Crisis y rupturas de pareja en verano, ¿Por qué hay más divorcios después de verano?

Año tras año, al llegar las vacaciones de verano escuchamos los testimonios de muchas parejas que rompen, leemos que las tasas de divorcio se disparan al llegar septiembre y que muchas relaciones entran en crisis, pero, ¿a qué se debe?  Es una época que llevamos meses deseando que venga para poder estar juntos, entonces, ¿por qué las vacaciones son motivo de discusión y no de paz, convivencia y diversión, como deberían ser?

imagesLas causas son varias. Durante el año estamos más  ocupados, tenemos poco tiempo libre y apenas hay convivencia. Todos sabemos que el día a día de una familia, los trabajos estresantes, las preocupaciones diarias y otro tipo de situaciones ocupan la mayor parte de nuestros pensamientos. Además son muchas las parejas que por motivos laborables no pasan mucho tiempo juntos o, en otros casos, el tiempo en común no es de buena calidad.

En vacaciones pasa todo lo contrario, tenemos contacto continuo con la pareja y es cuando salen a la luz problemas latentes que se arrastran desde hace tiempo.

Pero, ¿por qué es tan frecuente que la relación de algunas parejas empeore en vacaciones?

En primer lugar debemos aclarar que no son las vacaciones las que deterioran a las parejas, sino que este período de tranquilidad y ocio aumenta la conciencia de los problemas conyugales. Las discusiones, desilusiones, la falta de pasión y el impacto que muchas de ellas sufren por ver los cambios que su pareja está sufriendo, suponen una fuente de conflicto importante para ellos.

images (1)En los períodos vacacionales nuestras preocupaciones disminuyen, intentamos disfrutar del otro y buscamos desconectar y divertirnos juntos; pero en ocasiones el tiempo compartido nos muestra a una persona distinta de la que estábamos enamorados. El disfrute, la conexión y todo aquello que antes nos gustaba parece haber desaparecido.

 

Problemas de pareja en verano

Muchos son los artículos que podemos leer sobre consejos de cómo sobrevivir un verano junto a tu pareja o como salvar tu relación … .

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Si has vivido unas vacaciones difíciles junto a tu pareja y no te habías dado cuenta de todos los problemas existentes, antes de volver a la rutina y caer en el error de hacer como si nada hubiese ocurrido, deberías plantearte trabajar juntos los problemas que ambos habéis percibido durante esas vacaciones.

Aumentar el dialogo y mantener largas conversaciones entre ambos sobre los conflictos vividos, será el primer paso para poder solucionarlos. Negociar el bienestar de ambos. A cada problema debemos aportarle una solución, paso a paso.

Es vital que los problemas no queden en el aire por no encontrar la solución perfecta para los dos. No siempre seremos capaces de hallar un punto en común magnífico para ambos. En ocasiones las soluciones no buscan este objetivo y es necesario ceder en algo para poder llegar a un acuerdo.

 

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Así mismo, deberéis plantearos si con el paso de los años o la llegada de los hijos, vuestro tiempo de ocio en común, vuestra intimidad o confianza ha desaparecido, porque ello justificaría que cuando paséis tiempo a solas ya no os entendáis.

Los conflictos o el desgaste que una pareja sufre no se pueden solucionar de forma rápida y sencilla. Conlleva un trabajo diario y un esfuerzo personal por ambas partes donde la comprensión y el amor del otro se hace necesario.

Nuestra recomendación es que tras un verano tortuoso con tu pareja no decidas de forma rápida una posible separación o divorcio, pues quizás, y si antes no lo habéis intentado, es este el punto de inflexión donde se deberán dedicar todos los esfuerzos a trabajar sobre la relación e intentar recuperar lo perdido, pues es ahora, quizás tras las vacaciones, cuando se tiene conciencia de los problemas.

 

5 factores de riesgo que amenazan a la pareja en vacaciones

El exceso de tiempo juntos, las altas expectativas que se vierten en unas vacaciones planificadas y anheladas durante tiempo, los problemas sexuales, no coincidir en los planes y un contexto veraniego de fiesta y relax que facilita las infidelidades acrecientan los conflictos en esta época.

Tener conflictos durante los días más esperados del año no tiene por qué ser un indicador de crisis matrimonial pero es cierto que el verano o cualquier periodo vacacional largo suele ser un difícil reto para las parejas.

1. Demasiado tiempo juntos. Mantener una relación no significa tener que pasarse las vacaciones pegados como una lapa. Muchas parejas suelen cometer el error de pasar día tras día juntos, las 24 horas, sin tener tiempo para estar solos. No disponer de un espacio individual, para poder hacer lo que desee cada miembro del matrimonio o pareja, no les ayuda a encontrar su equilibrio individual, lo que luego dificultará el equilibrio en pareja. Además, ese exceso de tiempo compartido multiplica los errores de comunicación (dar por hecho cosas que no se habían hablado antes; corregir al otro, tirarle en cara cosas…).

2. Altas expectativas. Al desear tanto las vacaciones, planificarlas y soñarlas, sucede que la mayoría de las veces no suele ir tan bien como habíamos pensado. Las habíamos idealizado; si las expectativas son altas, corremos el riesgo de decepcionarnos.

3. Contexto de enamoramientos, desamor e infidelidades. El verano es tiempo de playa, de destape; de la música que machaca con historias de amor, pasión y desengaños; de salidas nocturnas y celebraciones en las que los miembros de la pareja suelen arreglarse más y pueden volver a sentirse deseables por los demás. Un cóctel explosivo para la supervivencia de la pareja.

4. No tener objetivos compartidos. Es difícil que las personas coincidamos en todos los hobbies y posibilidades de ocio. A la hora de elegir destino es muy importante  que los cónyuges se plantean planes a compartir para que esto no genere un conflicto.

5. Problemas de sexualidad. Al disponer de más tiempo, se pueden propiciar más encuentros sexuales, sin embargo, si estos no se producen o se detectan problemas, esto puede aumentar la irritabilidad y la tensión entre la pareja.

 

1109744_w767h767c1cx382cy382Pero por mucho que podamos establecer algunos motivos de crisis externos, lo cierto es que una crisis o discusión puede terminar simplemente en una época mala o, incluso, en un tiempo de reflexión o en ruptura y eso solo depende de nosotros.

A pesar de ello, no todo es malo en verano ya que, los expertos afirman que es también la época del año en la que comienza un mayor número de parejas su relación.

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