la sensación de equipo ante las dificultades externas.

Porque no se trata de luchar uno contra el otro, sino de luchar juntos contra el problema.


7. Fortalecer el vínculo sin necesidad de estar en crisis

Muchas parejas piensan que solo se acude al psicólogo cuando hay un problema grave, pero no es así. De hecho, algunas de las mejores experiencias en terapia de pareja se dan cuando:

  • Se quiere mejorar la relación aunque no haya conflictos.
  • Se busca prevenir crisis futuras aprendiendo nuevas herramientas.
  • Se desea crecer juntos y fortalecer la complicidad.

Invertir en la relación cuando todo va bien es una forma de cuidarla a largo plazo.


Terapia de pareja en Molina de Segura y online

En la Clínica Vanesa Hernández acompañamos a parejas en distintas etapas de su vida, desde el amor inicial hasta los retos más complejos. Ofrecemos atención presencial en Molina de Segura y también terapia de pareja online, para que podáis acceder desde cualquier lugar, con la misma cercanía y profesionalidad.

Si sientes que vuestra relación merece una oportunidad, te invitamos a contactarnos.

A veces, el primer paso es pedir ayuda. Nosotros te acompañamos en los siguientes.


Recomendaciones para una crisis de pareja.

Recomendaciones para una crisis de pareja.

Si tu relación está atravesando una crisis de pareja y no sabes cómo salir de la situación en la que te encuentras, te dejo por aquí algunas recomendaciones para una crisis de pareja, que os pueden clarificar cómo empezar a generar una nueva dinámica entre vosotros.

Antes de nada, creo que es positivo poner conciencia sobre la realidad que estáis atravesando. Haber llegado hasta ahí, no ha sido cosa de un día, con lo que el proceso de salir, tampoco va a ser cuestión de unos días. Reconducir una relación de pareja, implica trabajo personal por parte de ambos, además del de pareja, y tiempo. No deja de ser un proceso de aprendizaje y crecimiento personal en pareja.

En la mayoría de relaciones de pareja, hay que revisar cómo van todos estos puntos que mencionaremos a continuación, que en el caso de una crisis, todos necesitan ser mejorados.

1. Comunicación

La comunicación, o mejor dicho, una mala comunicación, suele ser la protagonista de un mala relación de pareja. El pilar de cualquier relación sana es una comunicación clara y efectiva. En la mayoría de los casos, los conflictos surgen porque las parejas no se sienten escuchadas o entendidas. Qué podemos hacer para mejorar la comunicación?

• Ser honesto. Atrévete a expresar cómo te sientes sin miedo a la respuesta del otro.

• Practica la escucha activa, es decir, presta atención sin interrumpir, sin pensar en la respuesta mientras el otro habla.

• Mantén la calma, ya que discutir gritando solo provocará más tensión.

• Evita los reproches. Cambia las críticas por expresar tus sentimientos personales, por ejemplo, decir “Me siento ignorado cuando no me respondes” en lugar de “Tú nunca me escuchas”.

• No uses silencio como castigo, pues esto solo aumenta la distancia emocional.

2. Identificar vuestros Patrones Emocionales de Conflicto

Muchas parejas, discuten una y otra vez por algo, y nunca llegan a un punto de encuentro, por que lo que realmente sucede es que discuten sobre algo superficial, cotidiano, y no están tratando el conflicto real. Por ello te recomiendo:

• Revisa cuáles son los temas más frecuentes en vuestras peleas. ¿Siempre discutís sobre los mismos temas?

• Analizar si estáis usando patrones dañinos para comunicaros con el otro, como:

• Crítica destructiva en lugar de constructiva: “Siempre haces todo mal” en lugar de “Me gustaría que lo hiciéramos de otra manera”.

• Desprecio: Burlarse, sarcasmo o actitudes de superioridad.

• Respuesta defensiva: Justificarse sin escuchar lo que el otro quiere expresar.

• Evitación: Ignorar los problemas en lugar de enfrentarlos.

Si te identificas con estos patrones, ese es el primer paso, para empezar a romperlos y sustituirlos por otros más saludables para discutir.

3. Identifica y Expresa tus Necesidades

El hecho de llevar tiempo en pareja, no significa que tengas que adivinar lo que el otro necesita. De hecho, cada persona tiene necesidades emocionales diferentes. En ocasiones, las crisis surgen porque una de las partes (o ambas) siente que no está recibiendo lo que necesita, pero tampoco sabe comunicarlo de manera clara.

• Obsérvate e identifica qué es realmente importante para ti en la relación. ¿Necesitas más tiempo juntos? ¿Más apoyo emocional?

• Expresa tus necesidades siempre de forma positiva. En lugar de decir “Nunca pasamos tiempo juntos”, intenta “Me gustaría que planifiquemos más momentos para compartir juntos”.

• Asegúrate de mantener una actitud de escucha activa, para crear un espacio en el que tu pareja también también expresar lo que necesita sin miedo a ser rechazada o minimizada.

4. Fomenta la Empatía

¿Qué es la empatía? La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y entender sus emociones y perspectivas. Sin empatía, es difícil resolver problemas de pareja.

• No des por hecho que sabes lo que siente tu pareja, pregúntale directamente cómo se siente y por qué.

• Da valor sus emociones, incluso si no las compartes o no las entiendes . Por ejemplo, si tu pareja está molesta porque llegaste tarde, en lugar de responder con “No exageres”, podrías decir “Entiendo que te molestó y no era mi intención”.

• Practia la escucha empática, es decir, no solo oír las palabras, sino tratar comprender las emociones que hay detrás.

5. Fortalece el vínculo afectivo para recuperar la conexión emocional y física

Las crisis suelen generar distancia emocional y física. Para fortalecer el vínculo afectivo.

• Compartir actividades con las que disfrutéis, sin que necesariamente sean conversaciones sobre problemas. Puede ser cocinar juntos, salir a caminar o ver una película.

• Dedicaros tiempo de calidad, aunque sean 10 minutos al día sin distracciones, .

• Aumentar el contacto físico, ya que los gestos como abrazos, besos o caricias refuerzan la conexión emocional.

• Expresar gratitud al otro, por las cosas buenas que hace. Un simple “Gracias por hacer esto por mí” puede tener un gran impacto.

6. Perdona y deja ir el pasado.

El resentimiento es uno de los mayores enemigos de una relación. Para avanzar, es necesario trabajar en el perdón.

• Entender que perdonar no es justificar el daño, sino liberar la carga emocional que afecta la relación.

• Si hay heridas del pasado, hablar sobre ellas sin revivir la discusión una y otra vez.

• Construir la confianza en lugar de quedarse atrapados en el dolor.

• Si no pueden perdonar en este momento, al menos decidir si estáis dispuestos a hacerlo en el futuro.

