Anorexia y Bulimia: ¡ Qué miedo a engordar!

Anorexia y Bulimia: ¡ Qué miedo a engordar!

  «Psicóloga en Murcia»

 

 

imagesCA4QUTEOLas personas que padecen anorexia y bulimia, están obsesionadas con su imagen, y en consecuencia con la alimentación. Su vida está organizada en torno a la comida, en un cálculo mental continuo de cuantas calorías ingieren y queman a lo largo del día.

Pese a estar muy delgadas, no se ven así, la percepción de su imagen corporal está distorsionada completamente. Se someten continuamente a dietas en las que eliminan los alimentos con más calorías y reducen la ingesta de líquidos.

 

Es frecuente también que aumenten su actividad física, haciendo deporte o evitando estar quietas, comiendo incluso de pie. Pueden recurrir también a tomar laxantes o diuréticos, o provocarse el vómito.

Las personas que padecen anorexia o bulimia son, a menudo, demasiado perfeccionistas, con baja autoestima y excesivamente críticas consigo mismo y sus cuerpos. Suelen mostrar  emociones y actitudes extremas.

Se sienten deprimidas, lloran con frecuencia, sintiéndose también culpables, irritables, enfadándose con normalidad, además de aislarse socialmente, sobretodo en reuniones familiares donde se va celebrar algo comiendo. Además pueden presentar comportamientos extraños como esconder la comida, escupirla tras masticarla, o cocinar grandes cantidades de comida para los demás, que luego ellas ni prueban.thCAVF3BFX

El miedo a ganar peso está siempre presente y en las etapas iniciales es común la negación de su problema. En algunos casos, estos trastornos suelen ir acompañados de otros problemas psiquiátricos como la ansiedad, pánico, trastorno obsesivo-compulsivo y el consumo de alcohol o drogas.

Es frecuente que, los trastornos de la alimentación  comiencen en la adolescencia. El cambio físico y emocional que se da en esta etapa de la vida, implica enfrentarse de manera distinta a nuevas situaciones, en las que el adolescente no siempre cuenta con recursos para saber llevarlas. El trastorno de la alimentación suele ser la solución que se pone para resolver otros problemas reales como baja autoestima,  relaciones sociales o sentimentales, dificultades con los padres o en el instituto.

 

imagesCA6WK9U0Aunque la anorexia y la bulimia comparten los rasgos que hemos mencionado , son dos problemas distintos que se diferencian fundamentalmente en:

La anorexia nerviosa se caracteriza fundamentalmente por un miedo excesivo para engordar, lo que provoca que la persona restrinja exageradamente la ingesta de comida. Están excesivamente delgadas, su peso está por debajo de lo que se espera para su edad y talla, llegando al límite de la desnutrición e inanición. Normalmente padecen amenorrea, es decir, retirada del ciclo menstrual más de tres meses consecutivos

La bulimia, a diferencia de la anorexia, suelen tener un peso normal. Alternan periodos de restricción de comida, en los que apenas comen, con otros periodos donde se descontrolan, habiendo episodios de “atracones” ( Ingesta de grandes cantidades de alimentos, sobre todo muy calóricos). Esta alternancia, hace que la persona entre en un bucle para no engordar, ya que después de un atracón se sienten muy culpables y provocan el vómito, se dicen así  mismas que será la última vez , e inician su dieta restrictiva, hasta que se descontrolan pegándose un nuevo atracón y vuelta a empezar.imagesCA2OCNZ1

Tanto en un caso como  en otro podemos,  ayudarles dotándoles de estrategias a padres y adolescentes (en su caso), para poder enfrentarse de modo sano a sus dificultades, gestionar sus emociones y restaurar patrones de alimentación adecuados.

 

 

En cuanto a las consecuencias psicológicas de ambos trastornos alimentarios son más graves de lo que aparentemente podríamos pensar.

El principal síntoma que presentan las personas con anorexia o bulimia, es el ya mencionado  MIEDO A ENGORDAR.

Quizá no seamos conscientes, cuando afirmamos algo así, de la importancia y gravedad de padecer este miedo.  El objeto temido es la comida, lo que produce ansiedad es precisamente, el tener que comer.

Sabemos que todos los miedos son incapacitantes, y al hablar de ansiedad (del tipo que sea) he afirmado que también muy desagradable pero nunca peligrosa (para nuestra integridad física).

imagesCAGK99RGEl miedo, es un mecanismo de defensa cuyo objetivo es protegernos de amenazas y peligros. Es cierto que nuestra mente en ocasiones percibe amenaza donde no la hay, pero en ningún caso, dicho miedo lleva implícito atentar contra nuestra propia seguridad y supervivencia.

En el caso de los trastornos de la alimentación, si. La persona tiene miedo a comer, por miedo a engordar. Su miedo le protege de engordar, pero no le protege de sobrevivir. De ahí la gravedad de estas enfermedades, y la dificultad e importancia de trabajar para  superar o dominar el miedo.

