¿Qué es la Astenia Primaveral?

¿Qué es la Astenia Primaveral?

¿Qué es la Astenia Primaveral?

El término “astenia” se utiliza para hacer referencia a estados de fatiga generalizada, tanto a nivel físico como psicológico

Astenia es un término clínico que significa: cansancio. No es una enfermedad, sino un síntoma que puede deberse a enfermedades orgánicas o psicológicas, pero también a otras causas como el estrés o el exceso de trabajo. Este cuadro clínico sin causa aparente que lo justifique, y coincidiendo con el cambio de estación ( del invierno a la primavera), es conocido comúnmente con el nombre de astenia primaveral.

Las causas de la astenia primaveral no se conocen con precisión, aunque se tiene la sospecha de que los cambios de horario y temperatura pueden alterar la concentración de endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad. Es la reacción natural del organismo al preparase para una época, la comprendida entre el inicio de la primavera y el final del verano, en la que las exigencias de consumo energético serán mayores al incrementarse la temperatura y las horas de luz diurna.

Este trastorno  afecta a un gran número de personas y suele durar alrededor de 3 semanas de media y en el 90 % de los casos los síntomas son transitorios y de carácter leve ( variaciones de humor, alteraciones del sueño, fatiga o falta de vitalidad y energía,…) y característicos del cansancio.

 

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Es importante advertir que la astenia primaveral es también un cuadro sintomático que se asocia a trastornos físicos y psicológicos concretos, tales como: La existencia de anemia, Hipotiroidismo, Embarazo, Trastornos del sueño, Periodos de estrés.

 

¿Como prevenir y combatir la astenia primaveral?

Ya que en general se trata de una alteración de intensidad leve, la astenia primaveral no requiere tratamiento farmacológico , sino que podemos ponerle remedio mediante sencillos cambios en nuestros hábitos.

1. Llevar una dieta saludable

El consumo de alimentos ricos en vitaminas y minerales, como las verduras, las frutas, los cereales integrales o los frutos secos. Se recomiendan especialmente las comidas que aportan mucha energía, como los plátanos y la jalea real y reducir el consumo de alimentos hipercalóricos.

Beber al menos 2 litros de agua cada día para mantenernos hidratados y evitar las el café y las bebidas excitantes y alcohólicas.

2. Practicar ejercicio físico

Hacer actividad física de intensidad moderada de forma diaria puede ser muy beneficioso. El ejercicio hace que nuestro cuerpo libere endorfinas, provocando sensaciones de placer y de relajación.

3. Aumentar las horas de sueño

Durante la transición entre el invierno y la primavera, los cambios ambientales hacen que nuestro cuerpo gaste más energía; por tanto, hay que intentar dormir al menos 7 u 8 horas cada noche, en función de las necesidades de sueño habituales de cada persona.

4. Regularizar los horarios

Mantener horarios fijos para descansar y alimentarnos ayuda a estabilizar los ritmos circadianos, favoreciendo la adaptación del cuerpo a la llegada de la primavera y a los cambios de hora.

5. Realizar actividades agradables

Los síntomas de tipo depresivo, como la fatiga mental, la tristeza y la falta de motivación, se pueden aliviar haciendo actividades que nos resulten placenteras y ejercicio físico para favorecer la producción de determinados neurotransmisores y hormonas.

6. Procurar relajarse

Las actividades y hábitos relajantes, como meditar, darse baños calientes o respirar lenta y profundamente, pueden ser muy útiles para las personas con síntomas ansiosos derivados de la astenia primaveral.

 

 

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Si tu sensación de cansancio o tristeza continúa más de 3 semanas, y  los sintomas persisten en el tiempo debes consultar al médico o a un especialista, porque podría haber desencadenado en otro problema más grave. Tal vez pueda que se haya agravado trastornos previos, como el estrés, la ansiedad o exista un cuadro de depresión, en ese caso es recomendable poner una solución que se adapte al problema, ya que cada persona lo sufre de distinta forma.