7. Establecer planes de futuro en Común

Tener metas en común fortalece la relación y les da un propósito compartido.

• Hablar sobre qué quieren lograr juntos, tanto en el corto como en el largo plazo.

• Establecer pequeños objetivos, como mejorar la comunicación, planificar viajes o proyectos en pareja.

• Reforzar el sentido de equipo en la relación: en lugar de “yo vs. tú”, piensen en “nosotros”.

8. Si veIs que podéis reconducir la situación solos, podéis buscar ayuda profesional.

No es un fracaso pedir ayuda, todo lo contrario, antes de que agotéis vuestra energía y tiréis la toalla, acudir a un psicólogo/a, que os haga más fácil y efectivo el camino

Cómo Hacer que tu Relación de Pareja Funcione

Cómo Hacer que tu Relación de Pareja Funcione

Todos queremos que nuestra relación de pareja funcione. Ya sea, esa relación con la persona a la que estamos conociendo y existe chispa, o la persona con la que compartimos nuestra vida.

Antes de centrarnos en las recomendaciones específicas, de base, para que una relación funcione, hace falta dos cosas: admiración hacia la otra persona bien por cómo es, por su talento, por su saber estar, etc y atracción, ya que te gusta físicamente y despierta en tí un deseo.

Hay veces que las personas podemos confundirnos con estos dos aspectos debido a que estemos pasando por un momento vital complicado, nos sintamos muy estresados, o no nos sintamos atendidos, escuchados y cuidados por nuestra pareja. Puede que en estos contextos emocionales, sintamos atracción y admiración por alguien de nuestro entorno, sea un compañero de trabajo, mi jefe, un amigo, y nos sintamos extrañados a la vez por sentirnos así, porque nunc nos hemos planteado que esa persona pudiera gustarnos, o dejar a nuestra pareja por sentir eso.

En estas ocasiones, en las que estamos desgastados en nuestra relación de pareja, o estamos estresados e intoxicados de cortisol por problemas laborales, sociales, de salud, y la otra parte de la pareja se siente valorada o querida por una persona fuera de la relación y se deja querer, basta con tomar distancia, ordenar emocionalmente qué sentimos y gestionarlo, buscando soluciones a lo que realmente falla en nuestra vida.

Para que una relación funcione, quiero que tengas claro esto. Aunque suene a tópico, para estar bien con alguien, hay que estar bien con uno mismo primero.

TERAPIA DE PAREJA

Si quieres tener pareja y estar bien con ella, lo primero que te recomiendo es que te auto-observes y te hagas una evaluación de tu estado Pregúntate ¿cómo estoy yo? ¿Qué necesito? ¿cuáles son mis carencias afectivas? ¿Cuanto me importa la opinión de los demás, soy desconfiado? ¿Qué quiero realmente de mi relación de pareja? ¿qué busco en una pareja?

Hacer esto es muy importante, ya que muchas parejas, hoy en día, están formadas por personas que entran en las relaciones muy heridas por experiencias anteriores, con una mochila emocional cargada de experiencias pasadas que condicionan cómo se sienten en el presente. De la pareja no podemos esperar, que alivie nuestras dolor y cure heridas pasadas.

No hay que tener miedo a identificar lo que realmente nos ocurre, y sanarlo para sentirnos libres y poder vivir nuestras relaciones futuras de forma sana

Ahora si. Si quieres que tu relación funcione te voy a dar una serie de recomendaciones:

Lo primero es trabajar la comunicación, sobretodo cómo hablas y cómo expresas cómo te sientes. Comunicarnos desde el respeto, de forma efectiva, centrándonos sólo en lo que queremos decir, y desde el otro lado, escuchar activamente a la pareja, es el punto básico para que una relación funcione. .

Hay personas, muy sensibles, que siempre se comunican desde el dolor, el miedo, los silencios, los desprecios al otro, ancladas en la misma situación. Reprochan una y otra vez lo que ocurrió, no dejando margen al cambio.

Por el contrario, una pareja que se sabe comunicar, desde el respeto y con cordialidad, tiene muchas probabilidades de éxito.

La segunda recomendación es que tenemos que partir de la sensibilidad, es decir, cómo nos afectan las cosas.

¿Cómo eres?¿te tomas todo demasiado en serio y a nivel personal?¿Le das muchas vueltas a cualquier comentario negativo?¿Lo pasas mal de forma desproporcionada ante una mala cara o un hecho insignificante?

Las personas con alta sensibilidad, sufren en exceso por cosas sin importancia, y lo habitual es que se lo callen y lo rumien en su mente durante un tiempo, provocándoles dolor, no son capaces de decirlo. Hay veces que esperan que sus parejas, detecten que se sienten mal, o han tenido un mal día, y al no cumplir sus expectativas lo pasan mal.

Si es tu caso, intenta analizar si tu malestar es algo relacionado con tu forma de sentir o es algo objetivo. A lo mejor necesitas a alguien que esté más pendiente de ti, que tenga la capacidad de entender que tu eres una persona más delicada en el trato y necesitas un determinado comportamiento. O, a lo mejor, necesitas relativizar y trabajar esa sensibilidad, para aprender a gestionar las situaciones del día a día, con la importancia que realmente tienen, y no te generen un sufrimiento desproporcionado.

La tercera recomendación es controlar nuestra imaginación

El 90% de las cosas que nos preocupan, nunca suceden, ya lo sabes. Muchas veces pensamos en cosas que nos producen dolor, que sólo son fruto de nuestra imaginación, pero que tienen un impacto enorme en nuestra mente y en nuestra emoción.

Pensamientos del tipo : “seguro que se lo pasa mejor con sus amigos, por eso no quiere salir conmigo”, “pasa de mi, le da igual cómo me sienta”, “parece que no tiene hijos, no sabe nada de ellos”…Nos intoxicamos a nosotros mismo de una realidad que nos pone alerta y nos hace daño, y seguramente nuestra realidad no es así. La mayor parte de estos pensamientos y diálogos internos, son fruto de inseguridades, de miedos, de tristezas, pero no son reales.

Algo muy útil, para hacer que tu pareja funcione, también es aprovechar los momentos, donde la relación atraviesa una buena etapa, tranquila, para expresarle al otro, los motivos por los que continúa en la relación, cuáles son esas cosas que me enamoraron de la otra persona, y continúan uniéndote a ella. Puedo hacerlo a través de una carta, un audio de whatssap, un nota en el móvil, un mensaje. Esto, nos sirve de reafirmación en los momentos malos, cuando nuestros pensamientos negativos nos alejan del otro. Es un bálsamo para nuestros peores momentos que nos ayuda a serenarnos

Otro aspecto que hace que una relación funcione, es el poder de los detalles. Al amor hay que cuidarlo y alimentarlo de detalles, demostraciones de afecto como besos, abrazos, caricias, palabras bonitas, momentos especiales, sorpresas.