 

 

Además de este miedo a engordar, las personas con anorexia y bulimia suelen presentar:

  • Trastornos del sueño, que aparecen como un trastorno secundario

 

  • Estado de ánimo irritable, que normalmente aparece del conflicto interior entre la demanda de alimento del cuerpo y la obsesión por controlarlo. En la mayoría de los casos cambia su carácter.

 

  • Estado de ánimo deprimido y ansiedad, ya que continuamente tienen que enfrentarse al objeto temido y a situaciones donde tendrán que ocultar, disimular, mentir…No se sienten bien consigo mismas.

 

  • Aislamiento. Van cerrando cada vez más su círculo de amigos con tendencia a la soledad, la tristeza y la melancolía, Evitan cualquier situación donde haya probabilidad de comer. Además, no les apetece mostrarse a la gente, por no tener la imagen deseada y por no sentirse anímicamente bien.imagesCASKER3V

 

  • Sentimiento de culpa.  Obsesionados por el control total, cuando creen que han cedido (en un atracón, en el caso de la bulimia o por comer algo no permitido, en la anorexia), se sienten culpables y creen que si no consiguen lo que se proponen es porque son débiles. En las fases iniciales la culpa también es provocada por la sensación de saber que no se está haciendo lo correcto. Aun luchan entre lo racional y la enfermedad

 

  • Baja autoestima. Aspecto que forma parte de ellas desde antes de la aparición del trastorno. Suelen ser personas inseguras

 

  • Sentimiento de inutilidad, vacío.  Puede decirse que la dieta las mantiene en una constante frustración, lo que hace que se perciban como inútiles, ya que no consiguen lo que consideran su objetivo.

 

  • Perfeccionismo y autoexigencia elevada, como mecanismo de control de sus vidas. Así tratan de aliviar su inseguridad y sensación de inutilidad.

 

imagesCACI814IPercepción distorsionada de su imagen o visión parcial. Se ven mucho más gordas de lo que realmente están y se obsesionan por una parte de su cuerpo que no les gusta,  lo que les hace no ver la totalidad de su aspecto (normalmente se centran en las caderas, los muslos…)

 

  • En el caso de la anorexia, hay una negación total de su delgadez, además de una  alteración de la capacidad de concentración  por la falta de componentes (nutrientes) necesarios para la realización de actividades mentales.

 

  • En la bulimia, existe un miedo elevado a perder el control y darse un atracón lo que les produce sentiré muy culpables y volver a empezar.

«Mi hijo está triste»: Depresión infantil.

«Mi hijo está triste»: Depresión infantil.

«Psicólogos en Murcia»

thCAFHL85RLa depresión infantil es una realidad que aunque nos gustaría no hablar de ella, con la esperanza de que no existiese, en ocasiones tenemos que ocuparnos de ella

Contrariamente a lo que anteriormente se pensaba, la depresión también puede darse en los niños.

Al igual que en el adulto, el niño ha de enfrentarse a cambios y situaciones en su día a día, que no siempre resultan fáciles.

Pero no hay que apresurarse a establecer conclusiones de manera precipitada. Hay que conocer muy bien al niño, su modo de comportarse y de sentir, para saber identificar si atraviesa un episodio depresivo.

Aunque también hay que tener en cuenta la cantidad de tiempo con la que se presentan los síntomas, es motivo de estar atentos de nuestro hijo cuando observemos en él algunos de estos síntomas:

– Está continuamente triste y llora con más facilidad

– Ha perdido el interés por los juegos  preferidos y por la escuela

– Se distancia de sus amigos y de la familia – Habla menos

– Se aburre y se cansa con facilidad

– Presenta menos energía o concentraciónthCAF5C1TE

– Está irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad

– No tolera  hacia el rechazo y el fracaso

– Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo

– Elige «finales tristes» para sus cuentos y representaciones

– Se comporta de una manera agresiva

– Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago

– Duerme demasiado o muy poco

– Come demasiado o muy poco

– Presenta comportamientos regresivos, hablando como un bebé u orinándose en la cama

– Habla de suicidio o ideas de muerte

– Habla de escaparse de casa

thCAPQFX4NTodos estos síntomas pueden darse de modo normalizado, ya que siempre hay que contextualizarlos en cómo sea el modo habitual de comportarse y de sentir de cada niño concretamente. Además no tiene por qué darse todos juntos.

Pero si nos pueden servir a modo de pistas, que nos pongan en aviso para poder clarificar si nuestro niño está atravesando un periodo que le esté provocando un sufrimiento desproporcionado.

Como en el adulto, la depresión infantil se trata y se reconduce totalmente. A fin de cuentas, sólo necesitan ayuda para saber gestionar situaciones a las que no saben adaptarse.

