¿Qué es la Distimia?

¿Qué es la Distimia?

La Distimia es un trastorno del estado de ánimo cuyos síntomas persisten a lo largo de años.

Para la persona que lo padece, incluso para los que le rodean, puede no padecer un trastorno clínico, ya que sus síntomas, aunque muy persistentes, son más leves que en un episodio depresivo, aunque el estado de animo deprimido en la distimia puede variar de leve a grave y moderado.

Es frecuente, que a la persona que padece Distimia se la vea como una persona muy negativa, con una visión pesimista de sí misma y de lo que ocurre a su alrededor. Le resulta muy difícil ser positiva incluso en momentos de felicidad donde las cosas van bien.

Además, las personas con Distimia, se encuentran desesperanzadas con respecto al futuro, pierden el interés por casi todo y la capacidad de disfrute también se ve mermada, además de bajar su rendimiento y productividad en su actividad diaria. Todo ello, suele afectar a sus relaciones con los demás, y tener un deterioro significativo en el ámbito académico-laboral, social y personal.

En cuanto a los síntomas del trastorno depresivo persistente (Distimia), suelen aparecer de modo intermitente a lo largo de dos años y pueden variar de intensidad

  • Pérdida de interés en las actividades cotidianas
  • Sensación de tristeza y de vacío.
  • Estado de Desesperanza
  • Fatiga y falta de energía
  • Problemas de baja autoestima.
  • Sentimiento de incapacidad
  • Indecisión
  • Dificultades de atención y concentración
  • Pérdida de eficacia y productividad
  • Irritabilidad excesiva
  • Aislamiento social
  • Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado
  • Problemas de alimentación: falta de apetito o comer en exceso
  • Dificultades con el sueño

En ocasiones, pueden coexistir con un episodio depresivo mayor.

¿Por qué tiene lugar el Trastorno depresivo persistente?

En cuanto a las causas, se apuesta por un origen multifactorial, donde podemos incluir: rasgos heredados, la química del cerebro, diferencias biológicas y acontecimientos vitales.

Para su prevención, podemos tomar medidas que nos ayuden a amortiguar y frenar su aparición, tales como:

  • Aprender estrategias controlar el estrés, dotarte de herramientas de afrontamiento para aumentar tu capacidad de salir reforzado de las situaciones difíciles y crisis vitales.
  • Mantener una autoestima sana y buenas relaciones sociales
  • Si no te encuentras bien, déjate la vergüenza en el bolsillo y pide ayuda a tu familia y amigos
  • Si te resulta más fácil, puedes buscar ayuda profesional al mínimo signo de un problema para ayudar a evitar que los síntomas empeoren.

¿Que es la depresión atípica?

¿Que es la depresión atípica?

¿Que es la depresión atípica?

La depresión es uno de los principales motivos por los que se suele solicitar atención psicológica. La mayoría de las personas la han padecido alguna vez en su vida, en alguna de sus formas.

Dentro de los trastornos depresivos se pueden encontrar varios tipos, la depresión atípica es uno de ellos, y a pesar de su nombre, es muy habitual.

La depresión atípica es un tipo de depresión que nos muestra  la complejidad de este grupo de trastornos.  Se trata de un subtipo de depresión mayor que no es fácil de diagnosticar.

Su sintomatologia se relaciona con condiciones que pueden ser confundidas con otros problemas como el simple cansancio, un episodio de tristeza, el estrés o incluso las enfermedades metabólicas.

No se conoce exactamente qué causa la depresión atípica ni por qué algunas personas presentan distintas características a este tipo de depresión pero por lo general es más común en mujeres y comienza en los años de la adolescencia, es decir, antes que otros tipos de depresión, y puede tener una duración más larga (crónica).

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Este tipo de depresión es una muestra  de que aquello a lo que popularmente solemos llamar “estar deprimido” es un fenómeno psicológico complejo que puede expresarse bajo una gran variedad de síntomas.

 

La depresión atípica, pese a presentar muchas de las características de la depresión mayor, también expresa otros síntomas atípicos y poco frecuentes en esta clase de alteración psicopatológica.

Para poder detectarla, así como cualquier otra, es básico conocer los síntomas y señales que se nos pueden presentar.

 

¿Cómo puedes saber si sufres depresión atípica?

Te contamos los diversos síntomas y señales que te pueden indicar que sufres una depresión atípica.

 

  •  Hipersensibilidad
  •  Dormir en exceso
  •  Cansancio extremo
  •  Aumento del apetito
  •  Ansiedad
  •  Problemas en las relaciones interpersonales
  •  Sensación de tristeza
  •  Estado de resentimiento

 

Como en otros tipos de depresión, la depresión atípica es una enfermedad grave que puede causar problemas de importancia que puede derivar en problemas emocionales, de conducta y de salud que afecten todas las áreas de tu vida.

 

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¿ Cómo se puede prevenir la depresión atípica?

No hay una formula exacta de prevenir la depresión atípica, pero estos consejos te pueden ayudar.

  • Toma medidas para controlar el estrés.
  • Acércate a tus familiares y amigos, especialmente en momentos de crisis.
  • Busca un tratamiento ante el primer signo de un problema para evitar que la depresión empeore.
  • Considera la posibilidad de recibir un tratamiento de apoyo de larga duración.

 

 

¿Crees que puedes padecer depresión atípica? ¿Quieres contar con la ayuda de un profesional?  No dudes más, en Clínica Vanesa Hernández podemos ayudarte.

Psicólogos en Murcia y Molina de Segura

 

 

Distimia

Distimia

¿Qué es la distimia?

La Distimia o trastorno depresivo persistente ( TDP) es un tipo de trastorno del estado de ánimo o también llamados trastornos afectivos. Se presenta como una depresión leve pero se prolonga a lo largo del tiempo, en adultos un mínimo de dos años y en niños y adolescentes un año. En ocasiones pacientes con distimia, pueden padecer además un episodio de depresión mayor.