Cuando uno no sabe tener detalles, no sabe expresar el cariño, o su pareja padece est incapacidad para expresar, llamada Alexitimia, pone mucho más difícil que la relación funcione. La persona con alexitimia, da por hecho que su pareja ya sabe lo que siente por ella, no tienen la necesidad de expresarlo. Pero esto, para la otra persona es muy frustrante.

Hay veces que en terapia se enseña a las personas a saber expresar las cosas bonitas, a que pierdan el miedo a expresar sus sentimientos y estas situaciones de intimidad no las vivan con tanto incomodidad.

Es necesario, para que una relación funcione, que se hable de lo bueno y bonito que sucede día a día, que se expresen las emociones positivas que se experimentan, que compartamos con el otro nuestras alegría y felicidad,

Otra punto para que la relación funcione, es ser amables con nuestra pareja, tratar al otro desde el amor, con cariño. Es habitual, que nos pasamos todo el día aparentando y esforzándonos por tratar bien a todo el mundo, y llegamos a casa y explotamos de forma desagradable, con quien se supone, que queremos y de hecho, hemos elegido.

La paciencia, es otro de los aspectos, necesarios para que una relación funcione. Conocer a la persona que es nuestra pareja y respetarle en sus tiempo. No demos por hecho que tiene que hacer cuando yo espero y cómo yo espero. Aceptémosle y respetémosle.

Practica el perdón. No tengas miedo a hacerlo. El rencor no hará que te sientas mejor a la larga.

Y por último, hay algo que es muy importante. Es conocer a mi pareja, saber cómo es realmente su personalidad y conocer cómo se va a sentir y comportarse cuando esté dolido, o en una situación de estrés. Interesarme, por lo que realmente molesta a mi pareja, porque quizá yo pueda ayudarle a que se sienta mejor y con ello, hacer que la relación de pareja funcione.

¿Te gustaría recuperar la pasión con tu pareja?

¿Te gustaría recuperar la pasión con tu pareja?

Si te gustaría recuperar la pasión con tu pareja, quédate y lee esto.

Cuando estamos en una relación estable de años, la probabilidad de que la chispa o la pasión disminuya, en el mejor de los casos, ya que en otros, desaparece por completo, es bastante alta. Compartir día tras día situaciones cotidianas como, mismo pijama nada favorecedor, aspecto dejado en casa, discusiones por hábitos nocturnos distintos, madrugones, mal humor, dificultades en el trabajo, estrés diario…y si se han tenido hijos: noches sin dormir, la llegada de un pequeño nuevo miembro a la cama, cambiar pañales, crianza con todo lo que implica, uno puede llegar a preguntarse: ¿Dónde está mi vida anterior en la que sentía deseo? ¿En qué momento se perdió la pasión y la chispa? ¿Podremos recuperarla algún día?

No son pocas las parejas que pasan por esta etapa. En la mayoría de los casos, la razón principal de llegar a esta situación es dejarse llevar por el estrés cotidiano, La vida de pareja se ve invadida por problemas, niños, asuntos diarios, y pensamos que el amor todo lo puede. No dejamos ningún tiempo a la pareja, relegando nuestra vida sentimental a ultimo lugar. Esto tiene como consecuencia que la relación pierde fuerza y se genera distancia, ya que cualquier relación si no la cuidas, tiende a romperse.

Ya que, es muy frecuente, que las parejas se presenten en consulta con esta situación, te vamos a describir una serie de recomendaciones, que no sustituyen la terapia, pero que te pueden ayudar a empezar un cambio en tu relación de pareja

Nosotras siempre recomendamos intentar la terapia, antes de tirar la toalla y decidir separarse.

1. CUENTATE VERDAD.

Desde un punto de vista emocional, cuando tratamos de resolver una situación, lo primero es ser honestos con nosotros mismos. Mentirnos no sirve de nada. La cuestión es que, a veces, ni siquiera somos conscientes de cual es nuestra realidad, ya que ni siquiera nos hemos parado a analizarla. Por ello, creo que en una situación como esta lo primero que tendríamos que preguntarnos es si ocurre algo más o simplemente es la rutina la que se ha «comido» la pasión. No es raro que, si un miembro de la pareja está descontento con el otro por algún aspecto, le rechace a nivel sexual a modo de castigo, por pensar que no se merece ese momento.

Si te sientes mal con tu pareja o hay cosas que no te gustan, expresalas, no te calles, porque esa opresión terminará en rabia y esa rabia hará que te distancies del otro. 

2. NO ES MOMENTO DE REPROCHES.

Cuando uno llega a este punto puede estar dándose una situación de desgaste, o lo que es peor, de pasividad con respecto a la pareja, porque dé la situación por pedida. Por ello, es fácil que nos sintamos atacados por el otro y nos defendamos. Aunque lo habitual es culpar al otro y reprocharnos lo sucedido, no es lo más recomendable, ya que esta actitud generará más distancia con el otro y empeoraremos el problema. Por ello, ya que llevamos sin ocuparnos de forma efectiva de la pareja mucho tiempo, si aún queda amor, os merecéis trataros como trataríais a cualquier persona a la que queréis. No perdáis tiempo y poneros a cambiar la situación.

3. SI EL PROBLEMA ES LA RUTINA, SAL DE ELLA .

Vivir en piloto automático es más fácil de lo que parece. Nos sumergimos en el día de la marmota casi sin darnos cuenta. Por ello, habrá que poner voluntad para cambiar lo que no nos sale de forma espontánea. Genera situaciones con tu pareja, que creen un ambiente favorable. Una cenita con vino, cita a solas, sin niños, recuperar quines somos. Y si no hay tiempo, más vale calidad que cantidad. No hay que hacerlo todas las semanas. En el día a día de casa también se pueden generar cambios. Puedes cuidar más tu aspecto en asa, cambiar la ropa interior. Cualquier cosa que os haga sentiros más cerca y sentiros de una forma más consciente, nos valdría para salir de la rutina

4. TE PUEDE AYUDAR, RECORDAR LOS COMIENZOS.

La mente tiene la capacidad de hacernos sentir como si fuera real, simplemente con recordar. Por ello, traer a nuestra mente, momentos de nuestros comienzos puede transformar nuestras emociones y la percepción del otro. Puedes usar los recuerdos para cambiar esa rutina que os ha absorbido. Si queremos generar chispa y deseo, tenemos que recuperar el factor sorpresa que había al inicio. Necesitamos novedad, que nuestro día a día no sea tan predecible.