Cómo ayudar a los niños a dominar sus miedos. Diez consejos prácticos

Cómo ayudar a los niños a dominar sus miedos. Diez consejos prácticos

«Psicólogos en Murcia»

images[3]¿Tu niño tiene miedo? ¿Cómo puedes ayudarle a manejar sus miedos?

Algo que es totalmente habitual, ya que forma parte del proceso evolutivo de los niños, es que  tengan miedos. Miedos que en muchos casos son totalmente transitorios, resultado del propio desarrollo cognitivo que experimentan, pero que no por ello dejan de ser una fuente de malestar para ellos y en consecuencia para nosotros.

Que aprendan a manejar el miedo , es una de las lecciones que no les explican en el colegio, pero que con toda seguridad más necesitarán en su futuro.

Como a nosotros tampoco nos lo explicaron, podemos encontrarnos con la dificultad de no saber cómo ayudar a nuestros niños a manejarlos.

Por ello, comparto con vosotros, diez reglas básicas a la hora de ayudarles a manejar sus miedos.

DECÁLOGO PARA AYUDAR A LOS NIÑOS A MANEJAR EL MIEDO

1. EL MIEDO ES UNA EMOCIÓN NORMAL QUE TENEMOS TODOS. Por ello, hay que intentar hacerles llegar esta idea no negándonos ni negándoles a ellos el sentirlo con frases tales como: ¡No pasa nada, no te preocupes!, ¡No tienes que tener miedo, eso es de niños débiles!, ¡los niños tienen que ser valientes, ¿quieres que se rían de ti?, ¡No llores, si los fantasmas no existen! Tenemos que intentar normalizarles el miedo como una emoción más e invitarles a expresarla y tranquilizarles con el hecho de que no sucede nada por sentirla.

2. HABLA DE SUS MIEDOS CON ELLOS. Y como su modelo a seguir que somos, no hay nada mejor que nos pongamos de ejemplo y les hablemos de los miedos que tenemos o hemos tenido de niños, o de los miedos de otras personas que conocemos, y normalizarles que lo bueno de los miedos es que igual que están se van. Esto implica el dedicar tiempo al miedo del niño para poder hablar de ello durante los días necesarios hasta que el niño se relaje y poder corregirlo.

thCA9ZZSUL

3. PONTE EN SU LUGAR, Y DALE LA IMPORTANCIA QUE PARA EL TIENE. No hay que utilizar la estrategia de ignorarlo y no darle importancia para que se le olvide. Ell miedo es una emoción bastante desagradable para un niño que le está provocando un malestar intenso.

4. PLATEAR POSIBLES SOLUCIONES A SU MIEDO. El puede participar en la solución, no le plantees cosas que es evidente que no hace porque no se siente capaz, de hecho si pudiera ya las habría hecho.

5.  EL MIEDO NO ES UN CORRECTOR DE CONDUCTAS. Si utilizamos el miedo para corregir otros comportamientos, estaremos ayudando a crear un nuevo miedo. Por ejemplo, si queremos que duerma sólo no le podemos decir que o duerme solo o mañana se lo contaré a su señorita para que sepa que no es lo suficientemente valiente, o si queremos que coma no le vamos a decir que si no lo hace lo llevaremos al médico para que le ponga una inyección.
6.       IMAGINÉMOS CON ELLOS EXPERIENCIAS POSITIVAS Y AGRADABLES. Ayudémosles con ello a la relajación mental

7.       CUÉNTALE CUENTOS. A la mayoría de los niños les gusta que les cuentes historias. Inventa un cuento donde el protagonista supere un miedo parecido al suyo.  Incluso podemos hacer un cuento en diferentes capítulos cuando el niño es un poco más mayor para así mantener su motivación.

thCAKIHS6H

8.   JUEGA CON ELLOS. Utiliza el juego para  sacar sus miedos,  que el juego les sirva para que ellos se midan frente al miedo y a los recursos de los que pueden disponer para enfrentarse a ellos. Por ejemplo, si un niño tiene miedo a quedarse solo jugar al escondite, o si tienen miedo a la oscuridad jugar a las tinieblas, si tiene miedo al fracaso competir en algo.

9. DIBUJA CON ELLOS. Realizad un dibujo con lo que su miedo les proyecte. El dibujo proyecta las emociones de los niños. No es necesario reflexionar  ni hablar sobre ello. Sólo dibujar.