La Distimia afecta aproximadamente a un 2% de la población. Es más frecuente en mujeres que en hombres a cualquier edad, pero se puede dar también en niños y en adolescentes.

Los síntomas  más comunes de la distimia, que como ya hemos señalado anteriormente son menos intensos pero más crónicos que los de la depresión mayor son :

  • Tristeza, ansiedad o sensación de «vacío» persistentes.

    Las personas con distimia suelen sentirse tristes, vacías o desesperanzadas casi todos los días, durante al menos dos años. No es un episodio puntual, sino una sensación constante que se convierte en parte de su vida cotidiana. A diferencia de la depresión mayor, donde los cambios de humor pueden ser más extremos, la distimia se percibe como un “estado de ánimo crónicamente bajo”.

  • Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
  • Llanto excesivo.
  • Mayor inquietud e irritabilidad.
  • Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.

    Es común experimentar problemas de memoria, falta de concentración o dificultades para tomar decisiones, incluso en asuntos simples. Esto puede afectar el rendimiento en el trabajo o los estudios y aumentar la frustración personal.

  • Disminución de la energía.

    Existe una sensación de cansancio constante, incluso después de haber descansado bien. La persona puede sentirse físicamente agotada sin razón aparente y le cuesta encontrar la motivación para hacer actividades cotidianas.

  • Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.

    Uno de los síntomas más característicos es la visión negativa del futuro. La persona puede sentir que nada mejorará y que su situación nunca cambiará. Esto puede hacer que pierda el interés en hacer planes o esforzarse por alcanzar metas, ya que siente que no vale la pena intentarlo.

    Las personas con distimia suelen desvalorizarse, sentirse insuficientes o inadecuadas. Pueden criticarse a sí mismas con frecuencia y pensar que no son lo suficientemente buenas en su trabajo, estudios o relaciones. Esto puede llevarlas a evitar nuevos desafíos por miedo al fracaso.

  • Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.

    Algunas personas con distimia pierden el interés en la comida y comen menos, lo que puede llevar a una pérdida de peso. Otras pueden comer en exceso, especialmente alimentos altos en carbohidratos, como una forma de lidiar con sus emociones, lo que provoca un aumento de peso.

  • Alteraciones en los hábitos del sueño.

    El sueño se ve afectado de diferentes maneras:

    • Insomnio: dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche o despertarse demasiado temprano sin poder volver a dormir.
    • Hipersomnia: dormir en exceso y aun así sentirse cansado.
  • Aislamiento social.
  • Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).

Para un diagnóstico de distimia, la persona (adulta) debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión.

Las causas de la distimia no están todavía suficientemente clarificadas, atribuyéndose a una alteración de un determinado tipo de neurotransmisor denominado serotonina, responsable de manejar las emociones y los juicios de valor; igualmente podrían estar en su origen situaciones de estrés continuadas y factores de personalidad.

¿En qué se diferencia fundamentalmente la distimia de la depresión?

El afectado por Distimia suele tener una vida bastante rutinaria y normal no obstante de su trastorno. Sin embargo, el paciente depresivo no es capaz de mantener esa rutina. Por tanto, la diferencia fundamental es el grado de LIMITACIÓN que el sujeto presenta.

  • En el trastorno distímico no se experimenta falta de disfrute. Pueden experimentar placer, también.
  • No se presenta agitación, ni tampoco lentitud motora.
  • No son usuales los arrebatos o pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte.
  • Un diagnóstico preciso ha de ser realizado por un psicólogo o psiquiatra especializado en este tipo de trastornos.

 

Psicólogos en Molina de Segura, Murcia

Psicólogos especialistas, Clínica Vanesa Hernández

 

Los dificultades más frecuentes en la pareja.

Los dificultades más frecuentes en la pareja.

PSICÓLOGO DE PAREJA EN MURCIA Y MOLINA. 

En terapia de pareja, es frecuente que las dificultades que presentan los pacientes sigan un patrón común. Las parejas,  como cualquier otra relación interpersonal, no deja de ser un sistema en el que dos personas interactúan en base a su percepción del mundo y de los demás. Dicha percepción y creencias puede ir variando a lo largo de los años, fruto de los cambios vitales, experiencias de vida, madurez, y esto puede ocasionar que no coincidan con los del otro miembro de la pareja. Por otro lado, es inevitable que la interpretación particular de cada uno de los miembros, condicione el modo en que se relaciona con el otro y la vida en común con éste.

Los principales problemas que presentan las parejas cuando acuden a consulta son:

  1. Comunicación. La comunicación es la herramienta básica necesaria para que una pareja tenga una relación sana y plena. Sin embargo, en muchas parejas falla, por ser excasa o inexistente, o por utilizarla de modo no efectivo, es decir, para reprochar y discutir.
  2. . Demostraciones de afecto. Las demostraciones de afecto son necesarias para que una pareja se sienta unida, querida, apoyada. Son un modo de comunicar el cariño y el amor por el otro. Si no existen en la pareja empiezan a aparecer grietas y distancia, y esto puede dar lugar a otros problemas ya que la pareja no sienta interés por parte del otro.
  3. Relaciones Sexuales. Las relaciones sexuales no son lo más importante en una pareja, cuando no se tiene ningún problema con ellas. Pero se convierte en el problema central cuando  cuando existe cualquier tipo de dificultad, afectando a la pareja en el resto de áreas.
  4. Convivencia. La convivencia es sabido por todos que puede resultar complicada. La realización de las tareas domésticas y las costumbres cotidianas suelen ser los principales temas de discusión en las parejas.
  5. Filosofía de vida y principios fundamentales. La aceptación del otro y de sus ideas, es algo necesario para el buen funcionamiento de una pareja. Desde mi punto de vista, la pareja tiene que tener una filosofía de vida común, coincidir en lo fundamental. Qué idea tienen acerca del trabajo, de la familia, del ocio, religión…
  6. Relación con familiares próximo. Mi experiencia en consulta es que uno de los problemas más difíciles de resolver en pareja es cuando existe dificultades de relación con la familia del otro. En estos casos, es necesario apostar por la familia que uno ha elegido y pedir al otro respeto. No hay que permitir que ningunas de las partes entre en descalificaciones y faltas de respeto.
  7. Economía y gastos. Si la pareja tiene problemas económicos porque no atraviesan su mejor momento, lo superarán si mantienen una idea común y forman un equipo a la hora de superar el problema. Si cada uno tiene una relación con el dinero distinta, los problemas con la economía será una constante.
  8. Educación de los hijos. Si la pareja tiene hijos, la educación de éstos y las decisiones importantes referentes a ellos, se convierte en el tema principal de conversación de las parejas. La llegada de los hijos, cambia la dinámica de la familia por completo. Por ello, si no se está de acuerdo en el proceder diario, puede ocasionar momentos de tensión que dificulten mucho la convivencia familiar.
  9. Monotonía y rutina. Cuando una pareja es estable y llevan varios años juntos, es fácil que se caiga en una monotonía que asfixie el amor. El amor de pareja es algo que hay que cuidar continuamente, es como un fuego que si no prendemos la llama, termina por apagarse.
  10. Decepción. Cuando nos creamos expectativas acerca del otro o cómo serán las cosas cuando la relación cambie, puede que nos llevemos una decepción y esto puede acabar con la buena armonía, incluso con la relación.
  11. Infidelidad. La infidelidad es algo, que por desgracia es muy frecuente en las parejas. Aunque las causas suelen ser diversas, en la mayoría de los casos no se superan, aunque en esto influye también el tipo de infidelidad y cómo se gestione el tema en pareja.
  12. Ocio y tiempo libre. Si no compartes la misma forma de disfrutar del tiempo libre que tu pareja y os gustan cosas parecidas, esto puede ocasionar conflictos y distancia entre ambos

Todas estas dificultades son las que con más frecuencia presentan las parejas en consulta. Todas se tratan en terapia de pareja con éxito.

Cuando las parejas acuden a terapia, para la mayoría ese es su último cartucho. Acuden cansados y desesperados, con poca esperanza de solucionar nada. Sin embargo, son muchas las que consiguen revertir la situación y cambiar por completo la idea que tenían de su pareja y de la relación. Vuelven a sentir amor por el otro, y aprenden herramientas para saber gestionar tanto las emociones como los problemas.

La terapia de pareja sirve para reeducar creencias, costumbres, patrones, que se han enquistado y viciado en la pareja, y que nos hacen sentir infelices. Consiste en desaprender lo que sabemos para comenzar un aprendizaje efectivo do modos de enfrentamiento y gestión emocional. Nuestra pareja no puede ser nuestro enemigo y la persona que saque lo peor de nosotros. Se tiene que convertir en nuestro principal apoyo y motor de vida. Por eso le hemos elegido para compartir nuestra vida y nuestro tiempo, que es lo más preciado que tenemos.

 

CLÍNICA VANESA HERNÁNDEZ. PSICÓLOGOS EN MOLINA DE SEGURA. MURCIA

EXPERTOS EN TERAPIA DE PAREJA

Tipos de Trastornos del estado de ánimo

Tipos de Trastornos del estado de ánimo

Las emociones son algo inherente al ser humano. Sin embargo, nos han educado a que sentir determinadas emociones es algo que tendríamos que evitar. Sin embargo, la tristeza forma parte de nuestra vitalidad humana y como emoción cumple una función de adaptación al medio.

¿Qué sucede cuando esa tristeza es profunda y nos provoca un sentimiento de vacío irremediable? Pues bien, cuando eso ocurre y nos produce un malestar y/o deterioro significativo en nuestro funcionamiento diario a nivel familiar, social, laboral y personal, podrías estar padeciendo un trastorno depresivo.

Aunque la depresión no entiende de diferencias culturales ni de religión , ni de niveles socioeconómicos, si que existen algunos factores que podemos considerar de riesgo en la aparición de esta misma. Dichos factores pueden ser:

Factores personales: No todos tenemos una misma forma de responder a nuestro entorno, ni la misma percepción de nosotros y de los demás. Las personas se vuelven más vulnerables cuando su afectividad es negativa, ya que se sienten con menos recursos a la hora de responder a las demandas del ambiente, sobre todo si se sienten desbordadas por ellas, provocando una situación de estrés.

Ambientales. Los acontecimientos vitales estresantes también pueden convertirse en factores que contribuyan a un estado de ánimo deprimido. Situaciones como problemas económicos continuados, situación precaria o de estrés en el trabajo, problemas de pareja, enfermedades, duelos,  son ejemplos de situaciones que pueden favorecer a la aparición de trastornos depresivos.

La autoestima es uno de los aspectos que más se ve afectado en una depresión. Lo habitual en una depresión es sentir que uno no vale nada y no es capaz tampoco de hacer nada bueno ni de valor para sí mismo, para los demás y para el mundo.

Genéticos y fisiológicos. La herencia, es algo a tener en cuenta también en la aparición de los trastornos del estado de ánimo. las personas que tienen familiares en primer grado que hayan padecido depresión aumenta su probabilidad de padecerlos en torno a un 2-4% con respecto a la población general. El factor heredable es de aproximadamente el 40 %, y los rasgos neuróticos de la personalidad cuentan en proporción considerable para esta asociación genética.