5. LA COMUNICACIÓN ES FUNDAMENTAL. HABLAR SIN MIEDO DE LO QUE OS EXCITA.

A pesar que pueda resultar raro, para muchas parejas, hablar de sexo en una situación tabú, que provoca que se hable poco o que no se hable con claridad. No descubrimos nada, si decimos que lo que le puede excitar a un hombre o lo que le puede gustar en la cama, es muy diferente a lo que le pueda excitar a una mujer. Además, cada persona en particular, tendrá sus preferencias particulares, que el otro, no tiene por qué conocer.

Aunque hablar de sexo con nuestra pareja puede darnos miedo o vergüenza, es necesario para que nuestra vida íntima sea satisfactoria. Si hablarlo cara a cara, es demasiado para ti, puedes hacerlo por escrito, o por whatsap, a oscuras, o como se te ocurra, la cuestión es hablarlo con claridad y sinceridad

6. PLANIFICA LO QUE NO SALE DE FORMA ESPONTÁNEA.

Si ya llevamos una temporada que el sexo brilla por su ausencia, no podemos esperar, que por pensar en un cambio, nos nazca un deseo irrefrenable. Por ello, no hay que dejarlo en manos de la espontaneidad, si no queremos dormirnos y que pase un día más igual. Habrá que planificar la cita y anticiparlo con tu pareja. Hablar de ese momento, y generar situaciones sensuales, de acercamiento físico previamente, para facilitar romper el hielo.

7. SEXUALIZA TU VIDA.

Uno de los motivos porque desaparece la necesidad de sexo, es porque dejamos de pensar en ello. Nuestra mente está repleta de otras cosas cotidianas y no dja espacio para la sxualiad. Para volver a pensar en sexo, introduce lecturas eróticas, películas, cualquier cosa con contenido erótico7sexual, hará que tu mente lo ponga en primer lugar y aumente tu líbido y deseo.

8. SORPRÉNDELE.

Seguro que hay algo que sabes que le gusta a tu pareja. Sorpréndela. Haz algo que le guste y esto aumentará la receptividad por su parte. Se una persona generosa y piensa sólo en lo que le puede gustar al otro y ofréceselo.

9. SI SENTÍS QUE SOLOS NO PODEIS, PEDIR AYUDA.

La terapia de pareja o sexual, puede ayudaros para salir de este bache. La sexualidad forma parte de la vida de pareja, y suele ser el termómetro que mide el estado de la pareja. Por ello, no tenéis por qué saber solucionarlo solos. Existen profesionales que pueden ayudaros y hacer el proceso más efectivo y amable.

¿Es posible superar una infidelidad?

¿Es posible superar una infidelidad?

Aunque aparentemente, podría parecer que la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo en lo que entendemos por infidelidad, la realidad es que por nuestra experiencia como profesionales, y en base a lo que los pacientes nos trasmiten, no todos pensamos lo mismo acerca de esto. Para algunas personas, sólo existe infidelidad cuando hay sexo fuera de una relación de pareja. Otros, por contra, el sexo online, ya lo consideran infidelidad. Algunos consideran que chats de tipo erótico con terceras personas ya es una infidelidad, y para otros, tienen que haber varios contactos con la tercera persona para considerarse infidelidad, ya que entienden como algo normal, un encuentro esporádico en el que no hayan sentimientos implicados. El punto en común que comparten la mayoría sería que uno de los miembros de la pareja siente traicionado en el pacto de exclusividad que existía entre ambos.

La infidelidad es una de las causas de crisis y ruptura de pareja más frecuentes en consulta. De los últimos datos recogidos en España se estima que en torno a un 35% de los hombres y un 26% de las mujeres en edades comprendidas entre 18 y 65 años, son infieles

El descubrimiento de una infidelidad implica un torbellino de emociones en la pareja. En casi todos los casos, la crisis que experimentan consecuencia de la misma, conlleva mucho sufrimiento a las personas implicadas. Evidentemente, las emociones experimentadas por cada una de las partes son diferentes. La persona que ha sido traicionada vive todo un torbellino emocional que puede contener rabia, deseos de venganza, tristeza, dudas acerca de su percepción del mundo, la duda obsesiva, pérdida de autoestima, sentimientos de inferioridad, las comparaciones (¿que encontró en la otro/a que yo no tengo?).

La persona que ha sido infiel experimenta en algunos casos sentimiento de culpa, vergüenza, remordimiento, arrepentimiento. En otros casos, sucede lo contrario, ya que el que ha traicionado expresa frialdad, niegan la situación, ausencia de empatía, le quitan importancia a la situación, tratando de normalizarla, e incluso, culpan a la pareja por no haber cumplido sus necesidades. En estos casos, cuando infiel no está mostrando ningún indicador de contactar con el dolor que está pasando la otra persona, la relación tendría muy mal pronóstico,.

¿Una infidelidad se puede superar?

Siguiendo la línea de lo que estamos describiendo en estas líneas, depende de diversos factores. En algunos casos si se logra superar, pero con mucho compromiso, esfuerzo y honestidad por las partes.

Los factores que suelen influir y que determinan la viabilidad futura de la pareja son:

1. La gravedad con la que la parte afectada vive la infidelidad. Aquí entran en juego dos aspectos. La gravedad subjetiva, partiendo de las creencias que la persona tenía de la infidelidad, y la gravedad objetiva medida en cantidad, intensidad y tiempo de la infidelidad. En este sentido, es diferentecuando se trata de en un hecho puntual donde sólo ha habido un encuentro sexual, o si, por el contrario, la infidelidad se trata de una relación duradera en el tiempo que ha implicado una doble vida, y muchos engaños.

2. La responsabilidad asumida por la parte infiel. Este factor es el más importante para que una pareja se pueda recuperar. El compromiso de la persona que ha sido infiel en reconocer su parte de responsabilidad y su voluntad de ayudar a reparar el daño causado en el otro. Si la persona lo niega, o le quita importancia, sería momento de plantear la separación como opción para el bienestar de ambos

3. El momento por el que la pareja atraviesa cuando se da la infidelidad es un factor fundamental también para reconducir la relación. Si la pareja, tras buscar los posibles problemas que pudieran existir, detectan y están de acuerdo, que la relación no se encontraba en el mejor momento, que existían carencias y aspectos a mejorar, existen más probabilidades de que la pareja supere la infidelidad y que además la relación salga fortalecida de ella

4. El paso definitivo para superar una infidelidad es el perdón. Pese a todo lo hablado, si la persona afectada no es capaz de superar la rabia y perdonar, la relación terminará por romperse. Aunque los tres factores anteriores dieran en positivo, si este último no se dá, el esfuerzo por parte de la persona infiel, no resultaría en poder continuar con la relación. La persona que se siente traicionada, debe ser capaz de cerrar capitulo y perdonar para siempre.

¿Qué nos sucede con una ruptura de pareja?

