Al comenzar el año nuevo, te has hecho la pregunta ¿Cuales son mis objetivos para este nuevo año? Si eres una de esas personas que les gusta marcarse objetivos pero que no logra pasados unos meses mantenerse en la acción, quizá te interese seguir leyendo unos minutos, ya que te damos las herramientas para alcanzarlos en este 2019.
El marcarse objetivos o metas es una fuente de motivación, que nos lleva a mantener un estado de ánimo positivo orientado a la acción, lo que nos proporciona además una mejor imagen de nosotros mismos y una sana autoestima.
Es totalmente recomendable, hacer balance a final de año, comprobar en qué punto estamos de nuestra línea vital y coger energía para seguir creciendo en la dirección que nos haga sentir mejor.
Pero antes de nada, para que nos resulte efectivo y no nos frustremos en la consecución de esos objetivos, es necesario aclarar diferentes conceptos.
Habría que establecer una diferencia entre deseos y compromisos.
Esto es muy importante ya que la mayoría de nosotros tenemos , de sentirnos mejor emocionalmente, físicamente, tener un mejor trabajo, más dinero, mejor salud, y todos ellos no implican una acción asociada, es decir, el desear las cosas simplemente es un pensamiento ante la fantasía de conseguir algo, pero no nos lleva a hacer nada.
Sin embargo, un compromiso, es cuando la persona se implica en pasar a la acción para conseguir lo que quiere con perseverancia, pese a que los resultados a corto plazo no sean los que quieren. El compromiso implica pasar a la acción he insistir en ello, hasta que se consigue el resultado deseado.
Otra aclaración importante a tener en cuenta sería la diferencia entre hechos o comportamientos y resultados
Los comportamientos, no se intentan, se hacen o no se hacen. Por ejemplo, yo no intento beber 2 vasos de agua, o los bebo o no los bebo. Implican voluntad consciente por parte de la persona.
Los resultados, son la consecuencia inevitable de los comportamientos y no dependen únicamente de mi voluntad. Por ejemplo: voy a estudiar mucho (comportamiento) para intentar sacar un 10 en el examen (el diez es el resultado).
Estudiar depende únicamente de mí, en el resultado influyen otros factores como los nervios ante el examen, el modo de formular las preguntas, criterios de corrección, etc.
La mayoría de las personas les gustaría sacar un diez en el examen pero pocos están dispuestos a comprometerse a hacer lo necesario para conseguirlo. Ahí la diferencia.
Para conseguir nuestros deseos, podemos comprometernos con diferentes acciones, que nos lleven a marcarnos objetivos cuyo resultado sea alcanzar mi deseo.
Por ello, ya que un compromiso, podemos dividirlo en diferentes objetivos para que nos resulte más abordable, voy a platearte la fórmula para que te resulte más fácil alcanzarlos:
- Los objetivos tienen que estar formulados de modo afirmativo y en positivo. ¿Sabías que nuestra mente se siente atraía por lo que más pensamos, tanto si lo queremos como si no? Este es el motivo por el que los objetivos tienen que estar formulados en positivo. El ser humano termina reproduciendo en su vida lo que más piensa, tanto si lo desea como si no. Si tuviéramos en cuenta esta premisa, no estaríamos pensando todo el tiempo lo que no queremos, ya que antes o después, terminaremos provocándolo. Es lo que también se llama profecía autocumplida. Si quiero estar más delgada, no puedo marcarme el objetivo de » Este año no comeré dulces», porque estará todo el tiempo pensando en comer dulces, pues la mente para no pensar en algo primero tiene que pensarlo. Sin embargo, si se marca el objetivo de comer más fruta, su mente pensará en fruta, con lo que terminará comiendo más de la que comía.
- Los objetivos tienen que implicar acciones, no resultados, ya que tienen que estar bajo nuestro control. No pueden depender de otras personas o de otras variables que escapen a nosotros. Por ejemplo » Voy a comer sano» depende únicamente de ti, pero «Voy a adelgazar 4 kilos en un mes» es un resultado, no un comportamiento.
- Los objetivos tienen que ser lo más concretos que se pueda. «Voy a ir al gimnasio 3 veces por semana», es mejor que «Voy a ir más al gimnasio».
- El objetivo tiene que ser abordable para ti, que te rete a mejorar pero realista, si no, te frustrarás enseguida. Y aunque hay que comprometerse, es recomendable un poquito de flexibilidad, ya que si no, a la primera que no cumplas tirarás la toalla.
- El objetivo tiene que ser algo motivador para tí, algo que despierte tu interés, si no es así, abandonarás enseguida. Ten cuidado con no marcarte objetivos para únicamente demostrarte que eres capaz. Es un arma de doble filo. Tu autoestima no puede alimentarse únicamente de lo que consigues.
- Tu objetivo tendrá que aportarte algo positivo. Es decir, cualquier comportamiento que quieras eliminar o sustituir por otro, en el momento actual te aporta algun beneficio. Por ello, tendrás que sustituir ese beneficio por otro. Si comer dulces me premia un mal día, no puedo dejar de comerlos y quedarme con mi mal humor en casa. Tendré que sustituir la gratificación de comer dulces por algo que alivie mi mal humor, por ejemplo ir a clases de baile.
- Ponlos por escrito, te ayudará a clarificar y afianzar ideas.
Si utilizas estas herramientas para elaborar tu lista de objetivos de principio de año, la probabilidad de conseguir tus resultados será casi segura.
¡ÁNIMO, SÓLO ES PASAR A LA ACCIÓN!
Psicólogos en Murcia
Vanesa Hernández
Me parece muy interesante