Como trastorno secundario. El padecer otros trastornos puede aumentar el riesgo de que un sujeto desarrolle depresión, sobretodo el trastorno por consumo de sustancias, la ansiedad y el trastorno límite de la personalidad se encuentran entre los más frecuentes. Asimismo, las enfermedades médicas crónicas o que provoquen discapacidad también aumentan el riesgo.

Voy a pasar a describir los tipos de trastornos del estado de ánimo.

TRASTORNO DE DEPRESIÓN MAYOR

Cinco (o más) de los siguientes síntomas están presentes la mayor parte del día, casi todos los días durante al menos dos semanas..

  • Sentimientos acusados de tristeza, vacío y/o desesperanza. En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.
  • Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades.
  • Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más de un 5% del peso corporal en un mes) o disminución/aumento del apetito. En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Agitación o retraso psicomotor (observable por parte de otros, no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento).
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante, no tratándose simplemente del autorreproche o culpa por estar enfermo).
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones.
  • Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

La clasificación para el diagnóstico del trastorno de depresión mayor se basa en si es un episodio único o recurrente, en la gravedad actual (leve, moderado, grave), en la existencia de características psicóticas si las hubiera y el estado de remisión (parcial, total) cuando no se cumplen todos los criterios

DISTIMIA: TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE: se caracteriza por un ánimo deprimido que aparece la mayor parte del día, está presente más días que los que está ausente, durante un mínimo de dos años. En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable y la duración ha de ser como mínimo de un año. Cualquier intervalo sin síntomas dura como máximo dos meses.

Durante los períodos de ánimo deprimido deben presentarse al menos dos de los síntomas siguientes:

  • Poco apetito o sobrealimentación,
  • Insomnio o hipersomnia,
  • Poca energía o fatiga,
  • Baja autoestima,
  • Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones,
  • Sentimientos de desesperanza.

TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL: en la mayoría de los ciclos menstruales del último añoal menos cinco de los síntomas siguientes han de haber estado presentes en la última semana antes del inicio de la menstruación, empezar a mejorar unos días después del inicio de la menstruación y hacerse mínimos o desaparecer en la semana después de la menstruación:

  • Labilidad afectiva intensa (p. ej., cambios de humor, de repente está triste o llorosa, o aumento de la sensibilidad al rechazo).
  • Irritabilidad intensa o enfado, o aumento de los conflictos interpersonales.
  • Estado de ánimo intensamente deprimido, sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio.
  • Ansiedad, tensión y/o sensación intensa de estar excitada o con los nervios de punta.
  • Disminución del interés por las actividades habituales (p. ej., trabajo, escuela, amigos, aficiones).
  • Dificultad subjetiva de concentración.
  • Letargo, fatigabilidad fácil o intensa falta de energía.
  • Cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos.
  • Hipersomnia o insomnio.
  • Sensación de estar agobiada o sin control.
  • Síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular, sensación de “hinchazón” o aumento de peso.

Para confirmar el diagnóstico provisional se requieren evaluaciones diarias prospectivas de los síntomas durante al menos dos ciclos sintomáticos.

La intensidad y la expresividad de los síntomas pueden estar estrechamente relacionadas con las características sociales y culturales de la mujer afecta, de sus perspectivas familiares y de otros factores más específicos, como las creencias religiosas, la tolerancia social y aspectos relacionados con el papel de la mujer.

TRASTORNO DEPRESIVO INDUCIDO POR UNA SUSTANCIA O MEDICACIÓN:

Se caracteriza por un estado de ánimo deprimido, disminución notable del interés o placer por todas o casi todas las actividades. Estos síntomas se han desarrollado durante o dentro del mes posterior al consumo de una sustancia capaz de producir un trastorno depresivo y persisten más tiempo de lo esperable sobre los efectos fisiológicos o del período de intoxicación o de abstinencia.

TRASTORNO DEPRESIVO DEBISO A OTRA AFECCIÓN MÉDICA

Consiste en un período de tiempo importante y persistente de estado de ánimo deprimido, o una disminución notable del interés o del placer en todas o casi todas las actividades, que está relacionado con los efectos fisiológicos directos de otra afección médica.

Una consideración es la presencia de una asociación temporal entre el comienzo, la exacerbación o la remisión de la afección médica general y la alteración del ánimo.

Una segunda consideración es la presencia de rasgos que son atípicos en los trastornos del ánimo primarios (p. ej., una edad atípica de comienzo, un curso atípico o ausencia de historia familiar).

TRASTORNO DE DESRREGULACIÓN DISRRUPTIVA DEL ESTADO DE ÁNIMO

En este caso la sintomatología aparece antes de los 10 años, pero el diagnóstico no debe hacerse antes de los 6 años o después de los 18 años. El rasgo central es una irritabilidad crónica, grave y persistente, que ocurre en al menos dos ambientes (p.ej., casa y colegio) y es inapropiado para el grado de desarrollo del niño. Se dan accesos de cólera frecuentes (3 o más veces a la semana en al menos un año) que ocurren en respuesta a la frustración y pueden ser verbales y/o conductuales (agresividad contra objetos, uno mismo y otras personas) y cuya intensidad o duración son desproporcionadas a la situación o provocación. El estado de ánimo entre los accesos de cólera es persistentemente irascible o de enfado crónico la mayor parte del día, casi todos los días y es apreciable por otras personas del entorno del menor.

 

TRASTORNO DEPRESIVO ESPECIFICADO:

Se da cuando predominan los síntomas característicos de un trastorno depresivo pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de dicha categoría diagnóstica. Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un trastorno depresivo específico (p. ej., “episodio depresivo de corta duración”).

TRASTORNO DEPRESIVO NO ESPECIFICADO:

Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de un trastorno depresivo específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico (p. ej., en servicios de urgencias).