El dolor que genera una ruptura sentimental, es como un huracán de emociones que desordena nuestra vida y nos deja totalmente devastados. Al igual que las relaciones, las rupturas son diferentes, y dependiendo de cómo haya sido la relación, cómo se haya producido la ruptura, los motivos, etc, se vivirá de una manera u otra. Lo que está claro es que, dependiendo de cómo la gestionemos, así se producirá el proceso de recuperación.

¿Cómo nos afectan las rupturas amorosas?

Cuando experimentamos una ruptura, suceden cosas en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo. Ambos reaccionan como si se estuviera produciendo una pérdida de un ser querido, un duelo. Por ello, al activarse las áreas del apego, sufrimos añoranza y sensación de vacío. Con la ruptura, nuestro sistema emocional se pone patas arriba y ello provoca un amplio abanico de emociones. Las más comunes son la tristeza, la rabia, la confusión y la sensación de pérdida.

Además, experimentamos niveles de estrés más elevados, lo que genera que no durmamos bien, perdamos el apetito, tengamos problemas de concentración, sintamos fatiga mental, cualquier cosa se nos hace un mundo. Otra sensación muy común es la confusión, ya que, no podemos entender o explicar aspectos de la ruptura. Nos sentimos además frustrados y con rabia hacia la otra persona.

Sin embargo, a pesar de esta avalancha de emociones y de la intensidad de las mismas, la resiliencia humana, hace posible una recuperación sana, de la que podemos salir reforzados. Los motivos concretos de por qué somos capaces de salir hacia adelante en momentos de crisis vital.

¿Cuáles son estos motivos?

  • Capacidad de adaptación de las personas: Es un mecanismo de supervivencia que nos permite aceptar las nuevas circunstancias y aprender a vivir en un nuevo entorno. Cuanto mayor sea nuestra flexibilidad, mejor será el proceso de mejoría. Por ello, en la medida que pasan las semanas y los meses, nuestras emociones son menos intensas y van dejando paso a otras más útiles, que nos permiten seguir hacia adelante.
  • Aspecto muy importante: el apoyo de los nuestros: En estos duros momentos, sentir la comprensión de personas queridas, es un amortiguador para nuestro dolor. Además, expresar nuestros sentimientos tienen un doble beneficio, por un lado nos alivia y por otro, escucharnos nos da una perspectiva distinta a cuando sólo lo pensamos. Relacionarnos, además disminuye la sensación de vacío y soledad, y nos ayuda a salir hacia adelante
  • El aprendizaje, salir de nuestra zona de seguridad: Cualquier experiencia de crisis, se puede convertir en una oportunidad que nos permita desarrollarnos como personas. Una vez vencemos el miedo, y la tristeza va disminuyendo, nuestra percepción de la realidad cambia, y nos permite analizar lo que fallo en la relación, y qué aspectos podemos mejorar para nuestro futuro.

Cabe decir que, el proceso de recuperación, no es fácil, y dependerá de cada persona. En cualquier caso, no es una mejoría lineal, se producen retrocesos, ante los que no hay que desesperar.

¿Qué ocurre si no somos capaces de aceptar la ruptura y superarla?

En algunos casos, las personas se quedan estancadas en alguna de las fases del duelo y no logran superar la ruptura. Evidentemente, esto genera consecuencias a nivel mental, físico, e incluso laboral, familiar y social. Por ello se puede derivar en:

  • Estados depresivos: Cuando la persona no es capaz de aceptar la nueva situación, se instala en la tristeza y no querer ver la oportunidad que se le presenta tras la ruptura. Por ello se centra más en el «¿por qué ocurrió la separación?», en lugar de centrarse simplemente en «qué ocurrió» y «qué se puede hacer» a partir de ahí para estar mejor. Por ello, no le interesa nada de lo que sucede, todo lo ve de color negro y pasa de la tristeza a la rabia, sin disfrutar de nada de lo hay a su alrededor. Cuando esto se perpetúa en el tiempo, deriva en una depresión, de la que para salir podría necesitar ayuda profesional.
  • Problemas de inseguridad y baja autoestimaEn casi todas las rupturas de pareja nuestra autoestima se ve afectada. La lectura que solemos hacer en una separación es la de no haber sido capaces de hacer que la relación funcionara. La persona lo vive como un fracaso absoluto, emocionalmente hablando. Se entra en un bucle de pensamientos que gira a la idea de no haber sido lo suficiente, no haber hecho esto o aquello, en definitiva de culpa, y esto deriva en inseguridad y falta de confianza en uno mismo. Si la relación ha sido duradera, se suma el miedo a volver a tener que encontrar pareja. Se tiende a pensar que ya no se encontrará a nadie que merezca la pena para compartir la vida. la consecuencia de pensar así, es una falta de confianza en uno mismo, que puede afectar a las relaciones con los demás.
  • Estados de ansiedad: Enfrentarse a una nueva situación, genera un cambio importante, frente a la estabilidad con la que se contaba en pareja. Aunque la relación fuera mal, uno sabía a lo que se atenía. Ahora, todo es incertidumbre, y esto genera estrés en la mayoría de las personas. La preocupación de cómo será tu vida a partir de ahora, puede provocar un miedo intenso, que de lugar a crisis de ansiedad.
  • Problemas en futuras relaciones: Si no gestionamos bien el proceso de pérdida, puede que arrastremos un lastre emocional a futuras relaciones. Por ello, es muy importante curarse, antes de iniciar algo de nuevo. Para que una nueva relación funcione, hay que asegurarse que vamos vacíos de equipaje. El peso de lo que haya vivido en un pasado, tiene que quedarse atrás. Lo que pasó, pasó. Nuestros miedos e inseguridades pueden estropear una buena relación.

Decálogo para afrontar una ruptura de pareja

Decálogo para afrontar una ruptura de pareja

Cuando nos separamos de alguien que ha sido importante para nosotros, independientemente del amor que quede, de los motivos de la ruptura, de quién haya decidido poner fin a la relación, y de muchas variables más, siempre es un momento complicado, no fácil de afrontar. Tanto cuando nos toca vivirlo en primera persona, como cuando es un ser querido quien lo está pasando, necesitamos conocer, la mejor manera de afrontar estos duros momentos, para que la recuperación sea saludable y no nos genere otras consecuencias a largo plazo.

Por ello, de modo muy resumido, y sencillo, te dejo por aquí, 10 recomendaciones que te pueden ayudar a saber, cómo gestionar una separación.

1. Date tiempo.

La famosa frase de «el tiempo lo cura todo», no es del todo cierta, pero lo que si que es verdad, es que necesitamos tiempo, para poder poner en marcha acciones que nos permitan sentirnos mejor. Así que, en este caso, el tiempo, no es suficiente, pero sí es necesario, para recuperarte de una separación. El proceso de mejoría se va a ir produciendo poco a poco, no estarás bien de un día para otro. Además, la recuperación tienen altibajos, no es un proceso de mejoría que va siempre en ascenso. Darás tres pasos hacia adelante y una hacia atrás. Por ello, no desesperes, ya que la intensidad del dolor irá disminuyendo, empezarás a tener más momentos buenos cada vez, y la sensación de falta de control irá disminuyendo para dar paso a un aumento de tu confianza. Por otro lado, es muy importante que tengas en cuenta que cada persona tienen su ritmo, y que evidentemente, no todas las rupturas son iguales. Así que respeta tu ritmo y no te culpes por no estar mejor.