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TALLER PARA CURAR EL INSOMNIO

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INSOMNIO¿TU TAMBIÉN CUENTAS OVEJITAS?

Como ser humano inviertes por término medio un tercio de tu vida en dormir. Dormir es una actividad necesaria, porque con ella se restablece tu equilibrio físico y psicológico.

Tu necesidad de sueño puede variar según tu edad, estado de salud, estado emocional y otros factores, sin embargo, tu tiempo ideal de sueño es aquel que te permite realizar tus actividades diarias con normalidad.

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¿Cuándo hablamos de insomnio?

Podemos hablar de insomnio cuando nuestros problemas de calidad y/o cantidad con el sueño sobrepasan una intensidad que los hace intolerables y cuando tenemos dificultades en nuestra capacidad para adaptarnos a las consecuencias negativas que se derivan de esos problemas, provocando síntomas como alteraciones del humor, dificultad para concentrarnos, somnolencia con dificultad para poder dormir durante el día, cansancio físico y mental y estado general de nerviosismo, tensión y ansiedad.

«Ya no duermo como antes, yo dormía como un lirón»

«Normalmente me despierto, cuatro, cinco, seis veces… vamos, como mucho estoy una hora y media, dos horas durmiendo»

«Me levanto cansadísima, muy irritable, muy nerviosa, tengo hasta frío, calor, estoy destemplada, o sea horrible…»

Las manifestaciones más características del insomnio son las dificultades para conciliar o mantener el sueño o el despertarse demasiado temprano. En definitiva, la falta de un sueño reparador.

¿Qué factores influyen en el insomnio?

Hay muchos factores que intervienen en la aparición y mantenimiento del insomnio. Entre los más importantes destacan los psicológicos, como la tendencia a dar vueltas a las cosas, dificultades para manejar las emociones negativas, creencias erróneas en relación con el sueño, con los consiguientes hábitos inadecuados, el estrés y el miedo a no dormir. En ocasiones, se podrían tener en cuenta, además, factores hereditarios o familiares y factores socio-laborales que pueden influir en la aparición del insomnio.

¿La psicología puede ayudarme?

La psicología se sirve de múltiples herramientas para combatir el insomnio, como las medidas de higiene del sueño, las técnicas de manejo y modificación de pensamientos y de conductas que mantienen el insomnio y/o sus consecuencias, o las técnicas de desactivación física y mental, siendo efectivas tanto a nivel individual como grupal.

Si eres es una de las muchas personas que tienen problemas de insomnio, anímate, pues con una atención psicológica adecuada puedes aprender a manejarlo y superarlo, mejorando tu satisfacción respecto al sueño, consiguiendo mayor calidad y cantidad y haciendo desaparecer los efectos negativos diurnos.

imagesCAC89KYPVENCE DE UNA VEZ POR TODAS TUS PROBLEMAS DE SUEÑO

¿En qué consiste el taller?

¿Te cuesta conciliar el sueño por las noches? ¿Te despiertas en mitad de la noche y no consigues volver a dormirte? ¿Te levantas con la sensación de no haber descansado, irritable, nervioso/a? ¿Crees que puedes tener algún problema del sueño?

Este taller te ayudará a resolver tus dudas sobre el sueño, el insomnio y sus problemas asociados, proporcionándote información clara sobre el tema  y enseñándote de forma práctica y sencilla técnicas, claves y herramientas para combatir  tus problemas de sueño y tu insomnio y mejorar tu calidad de vida y tu bienestar.

Metas y objetivos

  • Adquirir conocimientos  sobre la fisiología del sueño.
  • Conocer los patrones de sueño a lo largo de la vida y sus características.
  • Adquirir conocimientos sobre los diferentes trastornos y problemas del sueño.
  • Aprendizaje y práctica de diversas técnicas para manejar el insomnio y los problemas de sueño: restricción del sueño, el control de estímulos, técnicas de relajación, técnicas de control de la respiración, manejo de creencias, detención del pensamiento, higiene del sueño…