10.  CREA UN AMBIENTE DISTENDIDO. Utiliza la música, siempre relaja y descarga tensión, la que más le guste al niño y bailar y utilizar el contacto con él para generar un clima afectivo y de complicidad con el niño que le infunde seguridad.

thCA0P0ZFV

Decálogo para la felicidad de los niños

Decálogo para la felicidad de los niños

«Psicólogos en Murcia»

PSICÓLOGA EN MURCIA/ VANESA HERNÁNDEZ

images[9]Todos los que tenemos la suerte de convivir total o parcialmente con niños, estaríamos de acuerdo en afirmar que nuestro deseo es que sean niños felices. Por ello nos esforzamos cada momento que pasamos con ellos que así sea. Pero sin embargo, eso no nos resulta suficiente para tener la confianza en nosotros mismos de que lo que hacemos les ayudará a ser niños sanos y felices. Nos engañaríamos si no reconociéramos que dudamos acerca de lo que puede venirles bien o no. Como se suele decir, un niño no viene con manual de instrucciones, y si a ello sumamos el estrés del día a día, la falta de tiempo, etc., todo se complica aún más.

Seguramente todos los que tratamos con niños nos hemos preguntado alguna vez “¿lo estaré haciendo bien?”, “¿mi comportamiento o mi estrés le afectará después?” ”¿qué se supone que tendría que hacer ahora?”.

Está claro que el día a día está lleno de muchas pequeñas situaciones que se podrían resolver de diferentes maneras. Pero mi idea con este artículo, no es ofrecer pautas de conducta adecuadas  para resolver cada una de ellas, (lo haré en siguientes publicaciones).

La idea que persigo es ofrecer 10 consejos o reglas, que nos permitan establecer una línea base general y básica de la que partir. Un referente sencillo, al que podamos acudir cuando dudemos. Generar una actitud en los adultos que nos dé la tranquilidad de que si cumplimos estas  premisas básicas, estaremos ayudando a que nuestros niños sean felices.

Anímate a regalar felicidad a los pequeños.

Recuerda que esto es un proceso, y que se trata de encontrar un equilibrio

DECÁLOGO PARA HACER FELICES A LOS NIÑOS

1.imagesCALKWEMGDEMUÉSTRALE LO MUCHO QUE LES QUIERES. Está claro que le quieres, pero el que tú lo sepas no es suficiente. Tampoco el que te preocupes por atender sus necesidades de alimentación, sueño, enfermedad, higiene… Sé generoso y regala besos, caricias, abrazos. No escatimes en decir “te quiero”, “eres lo más importante para mi”. Hazle llegar  que tu amor  no depende ni de las circunstancias ni de sus actos. Esto será vital para el futuro.

2. ACÉPTALE TAL Y COMO ES.  A veces los adultos esperamos que el niño sea de una determinada manera, y nos frustra el que no muestre o alcance nuestras expectativas. Esto provoca que nos pongamos nerviosos y el niño se sienta rechazado. Cada niño tiene una personalidad. Recuerda que nuestros deseos no tienen que coincidir con los suyos.

3. GENERA UN CLIMA DE ALEGRÍA Y ACTITUD POSITIVA. No olvides que los niños son como pequeñas esponjas que absorben todo lo que les rodea. Gran parte del aprendizaje de un niño es por observación. Por ello trata de no mostrarte triste, irritado, preocupado, gruñón. Trata de reírte y divertirte con ellos, enséñales a ver el lado positivo de las cosas.images[7]

4. FOMENTA SU SEGURIDAD E INDEPENDENCIA.  Dótale de responsabilidades y plantéale retos, siempre adaptados a la edad y capacidad del niño, que puedan conseguir pero que supongan un esfuerzo.

5.AUM ENTA SU CONFIANZA. Puedes conseguirlo haciéndoles llegar una visión realista de las situaciones y de su propia capacidad y recursos para enfrentarlas. Que sean conscientes de quien son y de que son capaces

6. AYÚDALES A RESOLVER SUS PROBLEMAS, NO SE LOS RESUELVAS TÚ. Les podemos ayudar haciéndoles preguntas para que ellos mismos con sus respuestas vayan llegando a la solución. También podemos darles diferentes alternativas y que elijan una sabiendo por qué la eligieron. Su opinión también cuenta

7. DÓTALES DE ESTRATEGIAS DE ENFRENTAMIENTO. Evitaremos su frustración, si el niño tiene en cuenta que es capaz de hacer y cuáles son las expectativas de lo que quiere conseguir. Que no se plantee expectativas demasiado altas, ya que se desilusionará con facilidad.

8. MÁS VALE CALIDAD QUE CANTIDAD DE TIEMPO. Comparte y disfruta con ellos los minutos que puedas. Eso es lo que cuenta.

9. DALES IMPORTANCIA. Su autoconfianza también dependerá de si se sintieron importantes para sus mayores. Que la atención que le prestes sea positiva.

10. TU FELICIDAD NO PUEDE SER SÓLO LA FELICIDAD DE ELLOS. Tienes que ser feliz para trasmitirles felicidad

imagesCAV30S1L

«Psicólogos en Murcia»

PSICÓLOGA EN MURCIA/ VANESA HERNÁNDEZ