2 . Muy importante. Establece límites de contacto o contacto cero.

Si es posible, al principio, es recomendable establecer cero contacto con tu expareja. Esto te facilitará el proceso de recuperación. Aunque tu inercia te lleve a querer hablar una vez más, a necesitar decirle otra vez lo que sientes, a volver a pedir una última explicación, oblígate a no llamarle. Por otro lado, a la inversa, tendría que suceder lo mismo. Sé fuerte y no contestes a sus llamadas. Si previamente le has pedido que respete ese límite, no te sientas culpable por ello. Si es imposible el contacto cero, porque haya niños, u otras circunstancias que lo impidan, reducir el contacto a lo estrictamente necesario, y hablar sólo de los temas que realmente haya que tratar. El contacto con la expareja, sólo remueve emociones y enlentece la mejoría.

3 . Permítete sentirte como te sientes.

Cuando experimentas la pérdida, la consecuencia directa es sentir una avalancha de emociones. Aunque querrías sentirte de otra manera y controlar tus emociones, te resulta muy complicado. Por ello, en estos momentos, te tienes que permitir sentirte así, simplemente como te sientas. Si te apetece llorar, llora, si sientes ira, enfádate, si sólo nace pena en ti, déjala salir. Si tratas de bloquear estas emociones, sólo alargarás el proceso de recuperación. Ahora bien, permitir que tus emociones estén ahí sin sentirte culpable por ello, no significa que te recrees en ellas. Siéntelas y dales salida, pero no las refuerces pensando de modo circular en lo que te pone triste, ni refuerces la rabia. Esto tampoco te ayudará.

4 . Rodéate de personas queridas. Busca su apoyo.

Hablar con personas de confianza te ayudará a sentir cierto alivio. Notar la comprensión de los tuyos, hará que sientas una mayor seguridad. Por otro lado, cuando nos escuchamos al expresar en voz alta lo que sentimos, también nos ayuda a nosotros mismos a percibir la situación desde fuera y nos proporciona una mayor claridad mental. Para gestionar bien tus emociones, es necesario que las puedas enfriar un poco, y la ayuda de amigos y familiares será fundamental. Si sientes que no puedes contar con nadie en ese momento, siempre puedes acudir a un profesional, que te ayudará, sin duda, a superar estos difíciles momentos.

5. Cuídate.

Cuidarse en estos momentos, será vital para poder afrontar la ruptura. Ponte la primera de la lista en tus prioridades. Cuídate por dentro y por fuera. Pon atención a una buena alimentación, haz ejercicio físico, si no te gusta el deporte, sal a dar largos paseos, y sobre todo, descansa y pasa tiempo contigo mismo. En estos momentos, mímate. El cuidado y amabilidad que usarías para un ser querido, dedícatela a ti mismo. La compasión hacia ti, en estos momentos del proceso, es otra llave a la mejoría.

6. Desde la calma, permítete pensar sobre la relación.

Eso de que «las prisas no son buenas», en este proceso cobra realidad. Necesitas tiempo para pensar en la relación que has vivido, qué aprendizaje puedes hacer de lo que ocurrió, lo que te ha a portado la experiencia de pareja, y lo que te has permitido perder. Viene muy bien hacer un ejercicio de agradecimiento y perdón, es decir, pensar acerca de todo aquello que te tienes que agradecer con respecto a la relación y todo aquello de lo que te tienes que perdonar. Pon el foco en ti. Tu lectura acerca de la relación será totalmente distinta, si la enfocas desde el punto de vista del amor, es decir, piensas en lo que puedes recoger del tiempo invertido, o desde el miedo, que sólo te llevará a tener la sensación de haber perdido el tiempo. Si la relación no ha funcionado, el análisis para futuras relaciones te ayudará a identificar tus necesidades reales y qué esperas de lo que ocurra en un futuro. Tómate esta experiencia para crecer, para liberarte de lastres y abrir la puerta a nuevas experiencias. No permitas que el miedo te paralice.

7. Mantén la motivación alta. Márcate objetivos.

Siguiendo la línea de lo anterior, céntrate en marcarte objetivos personales en tu nueva vida, enfócate en esa persona que te gustaría ser, en la vida que te gustaría tener. Es una oportunidad para centrarte en tu desarrollo personal, profesional, social…Fija metas a corto plazo, medio y largo plazo. Con metas, no hablamos de grandes cosas, simplemente incorporar a tu vida hábitos que te hagan sentir bien, comenzar a practicar actividades que te aportarán conocimiento, o disfrute, o relaciones. Aunque al principio cuesta un esfuerzo muy grande, continúa haciéndolo. Te sorprenderá lo rápido que tu mente se adapta al cambio.

8. Agradece cada día.

Mira la vida desde el agradecimiento. Si nos centramos en lo que no tenemos, en lo que nos falta, en la comparación con el otro, sólo conseguiremos un enfoque de escasez en nuestra vida, y nuestras emociones se tornarán en tristeza, frustración y rabia. Si por el contrario, te enfocas en una visión de partir de todo lo que tienes, y en las posibilidades de mejorar, la perspectiva cambia. No se trata de mirar un mundo de color rosa. Se trata de ser realista y poner en una balanza lo que tenemos. Pensar en lo que ha ocurrido como una oportunidad, no como en un fracaso. Agradece cada día, como antídoto a las emociones negativas

9. Atrévete a experimentar cosas nuevas.

Aunque en estos duros momentos no te apetezca hacer nada, el aprender habilidades nuevas mejorará tu autoestima. No te dejes llevar por la creencia que la motivación va antes de la acción. «Cuando me apetezca lo haré». Es un gran error. Si queremos crear motivación, tenemos que tener acción. Aunque no me apetezca ir a jugar al padel, por ejemplo, iré a jugar, porque esto provocará que me apetezca.

10. Si lo necesitas, busca ayuda profesional.

Llegados a este punto, si crees que solo/a te resulta muy difícil gestionar tus emociones, y no puedes afrontar tu día a día con efectividad, busca ayuda profesional. Es una opción que está ahí para ayudarte, para guiarte por el camino de la recuperación sana.

¿Cómo saber si una relación es Tóxica?

¿Cómo saber si una relación es Tóxica?