Si soy una Persona Altamente Sensible, ¿Qué puedo hacer?

Si soy una Persona Altamente Sensible, ¿Qué puedo hacer?

Si eres una Persona Altamente Sensible te preguntarás ¿Qué puedo hacer?

En las siguientes líneas voy a darte unas recomendaciones para que empieces a responderte a esta pregunta:

Lo primero que te recomendaría sería la aceptación de esa alta sensibilidad. Como ocurre con cualquier otra información que nos llega y supone un cambio en nuestra vida, lo primero y necesario para continuar de modo saludable hacia adelante es la aceptación de lo que ocurre. Las preguntas de ¿por qué me ocurre esto? ¿Por qué a mí?, son sólo escudos de negación para no aceptar la realidad que te ocurre.

La alta sensibilidad, no es más que un rasgo que posees, y que al no tratarse de ningún trastorno, enfermedad, anomalía, no tenemos que ponernos tristes ni lamentarnos por ello. Hay que recibirlo con todo el amor que puedas ya que es algo que forma parte de ti, y como cualquier otro rasgo o cualidad de tu personalidad te hace único, te hace ser quien eres y por ello lo tienes que querer.

Lo siguiente, o quizá ya lo has hecho antes es conocer de modo objetivo y real qué es la alta sensibilidad. Hay personas que cuando descubren que pueden tener este rasgo, comienzan un estudio profundo de él, sin embargo hay otras que si intuyen que pueden padecerlo, sienten miedo y evitan el saber más de ello, por temor a no saber gestionar esa información. Si aún no te has empapado de lo que es la alta sensibilidad, ya es hora, adelante.

Seguramente te sientas solo/a, incomprendido en ocasiones, un bicho raro…, pero no eres el único que es tan sensible, ¿has pensado en buscar otra personas como tu para compartir experiencias y de paso quizá nuevas personas con las que compartir tu vida? Seguramente existen ya grupos creados, pero hoy día con las redes sociales e internet es muy fácil la comunicación. Anímate y sal ahí fuera, no estás solo.

En este punto, vendría bien que te observaras para tener el máximo conocimiento de ti, de cómo esa alta sensibilidad actúa en ti, y cómo condiciona el modo en que percibes y vives tu mundo. Coge papel y lápiz y comienza a trabajarte.

¿Cuándo notas esa sensibilidad? ¿Cuando te desbordas y no puedes más? ¿Cómo te comportas en reuniones? ¿Cual es tu discurso interior? ¿Qué piensas de ti? ¿y del mundo en general? ¿Por qué crees que piensas así?  ¿Cómo gestionas las emociones? ¿Ha cambiado algo  desde que supiste que eres PAS? ¿Qué has comprendido? ¿Cuáles son tus puntos fuertes y qué podrás aportar al mundo? ¿Cuáles son los aspectos de ti  que merecen atención?

Otras  cosas que te vendrían bien:

  1. Sal a la naturaleza, el contacto con ella te dará paz: el campo, la montaña, la playa…lo que prefieras.
  2. Realiza alguna actividad artística o creativa: pinta, haz fotografía, manualidades, danza…
  3. Practica yoga, meditación, relajación….
  4. Lleva una vida con rutinas, estructura tu día a día para sentir orden.

Algo muy importante para el bienestar de todos pero especialmente para ti, es ser asertivo. Saber decir que no a las demandas del ambiente es necesario para preservar momentos para ti y poder recuperar energía.

 

Respeta tus tiempos y tus necesidades. Se consciente que de vez en cuando necesitarás tu isla de tranquilidad. Es algo necesario para ti, que tienes que normalizar y formar parte de tu rutina. No es algo negativo, ni signo de debilidad.

Normalmente esa isla necesita ser silenciosa, sin luz y ausente de cualquier aparato electrónico. Puedes meterte en la cama a descansar o pedes irte a la naturaleza a tumbarte y respirar aire puro. Cada uno tendrá sus preferencias. Pero respétalo y hazlo.

Y sobre todo lo que te recomiendo es normalidad, libertad y tomártelo con humor. A unos nos tocan unas cosas y a otros sensibilidad.

 

Espero haber contribuido un poquito a tu bienestar.

 

 

Psicóloga en Molina de Segura, Murcia

 

Adicción a internet y redes sociales y nuevas tecnologías.

La adicción a internet, redes sociales o nuevas tecnologías, es algo relativamente reciente, pero de lo que cada vez se oye más hablar. Es un problema que sufren muchas personas, y lo preocupante es que se trata de un tipo de adicción que cada vez comienza a darse a edades más tempranas, incluso en niños.

La entrada de internet a casi todos los hogares, supuso una mejor calidad de vida y un mayor y más rápido acceso a la información y al mundo en general. Gracias a internet, se hizo posible acceder a lugares y a noticias que hace unos años era impensable, además de dar la posibilidad de comunicación desde cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, como todo, el mal uso o uso excesivo que se haga de ello, puede llegar a convertirse en un problema.

Desde el inicio de las redes sociales, como Facebook, Twiter, Instagran, se han llevado a cabo muchísimos estudios de cómo el uso de las redes sociales puede influir en el modo que las personas tenemos de relacionarnos y en nuestro comportamiento. Y efectivamente, han cambiado por completo en cómo hoy día se relacionan sobretodo los jóvenes. El ciberamigo, es aquel con el que sólo hemos tenido relación a través de internet, pero nunca le hemos conocido en la vida real. Puede suponer un choque para muchos adolescentes el pensar que tienen muchos amigos y en menos de un día, sentirse solos. Además, los estudios demuestran que las redes sociales afectan a la autoestima y el modo en que las personas se valoran. Un uso excesivo de redes sociales provoca un elevado estrés aumentando el sentimiento de soledad y disminuyendo la sensación de felicidad.

