¿Sabes que los niños también tienen ansiedad?¿Cómo podemos ayudarles?

¿Sabes que los niños también tienen ansiedad?¿Cómo podemos ayudarles?

Al igual que en las personas adultas, los niños también tienen ansiedad. La manifestación de los síntomas en ellos, puede se ligeramente diferente a cómo se presenta la ansiedad en adultos, pero la viven con el mismo sufrimiento.

Para poder prevenir la ansiedad en los niños, el cómo actúen las personas de su entorno, (padres, educadores, cuidadores, familiares próximos), es muy importante, ya que la aparición de la ansiedad depende de diversos factores, entre ellos, el ambiente del niño y las experiencias vividas.

Cuando en la vida del niño se dan acontecimientos estresantes, como puede ser la separación de sus padres, fallecimiento de un ser querido, enfermedad prolongada de un familiar, un accidente, un robo en casa, un incendio…, puede no saber cómo gestionar las emociones que van ligadas a vivir este tipo de hechos. Los adultos, en este caso, podemos reducir el impacto emocional que dichas circunstancias puedan provocar en el niño.

¿Cómo?

  1. Animar al niño a que cuente cada día lo que le ocurre, cómo se siente. Crear la buena costumbre de expresar sus emociones sin temor al juicio de otros, es un amortiguador muy importante a la hora de prevenir la ansiedad, ya que por un lado le sirve para no ir acumulando estrés y por otro el hecho de contarlo le pondrá inevitablemente en una postura de solución más que de problema.
  2. Darles alternativas, teniendo en cuenta la personalidad del niño, para enfrentar las situaciones. Que sienta que la situación es abordable. Si tiene que enfrentarse a la situación poco a poco, es igual de válido y valiente. Siempre hay que felicitarle por sus logros, por pequeños que sean.
  3. No restarle importancia al cómo se siente, pero si ayudarle a relativizar el modo de percibir la situación de estrés.
  4. Hay que servir de ejemplo para nuestros pequeños. Ellos tienen que ver en nosotros modelos a los que imitar. La mayor parte de aprendizajes que realiza un niño, los hace por observación.
  5. Que el niño sienta que pese a que ya te contó el problema, tu sigues interesado por él. Seguir preguntando pasados los días, para mostrar interés de  cómo se van desarrollando los hechos y cómo se va encontrando él.
  6. Mostrarles un amor incondicional. El niño tiene que tener claro, que pese a los resultados, se le quiere por encima de todo. Se le quiere por ser quien es, no por lo que consigue. Hay que darle apoyo siempre, pero sin ser sobreprotector con él.
  7. Enseñarle a percibir la situación amenazante como un reto y no como un problema. Él tiene que sentir que la dificultad es una situación que le permitirá ser más fuerte y aprender más, como hacen los superhéroes. Para ello, ayudarles a encontrar el modo de poder enfrentarse a la situación. Generar junto con él, diferentes alternativas de solución, y planificar cómo se puede llevar a cabo. Con ello estamos fomentando su autonomía, algo que es de vital importancia para su desarrollo. Nosotros somos su guía y apoyo, el problema lo resuelve y lo enfrenta él, no nosotros.
  8. No olvidarnos que es un niño para no ser demasiado exigentes con él. No se trata de provocar hábitos perfeccionistas. No queremos crear un problema para resolver otro.

Si pones en marcha estas recomendaciones, ayudaras a tu pequeño a vivir la vida de un modo menos estresado, y ayudarás a prevenir su ansiedad

 

Equipo de Clinica Vanesa Hernández, Psicóloga en Molina

Psicóloga infantil

Psicólogos en MURCIA

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«Mi hijo está triste»: Depresión infantil.

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«Psicólogos en Murcia»

thCAFHL85RLa depresión infantil es una realidad que aunque nos gustaría no hablar de ella, con la esperanza de que no existiese, en ocasiones tenemos que ocuparnos de ella

Contrariamente a lo que anteriormente se pensaba, la depresión también puede darse en los niños.

Al igual que en el adulto, el niño ha de enfrentarse a cambios y situaciones en su día a día, que no siempre resultan fáciles.

Pero no hay que apresurarse a establecer conclusiones de manera precipitada. Hay que conocer muy bien al niño, su modo de comportarse y de sentir, para saber identificar si atraviesa un episodio depresivo.

Aunque también hay que tener en cuenta la cantidad de tiempo con la que se presentan los síntomas, es motivo de estar atentos de nuestro hijo cuando observemos en él algunos de estos síntomas:

– Está continuamente triste y llora con más facilidad

– Ha perdido el interés por los juegos  preferidos y por la escuela

– Se distancia de sus amigos y de la familia – Habla menos

– Se aburre y se cansa con facilidad

– Presenta menos energía o concentraciónthCAF5C1TE

– Está irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad

– No tolera  hacia el rechazo y el fracaso

– Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo

– Elige «finales tristes» para sus cuentos y representaciones

– Se comporta de una manera agresiva

– Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago

– Duerme demasiado o muy poco

– Come demasiado o muy poco

– Presenta comportamientos regresivos, hablando como un bebé u orinándose en la cama

– Habla de suicidio o ideas de muerte

– Habla de escaparse de casa

thCAPQFX4NTodos estos síntomas pueden darse de modo normalizado, ya que siempre hay que contextualizarlos en cómo sea el modo habitual de comportarse y de sentir de cada niño concretamente. Además no tiene por qué darse todos juntos.

Pero si nos pueden servir a modo de pistas, que nos pongan en aviso para poder clarificar si nuestro niño está atravesando un periodo que le esté provocando un sufrimiento desproporcionado.

Como en el adulto, la depresión infantil se trata y se reconduce totalmente. A fin de cuentas, sólo necesitan ayuda para saber gestionar situaciones a las que no saben adaptarse.