Ante la pregunta de cómo saber si nos encontramos en una relación tóxica o no, vamos a partir de relaciones donde un miembro de la pareja o los dos, no se sienten bien dentro de dicha relación. Las características de una relación tóxica son variadas, pero siempre se da en ellas la actitud de control y la falta de respeto al otro. Estas actitudes pueden darse de una de las partes al otro, generándose una relación de miedo y dependencia emocional hacia la pareja,  o mutuamente entre ambos. Por ello, la falta de autoestima o inseguridad en uno mismo, está directamente relacionada con el desequilibrio en las relaciones

Podremos saber si una relación es tóxica o no, si se dan las siguientes características:

  • Se puede confundir la idea de amor, con otra cosa, llamémosle dependencia, amor incondicional, servicial…. En esta idea equivocada del amor, una o ambas partes de la pareja, en honor a «ESE AMOR», comienza a dedicar su vida y su persona a la relación de pareja, abandonando relaciones sociales, familiares, aficiones, con el objetivo de que todo su tiempo disponible sea para el otro. Esto que, comienza siendo un acto de amor, termina siendo un arma de doble filo, porque si se da sólo por parte de uno de los miembros de la pareja, puede hacer sentir agobiado al otro, y él/ella mismo, puede dejar de resultar interesante y atractiv@ para el otro. Se puede entrar en un bucle, en el que cuanto más rechazado se siente la parte dependiente, más se intensifique su miedo y celos y más tóxica sea la relación.
  • El término de posesión, es otro incluido en la definición de relación tóxica. A priori, los conceptos de «Amor» y «Posesión» son antagónicos. Ya que el amor hacia alguien, es sinónimo de respeto y libertad. Por tanto, nos tendríamos que cuestionar, si cuando sentimos la necesidad de controlar al otro, hay más presencia de amor o de miedo. Por eso, cuanto más miedo hay en la pareja, más necesidad de control sentimos y es cuando aparecen los celos, la necesidad de saber todo del otro, qué hace, dónde está con quién se relaciona.
  • Otro de los aspectos que te pueden ayudar a identificar si una relación es tóxica, es cuando uno de los miembros de la pareja, en lugar de aceptar al otro, de modo sutil, intenta cambiarle en modos de vestir, actuar, gustos, intereses…, pero siempre bajo el mensaje que es por el bien del otro.
  • Además, la comunicación no es efectiva, no hay una vía de comunicación basada en la confianza y el apoyo, por ello se siente que no se puede hablar con la otra persona.

Cuando hablamos de relaciones tóxicas, la tendencia es pensar que la persona tóxica es el otro, pero quizás, un buen ejercicio de reflexión para empezar a analizar tu relación, sea cuestionarte si la persona tóxica eres tú.

¿Qué señales te pueden ayudar a identificar si tú eres una persona tóxica para tu relación de pareja?

La relación gira en torno a ti, cubrir tus necesidades es lo más importante.

Siempre tienes razón y quieres quedar por encima en cualquier discusión.

Justificas no dejar libertad y espacio a la otra persona. Pones excusas o buscas cómo tenerla disponible siempre para ti.

Aunque sabes que la relación no va bien, decides continuar en ella.

Te sienta mal cuando las cosas no se hacen como tu piensas. Mantienes una actitud de enfado encubierto.

Tienes una habilidad manipuladora evidente, que te permite tergiversar las situaciones para ser tu la víctima y el otro se sienta culpable.

Por otro lado, en las relaciones tóxicas suelen darse frases como las que se describen a continuación que te pueden servir de pistas para identificar si tu relación es sana o no.

Son frecuentes:

Comparaciones: «Podrías ser como tu hermana…», «Ojalá fueras como…» 

Absolutismos: «Jamás me defiendes», «Nunca eres cariñosa», «Siempre me haces sentir mal».

Reproches: Sacar cosas del pasado que no vienen a cuento en ese momento.

Recriminaciones: » Mira quien habla, el que lo hace todo el tiempo», «Pues tú una vez hiciste lo mismo».

Chantaje emocional: «Si me conocieras lo sabrías..», » Si me quisieras lo harías» .

Amenazas: «Si no te gusta ya sabes», «Ahí tienes la puerta», » Tú sigue así que un día de estos me voy…»

RELACIONES TÓXICAS

RELACIONES TÓXICAS

Las relaciones tóxicas son más frecuentes de lo que pudiéramos pensar. Implica una relación desigual entre los miembros de la pareja. Las relaciones tóxicas no sólo se dan en relaciones de pareja, también son muy frecuentes entre familiares, amistad, compañeros de trabajo…Sin embargo, al igual que en otros casos identificamos rápido nuestro malestar y nos resulta relativamente fácil salir de esa situación, en las relaciones tóxicas, aunque implican sufrimiento, no nos resulta tan evidente el daño que nos pueda estar provocando, y nos quedamos en ellas, sobretodo por la codependencia que generan. En la mayoría de los casos no tomamos conciencia porque obtenemos un beneficio, casi siempre emocional de ellas, y no lo queremos ver. El miedo nos mantiene en ellas, y el hecho de que el sufrimiento va creciendo de forma progresiva y muy sutil, provoca que duran más de lo recomendable. Cuando nos damos cuenta que podemos estar inmersos en una relación tóxica, nuestra autoestima está deteriorada y la inseguridad nos impide salir de ahí

RELACIÓN TÓXICA

Para una mayor claridad, en las relaciones tóxicas se suelen dar las siguientes características:

  • Predomina la crítica constructiva, se machaca continuamente los errores y lo que uno no hace bien, sin resaltar nada positivo del otro. Por ello te desgastan la autoestima, impidiéndote
  • El mensaje continuo es recordarte tu necesidad de él/ella. De forma directa o indirecta te deja claro que no serías nadie si dejaras la relación. Utiliza el chantaje emocional.
  • Es controlador/a, ya que te organiza la vida y chequea cada gasto, actividad, pero siempre con el mensaje de que es por tu bien.
  • Te compara continuamente con otras personas, o lo que es más sutil, resalta de forma intensa cualidades en otros, que cuando se trata de ti no lo hace.
  • Pueden llegar a haber faltas de respeto, dándose incluso en público.
  • Critica a tu entorno y a todo el que suponga una amenaza en su control, intentando aislarte lo máximo posible.
  • La desconfianza es una de las protagonistas en vuestra relación. Comportamientos y actitudes de celos van en aumento, según avanza la relación.

Ante una relación de estas características, la persona se siente atrapada. Sin darse cuenta es cada vez menos feliz y en ocasiones se siente manipulada, se da cuenta que ha ido perdiendo su libertad en todos los aspectos de su vida y tiene claro, que esa relación no es bueno para ella. Pero el miedo le impide salir de ella.