Consecuentemente, si la autoestima la basamos en las opiniones de los demás y en el numero de likes, la persona se sentirá no sólo esclava de estar alimentando una vida cibernética continuamente, sino que se sentirá tremendamente insegura.

Evidentemente, este uso excesivo, puede generar en los jóvenes una necesidad de estar continuamente conectados, pudiendo dar lugar a una adicción.

Puede ser una adicción al teléfono móvil, a internet, redes sociales, videojuegos, youtube….

O también a redes sociales, cuyo único objetivo es encontrar pareja. Estas son especialmente perjudiciales para la autoestima y su mal uso puede generar relaciones tóxicas y engañosas.

 

Equipo Clínica Vanesa Hernández

 

Psicólogos en Murcia y Molina de Segura

Especialistas en Psicología Infantil. Psicólogos en Murcia y Molina de Segura

Especialistas en Psicología Infantil. Psicólogos en Murcia y Molina de Segura

En Clínica Vanesa Hernández somos especialistas en Psicología Infantil. Nuestras psicólogas infantiles ofrecen las mejores soluciones a través del tratamiento psicológico que necesite cada niño/a en particular.

Con la terapia infantil, se trabajan las dificultades tanto con los niños como con los padres, ya que ellos son los principales agentes de cambio dentro del seno familiar. Nuestra experiencia clínica nos indica la necesidad de trabajar con los padres por diversos motivos, pero principalmente, la necesidad que éstos mismos manifiestan en querer saber cómo gestionar las diferentes situaciones que viven día a día con su pequeño. Por ello dotamos a los padres de herramientas de gestión y afrontamiento, para que sepan cómo responder ante esas circunstancias, así como para poder ayudar a su hijo/a en su malestar.

Las principales dificultades que acuden a consulta son:

  1. Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA o TDAH).

¿Observas que tu hijo es más inquieto que el resto de niños?¿Qué no puede dejar de moverse?¿Que incluso sentado se remueve en su asiento?¿Qué se levanta continuamente de la mesa o cuando está en clase?¿Qué corre o salta en situaciones donde no es apropiado ni por las circunstancias ni para su edad?¿Tiene dificultades para jugar con otros niños? ¿Le cuesta guardar turno y precipita sus respuestas? ¿Interrumpe actividades de otros? ¿Es despistado, incurre en errores y parece que no te escucha cuando le hablas?¿Tiene dificultades para organizarse y le disgusta hacer cualquier tarea que implique un esfuerzo mental?

Si tu respuesta es afirmativa a varias de estas preguntas, puede ser que tu hijo sufra un Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)

2. Problemas de comportamiento.

Si tu hijo no te obedece, no eres el único. El motivo más frecuente por los que los padres acuden a consulta son los problemas de comportamiento de sus hijos, tales como desobediencia, oposicionismo, rabietas desproporcionadas…

3. Desobediencia y/o oposicionismo.

4. Celos entre hermanos.

En general, los niños celosos pueden manifestar algunas de las siguientes conductas:

  • Cambios de humor no justificados.
  • Signos de infelicidad. Lloro frecuente sin motivo. Tristeza acompañada de expresiones tales como “No me quereis…”
  • Conductas regresivas, (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas), con el simple motivo de llamar la atención de los padres (pipí en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
  • . Vuelta a un lenguaje más infantil con presencia de gestos inmaduros como chuparse el dedo.
  • Alteraciones en los patrones de comida (menos apetito o más selectivo con los alimentos, rechazando platos antes preferidos o se le tiene que dar la comida) y sueño (insomnio, despertar nocturno, solicitar dormir con los padres, etc.)
  • Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer.
  • Niegan sus  errores y culpabilizan a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos).

5. ANSIEDAD INFANTIL

Al igual que en las personas adultas, los niños también tienen ansiedad. La manifestación de los síntomas en ellos, puede se ligeramente diferente a cómo se presenta la ansiedad en adultos, pero la viven con el mismo sufrimiento.

6. MIEDO Y FOBIAS INFANTILES

Al igual que en los adultos, los miedos en los niños son reacciones de alarma frente a situaciones desconocidas o que ellos perciben como peligrosas. Es algo normal en el desarrollo evolutivo de los niños. Por ello, la mayoría de ellos remiten por sí solos, sin tener que actuar  de modo especial sobre ellos.

Sin embargo, en ocasiones persisten más allá del periodo de tiempo en el que se supone que es algo normal, o se presentan con una intensidad mayor de lo que debiera, provocando un gran sufrimiento para los niños.

Los niños manifestaran su miedo a través de  conductas como llanto, gritos, irritación, huída o evitación de una determinada situación, temblores, sudoración, urgencia para orinar, aceleración cardiaca o tensión muscular, entre otras muchas.

7. DEPRESIÓN INFANTIL

Es motivo de estar atentos de nuestro hijo cuando observemos en él algunos de estos síntomas:

– Está continuamente triste y llora con más facilidad
– Ha perdido el interés por los juegos  preferidos y por la escuela
– Se distancia de sus amigos y de la familia
– Habla menos
– Se aburre y se cansa con facilidad
– Presenta menos energía o concentración
– Está irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad
– No tolera  hacia el rechazo y el fracaso
– Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo
– Elige “finales tristes” para sus cuentos y representaciones
– Se comporta de una manera agresiva
– Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago
– Duerme demasiado o muy poco
– Come demasiado o muy poco
– Presenta comportamientos regresivos, hablando como un bebé u orinándose en la cama
– Habla de suicidio o ideas de muerte
– Habla de escaparse de casa

8. PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN.

Son muchos los padres preocupados por la falta de apetito de sus hijos. Para muchos se convierte en una preocupación diaria, pues el hecho de que un hijo no coma o no coma lo que uno espera o cree que es lo adecuado, se convierte en el problema a solucionar a diario. Los padres prueban con todo tipo de juegos, hacer la comida más atractiva para el niño, prometer recompensas, pero nada de esto les funciona en ocasiones. Entonces entran en un bucle en el que los momentos en que toca comer se cargan de tensión y mal humor.

9. DIFICULTADES PARA ESTUDIAR Y TÉCNICAS DE ESTUDIO.

Las dificultades a la hora de estudiar, de hacer deberes, superar exámenes, se dan con frecuencia entre los escolares de distintas edades.

Las causas pueden ser muy diferentes: dificultades para centrar la atención, dificultades en el aprendizaje, carencia de hábitos de estudio adecuados, motivación insuficiente, técnicas de estudio inadecuadas, ansiedad ante los exámenes…

Estas dificultades pueden tener también múltiples consecuencias, desde conflictos continuos con los padres hasta ansiedad y estado deprimido en los niños o adolescentes.

Por ello, es necesario, identificar el problema para poder poner la solución adecuada. Con el aprendizaje de técnicas de estudio adecuadas, establecimiento de hábitos eficaces, aumentar la motivación, gestión de la ansiedad, y demás técnicas necesarias, según cada caso, el niño o adolescente podrá conseguir los resultados académicos deseados

10. ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES Y FALTA DE MOTIVACIÓN.

11. HABILIDADES SOCIALES Y DE RELACIÓN.

Para los niños su grupo de iguales y el ser aceptado por ellos es una de las cosas más importantes. Sin embargo, en ocasiones, el niño no consigue integrarse por falta de habilidades y timidez.

12. ADICCIÓN A LA TÉCNOLOGÍA.

La adicción a la tecnología es ya un hecho, que por desgracia en los adolescentes va aumentando por días. Si tienes dudas, consúltanos

 

 

 

13. PROBLEMAS DE ACOSO ESCOLAR.

 

 

 

Equipo Clínica Vanesa Hernández

Psicólogos en Molina

Psicólogos en Murcia

 

 

 

Personas Altamente Sensibles (PAS)

Personas Altamente Sensibles (PAS)

¿Quienes son las Personas Altamente Sensibles?

El término Altamente Sensible, fue acuñado por la psicóloga norteamericana Elaine Aron. Elaine descubrió que dos de cada diez personas eran más sensibles que la media. Al parecer dichas personas posee un sistema nervioso «más fino» que el resto, lo que les provoca la llegada de mucha más información sensorial a la vez que al resto de personas.

El término de Persona Altamente Sensible, ha ido tomando fuerza y se han definido cuatro criterios para determinar si en tu caso posees esa alta sensibilidad.

Las Personas Altamente Sensibles según está definido hasta este momento:

  1. Reflexionan profundamente acerca de la información recibida.
  2. Tiende a saturarse o sobreestimularse.
  3. Tienen una alta empatía, así como una alta emocionalidad.
  4. Presentan una alta sensibiliad sensorial sobretodo con sutilezas.

Estas cuatro características tienen que darse necesariamente para poder ser una PAS.

 

Si quieres más información, quizá estas pistas se sirvan de guía:

  • Les afecta mucho el ruido en general, los olores fuertes y las luces brillantes.
  • Les encanta el arte y la naturaleza.
  • Son inseguras y tímidas.
  • Se sienten abrumadas por exceso de trabajo y masas de personas.
  • Sufren por el dolor ajeno.
  • Sienten necesidad de ayudar a quien lo necesita.
  • Suelen enamorarse con facilidad.
  • Suelen ser perfeccionistas.
  • No se manejan bien en la gestión de situaciones estresantes.
  • Dificultades para decir que no al otro y mantener y respetar sus límites personales.
  • Alta capacidad de detectar sutilezas.
  • Tienen un umbral al dolor bastante bajo con respecto a la media.

Es importante saber que la alta sensibilidad no es una enfermedad, ni trastorno ni nada parecido. Está considerado un rasgo y como tal no se cura. Pero esto no es algo negativo para ti. Ya que puedes aprender a gestionar ese exceso de sensibilidad para llegar a un mayor equilibrio emocional. Tu alta sensibilidad seguirá siendo la misma, pero podrás aprender a cuidarte un poquito mejor para que la información que te viene de fuera te afecte un poquito menos.

La doctora Elaine Aron, elaboró un test para identificar a Personas con Alta Sensibilidad. Si contestas menos de 14 «si» hay poca probabilidad de que sea una PAS. Si en tus respuestas hay más de 15 «si», la probabilidad de que seas una PAS, es alta.

  1. Me afecta el comportamiento de los demás.
  2. Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno.
  3. Suelo ser muy sensible al dolor.
  4. En los días ajetreados, suelo tener la necesidad de retirarme, de echarme en la cama, Buscar una habitación en penumbra o cualquier otro lugar donde pueda encontrar algo de tranquilidad y alivio frente a la estimulación.
  5. Soy particularmente sensible a los efectos de la cafeína.
  6. Me abruman fácilmente las cosas como las luces brillantes, los olores fuertes, los tejidos bastos o las sirenas de policías o ambulancias.
  7. Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo/a.
  8. Tengo una vida interior rica y compleja, le doy muchas vueltas a las cosas.
  9. Me conmueve profundamente las artes o la música.
  10. Soy muy concienzudo/a.
  11. Me asusto con facilidad.
  12. Me agobio cuando tengo que hacer muchas cosas en poco tiempo.
  13. Cuando alguien se siente incómodo o a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que hacer para hacerle sentir más cómodo.
  14. Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
  15. Me esfuerzo mucho por no cometer errores u olvidarme de algo.
  16. Suelo evitar las películas violentas o las series violentas en la televisión.
  17. Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
  18. Los cambios en la vida me conmocionan ( mudanza, separación, cambio de trabajo…).
  19. Suelo percibir y disfrutar las buenas esencias, sabores, olores, sonidos y obras de arte.
  20. Para mí tiene mucha importancia el poder disponer mi vida de forma que evite situaciones perturbadoras o abrumadoras.
  21. Cuando tengo que competir o ser observado en la ejecución de una tarea me pongo tan nervioso/a o inseguro/a que termino haciéndolo peor de lo que podría.
  22. Cuando era niño/a mis padres y profesores me solían ver como una persona sensible o tímida.