Como se ha mencionado al principio existen diferentes tipos de relación tóxica. Algunas de ellas son:

  • Las relaciones que se inician sin haber superado relaciones anteriores. La presencia del otro es continua, comparaciones, críticas y se justifican actitudes incorrectas del presente, por lo vivido anteriormente
  • Relaciones para llenar un vacío, olvidando que una relación no llena sino que complementa.
  • Relación de codependencia. Los miembros de la relación han dejado pasar el tiempo. Se necesitan para todo, se pierde la individualidad, provocando a la larga infelicidad
  • Relación con comunicación inadecuada, basada en un bucle de ataque-defensa. La mayor parte del tiempo es una comunicación pasivo agresiva en la que no se habla claro, todo son indirectas y reproches
  • La relación fundamentada con ideas irracionales: pensamientos poco realistas y distorsionados acerca del amor y de lo que es una relación, sea del tipo que sea.
  • Relación basada en el miedo, ya sea miedo al maltrato, al abandono, al rechazo….Éstas son las más peligrosas, ya que la persona no se siente capaz nunca de salir de ellas.
  • Relación en la que los roles están ya preestablecidos, uno dirige y controla y el otro actúa de manera sumisa.

Las razones por las que terminamos en una relación tóxica son diversas. Las más frecuentes son: el miedo a la soledad, a lo que piensen los demás, una baja autoestima, el no sentirse merecedor de amor por experiencias anteriores, ideas distorsionadas por pensar que el amor implica soportar todo, necesidad irracional de amor…

Los dificultades más frecuentes en la pareja.

Los dificultades más frecuentes en la pareja.

PSICÓLOGO DE PAREJA EN MURCIA Y MOLINA. 

En terapia de pareja, es frecuente que las dificultades que presentan los pacientes sigan un patrón común. Las parejas,  como cualquier otra relación interpersonal, no deja de ser un sistema en el que dos personas interactúan en base a su percepción del mundo y de los demás. Dicha percepción y creencias puede ir variando a lo largo de los años, fruto de los cambios vitales, experiencias de vida, madurez, y esto puede ocasionar que no coincidan con los del otro miembro de la pareja. Por otro lado, es inevitable que la interpretación particular de cada uno de los miembros, condicione el modo en que se relaciona con el otro y la vida en común con éste.

Los principales problemas que presentan las parejas cuando acuden a consulta son:

  1. Comunicación. La comunicación es la herramienta básica necesaria para que una pareja tenga una relación sana y plena. Sin embargo, en muchas parejas falla, por ser excasa o inexistente, o por utilizarla de modo no efectivo, es decir, para reprochar y discutir.
  2. . Demostraciones de afecto. Las demostraciones de afecto son necesarias para que una pareja se sienta unida, querida, apoyada. Son un modo de comunicar el cariño y el amor por el otro. Si no existen en la pareja empiezan a aparecer grietas y distancia, y esto puede dar lugar a otros problemas ya que la pareja no sienta interés por parte del otro.
  3. Relaciones Sexuales. Las relaciones sexuales no son lo más importante en una pareja, cuando no se tiene ningún problema con ellas. Pero se convierte en el problema central cuando  cuando existe cualquier tipo de dificultad, afectando a la pareja en el resto de áreas.
  4. Convivencia. La convivencia es sabido por todos que puede resultar complicada. La realización de las tareas domésticas y las costumbres cotidianas suelen ser los principales temas de discusión en las parejas.
  5. Filosofía de vida y principios fundamentales. La aceptación del otro y de sus ideas, es algo necesario para el buen funcionamiento de una pareja. Desde mi punto de vista, la pareja tiene que tener una filosofía de vida común, coincidir en lo fundamental. Qué idea tienen acerca del trabajo, de la familia, del ocio, religión…
  6. Relación con familiares próximo. Mi experiencia en consulta es que uno de los problemas más difíciles de resolver en pareja es cuando existe dificultades de relación con la familia del otro. En estos casos, es necesario apostar por la familia que uno ha elegido y pedir al otro respeto. No hay que permitir que ningunas de las partes entre en descalificaciones y faltas de respeto.
  7. Economía y gastos. Si la pareja tiene problemas económicos porque no atraviesan su mejor momento, lo superarán si mantienen una idea común y forman un equipo a la hora de superar el problema. Si cada uno tiene una relación con el dinero distinta, los problemas con la economía será una constante.
  8. Educación de los hijos. Si la pareja tiene hijos, la educación de éstos y las decisiones importantes referentes a ellos, se convierte en el tema principal de conversación de las parejas. La llegada de los hijos, cambia la dinámica de la familia por completo. Por ello, si no se está de acuerdo en el proceder diario, puede ocasionar momentos de tensión que dificulten mucho la convivencia familiar.
  9. Monotonía y rutina. Cuando una pareja es estable y llevan varios años juntos, es fácil que se caiga en una monotonía que asfixie el amor. El amor de pareja es algo que hay que cuidar continuamente, es como un fuego que si no prendemos la llama, termina por apagarse.
  10. Decepción. Cuando nos creamos expectativas acerca del otro o cómo serán las cosas cuando la relación cambie, puede que nos llevemos una decepción y esto puede acabar con la buena armonía, incluso con la relación.
  11. Infidelidad. La infidelidad es algo, que por desgracia es muy frecuente en las parejas. Aunque las causas suelen ser diversas, en la mayoría de los casos no se superan, aunque en esto influye también el tipo de infidelidad y cómo se gestione el tema en pareja.
  12. Ocio y tiempo libre. Si no compartes la misma forma de disfrutar del tiempo libre que tu pareja y os gustan cosas parecidas, esto puede ocasionar conflictos y distancia entre ambos

Todas estas dificultades son las que con más frecuencia presentan las parejas en consulta. Todas se tratan en terapia de pareja con éxito.

Cuando las parejas acuden a terapia, para la mayoría ese es su último cartucho. Acuden cansados y desesperados, con poca esperanza de solucionar nada. Sin embargo, son muchas las que consiguen revertir la situación y cambiar por completo la idea que tenían de su pareja y de la relación. Vuelven a sentir amor por el otro, y aprenden herramientas para saber gestionar tanto las emociones como los problemas.

La terapia de pareja sirve para reeducar creencias, costumbres, patrones, que se han enquistado y viciado en la pareja, y que nos hacen sentir infelices. Consiste en desaprender lo que sabemos para comenzar un aprendizaje efectivo do modos de enfrentamiento y gestión emocional. Nuestra pareja no puede ser nuestro enemigo y la persona que saque lo peor de nosotros. Se tiene que convertir en nuestro principal apoyo y motor de vida. Por eso le hemos elegido para compartir nuestra vida y nuestro tiempo, que es lo más preciado que tenemos.

 

CLÍNICA VANESA HERNÁNDEZ. PSICÓLOGOS EN MOLINA DE SEGURA. MURCIA

EXPERTOS EN TERAPIA DE PAREJA