Espero que esta información te ayude.

 

 

 

El miedo a la muerte en los niños.

El miedo a la muerte en los niños.

El miedo a la muerte en los niños es uno de los temas más complicados de tratar con nuestros hijos/as. El tema de la muerte, es un tema difícil incluso para muchos adultos, evidentemente no es un tema agradable, pero cuando uno de nuestros pequeño manifiesta su miedo al final de la vida, no podemos plantearnos el evitar el tema como una solución.

El tema de la muerte es algo que todas las personas nos lo planteamos y pensamos acerca de ello. Al igual que ocurre con los adultos, que según las circunstancias personales de cada uno, se trata el tema de una manera u otra, con los niños habrá que tener en cuenta diferentes factores a la hora de abordar el tema con ellos, tales como:

–    La edad del niño, ya que la idea de muerte en los niños varía en base a su edad.

Aproximadamente, hasta los seis años los niños no suelen temer a la muerte ya que lo ven como algo temporal y reversible. Por ello utilizan, en ocasiones, cuando están enfadados, la muerte como un castigo: «¡Cómo no me des el juguete te mato!»

A partir de los seis años y hasta los nueve aproximadamente, el concepto de muerte se desarrolla hacia una idea más definitiva, es decir, ya son consciente de que si te mueres ya no hay vuelta atrás, y de que es algo universal y que sucede a todos los seres vivos nos sucede alguna vez. A los 9 años aproximadamente, ya saben que sus seres queridos pueden morir, y por ello se desarrolla a veces una angustia ante ese hecho que puede manifestarse o no. Es muy habitual que el miedo a la muerte se exprese como miedo a la oscuridad, a la soledad, a las personas malas…

Si detectamos que esto ocurre, sería adecuado hablar con ellos de esos miedos, para que no se agraven.

A partir de los once años, ya definitivamente, tienen una idea clara de que la muerte es algo universal, irreversible e inevitable, y empiezan ademas a tomar consciencia que ellos también podrían morir. Por ello, en este momento, pero teniendo en cuenta la madurez del niño, sería conveniente trasmitirles la muerte como la etapa final de la vida

 

 

 

 

 

 

 

–    La madurez emocional de nuestro hijo/a, es otro factor a tener en cuenta a la hora de abordar el tema de la muerte. Dependiendo de cómo nuestro hijo sepa gestionar sus emociones, se lo trasmitiremos de una manera u otra.

–    El desencadenante de esta conversación. La conversación será diferente si el miedo del niño se manifiesta a raíz del fallecimiento de un familiar o conocido, que si simplemente pregunta por inquietud o como un miedo evolutivo propio de la edad

El punto desde el que sería recomendable enfocar la conversación de la muerte con nuestros hijos, sería partir de la idea de muerte como algo natural, como algo que forma parte de la vida, y que llega a una etapa final en la que se acaba.

En esta conversación, es muy importante usar un lenguaje muy claro para que el niño lo entienda, siempre adaptado a su edad y a lo que realmente te está preguntando. Tenemos que evitar las frases tranquilizadoras demasiados simples «hijo tranquilo, que eso no va a pasar», y no restarle importancia a sus preocupaciones, ya que pueden aumentar sus no le aportamos respuestas tranquilizadoras.

Cuando se trata de niños/as de corta edad es más complicado tratar el tema de forma directa. Podemos utilizar los cuentos infantiles, ya que en la mayoría la muerte es un hecho recurrente

En los niños/as de una mayor edad avanzada lo que nos suelen trasmitir, es su necesidad de saber qué vamos a permanecer junto a ellos/as. Es fundamental para ellos, saber que no les vamos a abandonar y que siempre estarán cuidados y protegidos.

Como recomendaciones generales a la hora de abordar la conversación de la muerte con nuestros pequeños, te proponemos:

  1. Tenemos que trasmitirle mucha seguridad. Cuando se trate de que la persona fallecida es uno de los progenitores, además de la tristeza evidente en el niño, le angustiará si le pasa algo al otro progenitor . En este caso, habría que trasmitirle al niño, por un lado la normalidad de sentirse triste y expresarlo, así como que su seguridad, confort y rutinas no se van a ver alteradas, para provocarle un equilibrio emocional que en ese momento su miedo tambalea.
  2. Nunca se tiene mentir al niño.
  3. Hay que permitir al niño expresar su pena su pena. No podemos olvidar, que la tristeza en los niños hay veces que se manifiesta en forma de rabietas, desobediencia…habría que mantener la calma y dialogar con ellos   Es muy importante –tanto en el duelo como en cualquier otra circunstancia— que los niños aprendan que los sentimientos son algo normal y que lo deseable es expresarlos.
  4.  Responde siempre a las preguntas del niño sin cambiar de tema para evitar fomentar tabúes y que el niño sienta que te importan sus preocupaciones. Al responder a sus preguntas, no darle al niño más explicaciones de las que pida, para evitar crearle conflictos y hacerle pensar en cosas que ni siquiera se había planteado.
  5. La información tiene que llegarles sin dramatismo pero de forma clara, adaptado siempre a su edad.

Equipo Clínica Vanesa Hernández, Psicóloga en Molina

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